Una nota periodística centenaria

Centenaria

29 de septiembre de 1908

El Diario*

No galeantará más Dramón en Nonoalco

Por una de las calles de Nonoalco, transitaba Sebastián Barrón, acompañado de su hermana Gregoria y de su amasia Carmen Ramírez.

En sentido contrario caminaba Juan Robles, quien al verse frente a frente con el grupo en el cual predominaba el sexo bello, se animó á proferir algunas galanterías dirigidas a las mujeres.

No bien había terminado en articular la última palabra de sus frases, cuando Sebastián se arrojó sobre él y le infirió algunos golpes. Para repelar tan intempestiva agresión, sacó un cuchillo, mas no tuvo tiempo de usarlo, pues las mujeres lo sujetaron por detrás impidiéndole hacer cualquier movimiento.

Barrón se aprovechó de tal circunstancia para desarmar a su víctima é inferirle con su mismo puñal una tremenda herida en el pecho.

Una vez consumada tan brillante hazaña, el heridor huía seguido de las mujeres, más la policía, a quien alguien le había puesto sobre el aviso, les dio caza logrando capturarlos.

El herido fue levantado por el personal de la séptima comisaría y enviado al hospital Júarez.

Víctima del amor Homicidio por celos

Al juez en turno fue consignada el acta levantada con motivo de la tragedia que se desarrolló en el interior de la casa número cinco de la calle del Sol, tragedia en la que pereció Filomena Gaytán, muchacha que contaba catorce años de edad y que fué muerta por su amante Julio Robles.

De esta tragedia hemos dado toda clase de detalles teniendo solamente que agregar que el matador de la muchacha niega terminantemente todos los cargos que en el proceso resulten en su contra, asegurando que Filomena se mató por celos que, aunque infundados, tenía su amante.

Los testigos Encarnación López y Jacinto Marín, rindieron sus declaraciones ante el juez, asegurando que Filomena se causó las lesiones que le causaron la muerte. En cambio Jacinto Espinosa y Mariano Morales, afirman que quien mató a la muchacha fue Robles, por haberla encontrado en compañía de varios individuos.

El juez de la causa trabaja con empeño para aclarar la verdad de los hechos.

*Se publicó de 1906 a 1917

Centenaria recogerá, en su grafía original, noticias que publicaban diferentes periódicos hace cien años en la ciudad de MéxicoGonzález Gamio La Jornada