El Mole o Chilmolli: Una salsa de chiles

Chilmolli, Salsa de chiles: El MoleDice el poeta:No tenemos raíces en la tierra.
No estaremos en ella para siempre:
       sólo un instante breve.



También se quiebra el jade
       y rompe el oro
y hasta el plumaje de quetzal se desgarra.

No tendremos la vida para siempre:
       sólo un instante breve.

II
En el libro del mundo Dios escribe
con flores a los hombres
       y con cantos

les da luz y tinieblas.

 

después los va borrando:
       guerreros, príncipes,
con tinta negra los revierte a la sombra

     

  No somos reyes:
somos figuras en un libro de estampas.

III
Dios no fincó su hogar en parte alguna.
Solo, en el fondo de su cielo hueco,
está Dios inventando la palabra.

¿Alguien lo vio en la tierra?

       Aquí se hastía,
no es amigo de nadie.

Todos llegamos al lugar del misterio.

IV
De cuatro en cuatro nos iremos muriendo
       aquí sobre la tierra.

Somos como pinturas que se borran,
       flores secas, plumajes apagados.

Ahora entiendo este misterio, este enigma:
el poder y la gloria no son nada:
con el jade y el oro bajaremos
       al lugar de los muertos.

De lo que ven mis ojos desde el trono
no quedará ni el polvo en esta tierra.

J.E.P. 


Las bodas y las fiestas tradicionales y patronales, sin mole no son fiestas.

La tradición de la elaboración del mole data desde la época prehispánica, cuando surgió el chilmulli, que en náhuatl quiere decir salsa de chiles. En el periodo de la Colonia se modificó y para quitarle lo picante le agregaron ingredientes como la nuez, avellana, cacahuate y diferentes especies.

 

Se necesitan cuatro tipos de chiles –ancho, pasilla, mulato y el chipotle – el chocolate, mas otros ingredientes, como almendra, nuez, avellana, piñón, cacahuate, ajonjolí, semilla de calabaza, cilantro, uva sin semilla, plátano macho frito, ajo, cebolla, c México celebra el Festival del Mole tradicional

 

El colorido y sabor del tradicional mole mexicano, que no es otra cosa que  una salsa a base de diversos chiles y chocolate, pueden ser apreciados en un extenso festival que realizan los pobladores de San Pedro Atocpan, comunidad del sureste de la Ciudad de México.

 

El mole almendrado, que se elabora de manera artesanal de acuerdo con recetas transmitidas por generaciones, es la joya más preciada de la cocina del pueblo mexicano.

 

Se trata de una pasta que además de chocolate y chile contiene las tonalidades de la almendra y se sirve cubriendo una pieza de ‘guajolote’, la variante mexicana de las especies y desde luego  la bebida de los dioses.

 

En San Pedro Atocpan, toda o casi, la población se dedica a la preparación y venta del mole. Han creado una red económica para adquirir los insumos, evitando así los intermediarios.

 

 

Para la elaboración del tradicional platillo mexicano se requieren 26 ingredientes base, además de los necesarios para darle el toque personal. El aroma del chilmulli  o salsa de chiles, se percibe a lo lejos mucho antes de llegar a la tierra del Mole.

 

Conforme se avanza, el olor se mezcla con el de las nueces, almendras, avellanas, piñones y otras especies que los habitantes de San Pedro Atocpan usan para elaborar el tradicional platillo mexicano: el mole almendrado.

 

La comunidad es identificada como el pueblo molero de la delegación Milpa Alta, y dicen que tiene fama internacional, aseguran sus moradores. En el lugar, las familias, pequeñas o numerosas, se dedican a la elaboración del alimento para su manutención.

 

Se han constituido pequeñas empresas en Actopan, dedicadas a la producción y venta del mole. Sin embargo, debido a la elaboración, pues consta de 26 ingredientes base, más los que se agregan para darle el toque personal, hacen que el platillo tenga un precio que para algunos parece muy costoso, por ello se elabora de acuerdo al gusto y necesidad de los consumidores.

 

Los precios llegan hasta 160 pesos por kilo, según donde se compre o la solicitud que se haga para su elaboración. Sin embargo, en San Pedro Atocpan, donde la mayoría de la población se dedica a producir y comercializar el platillo, se ha establecido una red económica mutualista que permite a los creadores “La salsa de chiles” encontrar los insumos entre la comunidad para abaratar costos, y evitar  los intermediarios.

 

Inclusive, productores de chile de los estados de Zacatecas, Guerrero y otras entidades de la república, comercializan directamente aquí su producto. Asimismo, los habitantes de San Pedro Atocpan iniciaron pequeños negocios que con el tiempo crecieron y ahora son restaurantes prestigiados.

 

El platillo se ha transformado, pero la consistencia es la misma. Además, cada familia le pone su toque especial, como Lupita Ríos, quien no sólo prepara el mole almendrado, sino también el oaxaqueño y el poblano, y para darle su toque especial aumenta un poco el chile ancho; además, para ayudar a evitar problemas digestivos, le agrega manzana.

 

A decir de los propios productores, 95 por ciento del mole que se elabora en el poblado es comercializado en mercados públicos, tianguis y centros de abasto de la ciudad de México. Sin embargo, la fama de pueblo molero, aseguran, ya es internacional, pues muchos turistas extranjeros han venido a probar el platillo “y se han llevado mole a su país”.

 Ahora se preparan para  la Feria del Mole en San Pedro Atocpan, donde todos los habitantes de la ciudad podrán degustar el tradicional. Platillo mexicano a bajos costos y con una variedad de sabores y colores.   

 

 

Esta entrada fue publicada en Mundo.