Cronología de la construcción del actual templo parroquial

Cronología de La  Construcción del Actual Templo Parroquial,

 en

  

San José Iturbide, en Sierra Gorda

   Antecedentes: 

1.      El que fuera cura párroco en San José Iturbide, Pbro. Domingo Muñiz y el Vicario de esta, el Pbro. Salvador Medina Galván, al igual que la maestra Hermila Montes, promovieron en su momento y apegados a los que fueron los documentos que tuvieron a su alcance, la historia y las tradiciones de esta población. 

Decía el Pbro. Salvador Medina, al igual que lo dijo, el fundador del Archivo de esta población, lo mismo que fue fundador del palacio municipal y uno de los historiadores más reconocidos que “en este lugar existía en la parte noreste, edificios prehispánicos notables y muchos vestigios que se han encontrado en abundancia”. 

Por otro lado es bien sabido, la resistencia que en todo el macizo montañoso llamado La Sierra Gorda y que se desprende de la Sierra Madre Oriental, se dio una resistencia por parte de sus legítimos dueños a los invasores españoles por 250 años hasta que por encargo del Virrey en turno se exterminó a los jonaces, la etnia más feroz de las que residían en esta región, y el responsable de ejercer este cruento encargo fue el etnocida José de Escandón, Conde de la Sierra Gorda,  a mitad del siglo XVII. 

Durante esta época el Arzobispo de la Ciudad de México, Manuel Rubio y Salinas, se jactaba dentro del proceso de secularización de las doctrinas de los regulares de haber quitado y secularizado parroquias que pertenecían a la obra de los frailes franciscanos, dominicos y agustinos. 

Dentro de este proceso de secularización y de exterminio, pudo entrar, aparte de la parroquia franciscana de Xichú de Indios, hoy llamada Victoria, el mencionado Arzobispo, y teniendo ya la posibilidad de visitar este territorio lo intentó realizando una visita canónica a San Juan del Río,

Querétaro y Xichú de Indios, esta última no la recorrió hasta la cede parroquial, sino que sólo estuvo en lo que hoy conocemos por San José Iturbide y Dr. Mora, antes Casas Viejas y El Agostadero de Charcas. 

Desde 1594, los jesuitas tuvieron como primera misión la parte de la Sierra Gorda que hoy conocemos como San Luis de la Paz, a cargo al principio del Padre Gonzalo Tapia, pero su trabajo se extendió a una región más amplia que abarcó el Curato Parroquial de Pozos, donde tuvieron una mina muy productiva, llamada de Santa Brígida y en lo que es Dr. Mora , una Hacienda llamada El Agostadero de Charcas, a solo 12 km del actual San José Iturbide, y donde se encuentra una capilla construida bajo su mandato, y que estos, entre otros muchos documentos pasan a demostrarnos que son ellos los fundadores de la iglesia católica en esta zona. 

Dentro de la visita parroquial del Arzobispo Manuel Rubio Salinas, a parte de la Parroquia de Xichú de Indios, en 1753, propuso al Marqués de Revillagigedo, la creación de una ayuda de parroquia o vicaría fija con la que les quitaría también la influencia a los jesuitas en la zona y aliviaría la carga de la parroquia a la que pertenecía esta región, que por otro lado se encuentra en el llamado Camino de la Plata, y el lugar de Casas Viejas donde se establecería, se encuentra en la falda occidental de La Loma del Pájaro y donde es evidente que existió una presencia prehispánica y una civilización sofisticada y desde luego muy anterior a la llegada de los españoles a estas regiones. 

Se expidió el decreto para erigirse vicaría fija a San José Casas Viejas ubicado en el mayorazgo de Luis María Luyano y Aguirre un 18 de julio 1753, abarcando las Haciendas del Agostadero de Charcas, San Diego, San Jerónimo, El Capulín y la convergencia de estas 3 últimas, parada obligatoria de las carretas dentro del Camino de la Plata, llamada La Venta de la Negra. 

2.      El cura que lo había sido del Real de Xichú hasta el momento de la secularización de la Parroquia de  Xichú de indios, José María Rodríguez, tomó posesión del predio el 5 de Febrero de 1754. 

La construcción del Templo de la nueva vicaría fija, se puso bajo la advocación de San José, patrono de la llamada Nueva España, por los europeos y ahora reconocida como mesoamérica y civilización original. 

El apoderado de la hacienda del Capulín, para entonces era José Aguilar, y el primer vicario fijo lo fue el Br. Diego de Izeta, quien el 5 de Febrero de 1576 tomó posesión del cargo y duró en él hasta el 8 de Mayo de 1759 y posteriormente estuvo a cargo de tres distintos tenientes de cura, hasta la llegada del nuevo vicario quien sería también el primer cura de esta nueva parroquia, el Br. Antonio Secundino Pérez. 

Para 1770 el Arzobispo de México Fco. Lorenzana Buitrón, elevó a la categoría de parroquia la vicaría fija de San  José Casas Viejas, por decreto del 15 de Julio de 1770, siendo su primer cura el Br. Antonio Secundino Pérez, quien tomó posesión el 26 de Septiembre de ese mismo año y duró en el cargo hasta el 24 de Septiembre de 1780. 

Casas Viejas está en lo que era un cerrado bosque, donde existieron campamentos de chichimecos, que ejercieron la cultura nómada y la minería en la Sierra Gorda y que fueron totalmente minimizados al inicio de la guerra de independencia, cuando huyeron de Casas Viejas hacia Querétaro los españoles radicados en este lugar mientras la población era destruida. 

Por otra parte el Pbro. Salvador Medina Galván, señala que la devoción al Señor del santo Entierro es anterior a la Guerra de independencia, por lo que la cree una devoción muy antigua, y pudiera remontarse a la evangelización jesuita, da como referencia los datos vistos en el Libro de Providencias, que se encuentra en el Archivo Parroquial de San José Iturbide. 

Cronología: 

“diez años después, cuando se concluye gracias al celo del Br. Ignacio de Borja, quien fungió como Vicario de Casas Viejas entre 1763 y 1765. El Br. Manuel Vallinas, cura interino de Xichú al realizar una visita y constatar los avances de la iglesia señala: He visto un jacal de palmas bastante indecente y al poco trecho en el mismo sitio una iglesia mediana, nueva, de cal, piedra y arena, construida por los mecos que han ido de tres misiones…” 

El 28 de Febrero de 1849, llegó como cura y juez eclesiástico a la parroquia de San José Casas Viejas, el Dr. Domingo Rodríguez, durando 25 años al frente de ella, hasta el 1° de Mayo de 1874. 

En Marzo de 1866, 17 años después de su llegada, el cura Domingo Rodríguez convocó a 30 vecinos para manifestarles la necesidad de construir un nuevo templo parroquial, asistiendo también los presbíteros: Cipriano Rodríguez, Pablo María Aguilar y Juan José Plaza. 

De inmediato y previa licencia de La Mitra, se abrieron lo cimientos y una copia del acta levantada fue colocada en la piedra fundamental y firmada tanto por el cura Domingo Rodríguez como por el arquitecto responsable de la obra Rafael Arcaute. 

El 20 de Abril de 1872, 6 años después de la reunión, se bendijo la sacristía y la Capilla del Señor del Santo Entierro, celebrando la primera misa en dicha capilla, el Cura Rodríguez, quien trasladó del antiguo templo a la nueva capilla al Santísimo Sacramento y se dio inicio a la demolición del templo primitivo. 

El antiguo Templo duró 118 años, a partir de su construcción rudimentaria, al fundarse la vicaría fija de Casas Viejas en 1754. 

El 21 de Diciembre de 1873, muere el Pbro. Cipriano Rodríguez, responsable de la construcción del nuevo Templo Parroquial, dejando terminado, tanto la Sacristía como la Capilla del Señor del Santo Entierro y las paredes de la nave del templo, hasta la mitad de la altura que tienen actualmente, habían pasado solamente 7 años. Es sustituido por el P. Juan José Plaza. 

Por las letras apostólicas o Bula “Deo Optimo Maximo” del Papa Pío IX, se crea el Obispado de Querétaro el 26 de Febrero de 1863, y los territorios de Xichú, Atarjea, Santa Catarina, Tierra Blanca, Dr. Mora y San José Iturbide son desmembrados de la Arquidiócesis  de México y pasan a ser jurisdicción del nuevo Obispado que será presidido Bernardo Gárate López Arizmendi. 

Debido al mal estado de salud del cura de San José Casas Viejas, Dr.  Domingo Rodríguez, por acuerdo del segundo obispo de Querétaro Ramón Camacho García, fue nombrado cura de esta parroquia el Lic. Nicolás Campa, quien tomó posesión el 10 de Mayo de 1874 y duró hasta el año de 1890. 

El nuevo cura Nicolás Campa, nombra nuevo Arquitecto en la construcción del Templo, lo mismo que maestro de obras, siendo Ramón Rodríguez Arangoitia y Valentín López, respectivamente, los mismo que cambia de proyecto en la construcción del Templo por lo que este a lo largo de su construcción irá presentando diferente estilos.   El 23 de Octubre de 1875 fallece el Ex-cura de la Parroquia de San José Casas Viejas, a cuya iniciativa se construye el nuevo templo parroquial. 

Para el 22 de Diciembre de 1875 se continúan las obras de construcción del nuevo Templo Parroquial y se traslada al Santísimo Sacramento al Templo de Loreto. 

El 19 de Marzo de 1876 se termina y bendice la primera bóveda, cuyo padrino es el Sr. Francisco Balbás. 

La hermosa cúpula de este Templo Parroquial está sostenida por doce arcos, tres correspondientes al presbiterio, y tres al cuerpo del templo. 

En medio del arco exterior que da al cuerpo del Templo, hay una lápida de mármol blanco, en donde consta que el Obispo de Querétaro, el Sr. Camacho bendijo La Clave, el 13 de Mayo de 1877, con motivo de la visita pastoral de este. 

El 19 de Marzo de 1884, el Cura Nicolás Campa aprieta con sus propias manos la última Clave del edificio. 

La fachada del Templo se realiza al estilo neoclásico, siendo terminada el 31 de diciembre de 1884 y bendecida por el Canónigo de la Catedral de Querétaro, Agustín Guisasola. 

El 12 de Diciembre de 1885, con motivo de La Jura del Patronazgo Parroquial a la Virgen de Guadalupe, se estrenó el órgano, comprado por el Cura Nicolás Campa en los Estados Unidos y que entrara sin pago de aduana a instancias del cura mencionado. 

Muere el Cura Nicolás Campa el 10 de mayo de 1890, habiendo estado 15 años al frente de la parroquia de San José Iturbide y sin haber terminado el edificio del Templo Parroquial. 

Es nombrado cura de la Parroquia de San José Iturbide el Pbro. José Matilde de la Vega, a quien le tocó bendecir el nuevo templo sin terminar el 19 de Septiembre de 1895. 

A instancias del Vicario Pbro. José María Arredondo, se termina el altar mayor conforme al diseño del Ing. Ramón Rodríguez Arangoitia.  

El 19 de Marzo de 1900 se cubre el frontís de la fachada del templo con el reloj parroquial, con sus dos carátulas, que fuera regalado por el Sr. Vicente Barreneche. 

El reloj fue fabricado en Alemania, según consta en la placa de registro y ensamblado en 1888 y su costo fue de 3500 pesos. Los sobrepesos son de hierro que accionan por cuerda mecánica. La carátula es de cristal de grueso espesor y los números se cambiaron de romanos a arábigos. Del otro lado está el reloj fechador que marca los días, semanas y meses. 

El 15 de Agosto de 1905 se estrenaron los 16 candiles que adornaban el Templo Parroquial y fueran donados por la Sra. Guadalupe Arcilla de Lara. 

En 1919 el Cura Villafuerte puso el mosaico del Templo y la Sacristía debido al donativo del Sr. Sixto Soto. 

El 27 de Septiembre de 1921 el Cura Villafuerte coloca una placa en el frente del templo, conmemorando la entrada triunfal de Agustín de Iturbide a la capital de la República. 

En Octubre de 1923 el nuevo cura de San José Iturbide remodela el atrio del Templo, su nombre es Fernando Núñez. 

El Cura Fernando Núñez decora y pone piso de mosaico a la Capilla del Señor del Santo Entierro, que es bendecido por el Canónigo Manuel Reynoso, Vicario General de la Diócesis de Querétaro, un 5 de Febrero de 1925. 

El Cura Fernando Núñez coloca el mosaico a la nave del templo, regalado por el Sr. Julio Ledesma y es bendecido por el Obispo de Querétaro Francisco Banegas Galván, un 16 de Julio de 1826. 

Siendo Cura el Pbro. Felipe Lavigne, se da comienzo el 19 de Mayo de 1941 a la construcción de los “Sui Generis” campanarios. 

El cancel de hierro forjado, obra del herrero José Herrera y diseño del Pbro. Salvador Medina, fue aprobado por la Comisión de Arte Sacro que encabezaba entonces el Canónigo de la Catedral de Querétaro, Ezequiel de la Isla, costeado por el propio herrero y bendecido por el Cura Domingo Muñiz, el 5 de Febrero de 1954. 

El 10 de agosto de 1957, el frontispicio del Templo Parroquial se vino abajo, era cura de la parroquia el Pbro. Antonio Estrada, quien mandó de inmediato reconstruirlo con gran maestría. Esta obra no le ha sido reconocida ampliamente al Padre Antonio Estrada por los Iturbidenses. 

Las puertas de la entrada principal del templo, realizadas por artistas queretanos fueron terminadas en 1995 y el enrejado y adoquinamiento del atrio fue terminado en el 2003. 

La historia del Templo Parroquial de San José Iturbide Guanajuato da comienzo en 1866, sufre un grave percance en 1957, es de varios estilos, resaltando el neoclásico, y su total terminación le lleva cerca de los 100 años.