El Sagrado Corazón; Una librería queretana…

Cien y un año, de La Papelería, Librería e Imprenta, del

 Sagrado Corazón

 José Félix Zavala 

El mejor surtidoPor los mejores preciosCasa establecidaDesde 1906 

Antes de que Querétaro cambiara para siempre, hubo otro distinto al que la nostalgia nos invita a recordar, es por eso que presento en este texto, un escrito de Edmundo De La Isla, publicado en 1956. Donde su pensamiento y pluma retrata al Querétaro donde yo crecí y aún añoro. 

Recuerdo los comercios que alguna vez dieron realce a nuestra ciudad, como fueron: “El Golfo de México”, La Ciudad de México, “Franco Muñoz”, La Perfumería París”, “Almacenes Francia”, “La Infantil”, La Botica de Arnulfo García”. “La Papelería Barrera”, “La Guadalupana”, “La Pluma de Oro”, “La San Juan Bosco”. La Imprenta San José. 

Esta empresa de Edmundo De La Isla la comienza muy discretamente a los 13 años de edad en 1901 y lo concreta en 1906, da inicio en la calle de Pino Suárez 51, luego en la esquina de Madero y La Calzada de Belén, hasta su lugar definitivo en el Corazón de la Ciudad, en la Calle Real, hoy Madero. 

En ese sitio siempre se compraron las estampas italianas para las distintas ocasiones, desde el recuerdo de bautismo hasta los del fallecimiento, los escapularios de La Virgen del Carmen, se daba servicio por correo, se encontraban los libros de época y los clásicos. 

Imprenta, librería y papelería, con censores para sus libros de venta que fueron entre otros el famoso Padre Rositas, Don Florencio Rosas, el Canónigo Daniel Frías, entre otros. 

De allí sale un periódico combativo como lo fue “La Tribuna” dirigido por Jesús De La Isla, el Boletín el “Reproductor”, El “Difusor”, Los lectores y la venta de libros de texto, etc. Con Ustedes el escrito de época: 

Anteriormente nos solicitaban monaguillos, plumas fuentes, tinteros…recibíamos estampas muy bonitas de Italia, rosarios y libros de primera comunión, de matrimonio de Bélgica, Alemania y Francia… velas religiosas de todos tipos y tamaños, veladoras…unas toallitas perfumadas importadas, que llegaban de Francia, que servían para limpiar las manos de la tinta de las plumas fuentes…para eso también había una pomada que llegaba de Europa…el fervor popular ha ido perdiéndose…anteriormente fabricábamos diez gruesas semanarias de escapularios de Nuestra Señora del Carmen, ahora ni en un mes se venden… 

A principio de 1901, un adolescente, que aún no contaba trece años se vio obligado a suspender sus estudios, a causa de una enfermedad que lo dejó temporalmente ciego. Tan pronto como volvió a ver y para que no estuviera ocioso, su padre le enseñó a encuadernar libros. Transcurrió algún tiempo y como no pudiera dedicarse de lleno a los estudios, distribuía sus horas trabajando unas y estudiando otras. 

A fines de 1902 pidió a México libros de texto que necesitaba y al ver que sobre sus precios le era concedido un descuento comenzó a ofrecer a sus compañeros de estudio y a sus conocidos,  conseguirles todas las obras que les hiciesen falta. Con eso inició el funcionamiento de una pequeña agencia de libros. 

En mayo de 1904 hubo de acompañar al Sr. Pbro. Don Hospicio Ordoñez en viaje a la ciudad de Tequisquiapan, dónde en una imprenta, encontró abandonada una prensita  casi de juguete.  La pidió prestada y con ella y dos fuentes de tipo truncas dio comienzo a la imprenta del “Sagrado Corazón”. 

Así pues, no hubo en el principio de la empresa ninguno de los elementos que ordinariamente llevan al éxito: Dinero, conocimientos y salud corporal. 

El 23 de septiembre del año de 1906, en un modesto local, el número 6 de la antigua calle del Aguila, el Sr. Pbro. Don Alberto Gorraez, Cura entonces de la Parroquia de Santa Ana y del Espíritu Santo, bendecía un pequeño taller de imprenta, compuesto por tres prensas de mano y una escasa dotación de tipos y otros accesorios. También se podían ver allí unos cuantos libros que exhibidos en minúsculo estante se ofrecían a la venta.  

Apadrinaban el acto los Señores Presbíteros Don Daniel Frías y Don Hospicio Ordoñez y el Sr. Lic. Francisco Veraza y se hallaba también presente, un reducido grupo de parientes y amigos del joven que, en aquel incipiente negocio, por primera vez ofrecía al público sus servicios.

Sobre la puerta exterior se veía un letrero recién pintado, que decía: “Imprenta del Sagrado Corazón”. 

1906-1931, años de revolución y persecución religiosa. A falta de salud cada día mayor de nuestro joven, se agregó la hostilidad de revolucionarios y perseguidores. 

En junio de 1914, a la toma de la ciudad por las fuerzas carrancistas, fue ordenada la incautación de la casa y si bien se consiguió que fuera devuelta días después, ya habían sido sustraídas las prensas y buena cantidad de tipo.  Dios proporcionó el remedio, con la ocasión de adquirir una imprenta recién clausurada. 

En el año de 1919, el propietario sufrió encarcelamiento y multa por haber impreso una hoja de propaganda de la primitiva A.C.J .M. 

En 1927 cuando por la persecución callista, se hallaba suspendido el culto público, también fue aprehendido en compañía de su padre, por haber impreso unas hojas catequísticas que se repartían dentro de los templos y tuvieron que pasar la noche en un cuartel. 

Por último y como culminación de esos atentados, el 20 de febrero de 1928 fue clausurado el establecimiento, detenido todo el personal y llevados sus directores a México, donde se les tuvo presos en la Inspección General de Policía y de donde no lograron salir sino después de haber tenido que entregar fuerte cantidad de dinero. 

Cuando, tras largos días, se consiguió que la casa se abriera de nuevo, vino a notarse, que a pesar de que sus puertas quedaron selladas, los sellos habían sido violados y vueltos a poner varias veces, para que los responsables de hechos tan vergonzosos, perpetraran un desastroso saqueo. 

Los últimos 25 años no han estado exentos repersecución. 

Un decreto sectario prohibió a principios de 1935 la circulación de propaganda religiosa y esto dio ocasión a que la Jefatura de Operaciones Militares ordenara que se excluyera del establecimiento too lo que tuviera ese carácter. 

Reexigió así, que se retiraran de la venta los libros y material religioso, que se quitaran del exterior y aún  del membrete de cartas y de facturas el nombre que había llevado la casa y se canceló el registro para este boletín, que durante más de trece años se había estando publicando con el titulo de “reproductor” con o que mas tarde y con modificaciones requeridas por tales circunstancias, fue reanudado con el de “Difusor”,en el que por aquellos días tuvo que evitarse todo lo que se refiriera a religión. 

Terminamos, con la conclusión de que la larga existencia de esta obra se debe a una singular protección de su dueño, ya que sea con el nombre de imprenta o de librería siempre ha sido del “Sagrado Corazón”. 

 A El da las más fervientes gracias, el adolescente de1901, el joven en 1906, y ahora en el ocaso de su vida, por haberlo escogido para esta labor y le pide perdón por las faltas que haya tenido n el desempeño de su encargo. También las da a la Virgen Santísima, por medio de quien recibimos todos los bienes,, a los Siervos de Dios Federico Ozanam  y Beato Martín de Porres, por cuya intersección recobró la poca vista que le queda y que recientemente había perdido por completo; a las anta memoria de su padre, que no con dinero que no tenía, pero si con su dirección y trabajo personal, le dio inapreciable ayuda, a su hermano Rafael y al Sr. D. Federico Lozada Cosío, que han llevado la dirección comercial del establecimiento, el primero durante treinta años y el segundo desde 1947; a todos los que con él han colaborado en los cincuenta años cuyo cumplimiento celebramos; a los editoriales y librerías nacionales y extranjeras que tantas facilidades le han proporcionado y a su numerosa y muy estimada clientela, que siempre le ha favorecido. 

Santiago de Querétaro, a 23 de septiembre de 1956 

Edmundo De La Isla.