Un mural de Diego Rivera

Alberga anfiteatro Simón Bolívar el mural «la creación», de Diego Rivera

Estos murales y pinturas tuvieron como promotor a José Vasconcelos, cuando fue secretario de Educación Pública.

Foto: José Luis Rubio

El Sol de México

Organización Editorial Mexicana

 

Además de ser un escenario de realce para conciertos musicales y eventos culturales, el anfiteatro «Simón Bolívar» alberga el primer mural que realizó en 1922 el maestro Diego Rivera en el que, entre otros temas, aborda la creación de la raza humana, pero también hay referencias a la ciencia y a las artes.

Repartidas en 100 metros cuadrados, las pinturas tienen como escena principal al ser humano que nace del árbol de la vida, entre cuyo follaje es posible descubrir a un hombre alado, un águila, un león y un toro, que son los símbolos representativos de los evangelistas del Nuevo Testamento.

Asimismo, en las paredes laterales del nicho central también están representadas alegorías de las bellas artes, como la música, la danza, el canto y la comedia.

En la parte superior del mural de Rivera se ubica un semicírculo azul que contiene la luz primera, energía primaria que es proyectada en tres direcciones.

El anfiteatro se encuentra localizado en lo que fue el Colegio de San Ildefonso, Justo Sierra número 16, construido en el siglo XVII y que lo manejó la orden de los jesuitas, pero cuando éstos fueron expulsados de la Nueva España, el majestuoso edificio quedó abandonado hasta que Benito Juárez lo rescató para fundar ahí la Escuela Nacional Preparatoria, la cual funcionó hasta 1978.

En ese lapso fue que el maestro Diego Rivera pintó su mural de «La Creación», acompañado por Carlos Mérida, Jean Charlot, Amado de la Cueva y Xavier Guerrero.

Por otro lado, en el vestíbulo del edificio otro ilustre pintor, Fernando Leal, dio vida a su obra «La Epopeya Bolivariana» entre 1930 y 1942, que consta de tres grandes pinturas y seis paneles alusivos a la vida Bolívar y de los libertadores americanos como José María Morelos y Pavón.

Finalmente, murales y pinturas fueron impulsadas por el maestro José Vasconcelos cuando fue secretario de Educación Pública y permitió a grandes artistas mexicanos dejar testimonios de sus obras, que aún hoy se pueden admirar.

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