Origen de los barrios en Querétaro

Los Barrios y su origen en Querétaro 

Los Barrios  fueron Integrados o Desplazados a través de los Siglos, en la Conformación Urbana, Social y Política de la Ciudad de Querétaro. 

En varios documentos se mencionan los nombres de diversos barrios que los actuales queretanos no precisamos  y que tenemos una vaga idea de que existieron por la memoria histórica trasmitida a través de Ios años. 

En el presente trabajo se busca puntualizar su ubicación, para Io cual me valdré de repositorios judiciales, civiles, protocolos de notarías, listas de indios tributarios, informes al rey, así como de varias actas de cabildo y libros de defunciones, Registro del tiempo y de la memoria. 

Nuestros barrios constituyen en si mismos un registro de la historia de la ciudad, ya que fueron surgiendo en diferentes épocas para dar origen a otros centros urbanos o quedando absorbidos en la dinámica poblacional.  

Algunos tuvieron su origen en asentamientos prehispánicos, otros a partir de las congregaciones de los siglos XVI y XVll, Otros más aparecieron como consecuencia del fenómeno Demográfico – económico y marginal, en los siglos subsiguientes. 

Así, hubo barrios conocidos en referencia a la etnia o la parroquia, y otros designados sólo para efectos de la burocracia virreinal. 

En la actualidad integran nuevos elementos en su seno, como la forma de organizarse y Ia concepción espacial de su microcosmos. 

A través de ellos podemos conocer Ia transformación física, urbana y cultural de Ia ciudad de Santiago de Querétaro, además de la evolución de la sociedad, Ia historia de las mentalidades, y la economía, entre otras, como la Construcción del espacio social.  

No todos los barrios tuvieron Ia misma estructura y la misma jerarquía política, se diferenciaban por la etnia, ya fuera nativa o europea y por su propia cosmovisión, es decir, por la forma de heredar o designar los cargos y por la forma de organización interna, para las ceremonias al exterior, se diferenciaban por Ia representación de la comunidad.  

Dentro de la estructura religiosa, cada barrio tenía sus funciones específicas determinadas por sus rasgos distintivos en las celebraciones de devoción particular, o por el patronazgo, o por la dedicación del templo.  

Esta organización territorial fue el origen de factores de identidad entre los diferentes barrios y sus pobladores, por Nombres, por orientación o etnia. 

Los barrios que son mencionados en documentos del siglo XVI al XIX, están designados por los nombres de caciques, de santos patronos, de locativos, de grupo étnico que lo conforma, de curatos y parroquias, entre otros.  

Considero que algunos no fueron precisamente barrios en el sentido comunitario habitacional con fisonomía y tradiciones propias, Sino que fueron designaciones de la burocracia virreinal para ubicar en la traza urbana a los vecino.  

Así tenemos los barrios de:  

Doña Magdalena De Tapia, San Pedro, el de Mexicanos, del Espíritu Santo, San Isidro, Santiago, de los Álamos, San Nicolás, del Carmen, de la Verónica, de San Bartolomé, de las Carretas, de la Huaracha, de San Felipe, de Gusanos, de San Nicoiás, de Santa Catarina, de San Juanico, de Buenavista, de San Pablo, de la Barranca, de Santa María, de Estrada.  

Estos últimos relacionados con asentamientos indígenas.  

Los barrios significativos por su etnia son: de los Purépechas, antigua calle de los Tarascos y Caltzontzin (hoy tramo de la Av. José Ma. Arteaga, entre Vicente Guerrero y Melchor Ocampo Y el barrio de Mexicanos, en Av. 16 de Septiembre entre Manuel Altamirano y Manuel Gutiérrez Nájera.  Por cierto, a la fuente del rumbo todavía se le conoce con el nombre del Mexicano. 

Los asentamientos de otomíes fueron en los barrios de La Cruz y San Francisquito (Divina Pastora). 

Asentarnientos netamente indígenas fueron los de la «OtraBanda»: San Sebastián, San Roque, EI Cerrito, San Gregorio y Santa Catarina.  

Surgidos de la congregación de naturales y Ia comunidad, que fueron inicialmente «reducciones llevadas a cabo por el gobierno virreinal”, para repoblar la zona, toda vez que las epidemias habían diezmado a la población nativa: San Antoñito, Belén y de «Ia Fábrica»;  

Los barrios más antiguos hacia el Poniente y Noroeste, fueron los de Santa Ana y el de San Antoñito, hay registros de finales del siglo XVI donde se mencionan.  

En el barrio de San Antoñito, cuyo templo está ubicado en La esquina de las actuales calles Miguel Hidalgo e Ignacio Pérez, donde vivían varias indias y mulatas que fueron denunciadas aI Santo Oficio, por brujería y hechicería,  tai es el caso de Isabel Duarte «La Junca«, acusada de volar con «apariencia de papagayo», después de haberse «untado ciertas sustancias», haciendo viajes de Celaya a Querétaro y viceversa, en una sola noche, para visitar o trasportar a una amiga. E.M.