Pórtico por Jaime Septién

Escrito por Jaime Septién   
Domingo 21 de Septiembre 2008
PÓRTICO

Image La aparición de letreros espectaculares manifiesta lo que se viene: una presión de grupos dizque progresistas a los congresos locales para que se vuelvan «modernos» y «legalicen» la «interrupción del embarazo».

Por Jaime Septién

La aparición de letreros espectaculares con la leyenda «Para la Suprema Corte la interrupción del embarazo es de ley ¿y en nuestro Estado cuándo?», manifiesta, a las claras, lo que se viene: una presión de grupos dizque progresistas a los (en ocasiones muy endebles) congresos locales para que se vuelvan «modernos» —como la Asamblea Legislativa del DF— y «legalicen» la «interrupción del embarazo».

Además que el letrero tiene abundantes inexactitudes (por ejemplo, señalar que la Suprema Corte de Justicia de la Nación «legalizó» el aborto, cosa que los propios ministros se apresuraron a negar y que el ministro presidente, Guillermo Ortíz Mayagoitia, negó al final de las sesiones en las que se declaro, por mayoría de 8 votos contra 3, constitucional la ley que despenaliza el aborto hasta las 12 semanas de gestación en el DF), viola, flagrantemente, la paz pública, al jugar con el lenguaje, confundir a la gente y amenazar a los poderes del Estado.

Juega con el lenguaje por lo que indicamos previamente: la Corte no «legalizó» el aborto. Confunde a la gente porque el aborto, en México, no es ninguna ley, pues si lo fuera, no abortar sería una violación a la ley.  Finalmente, amenaza a los poderes del Estado pues los orilla —so pena de movilizaciones, marchas y violencias callejeras que harán peligrar la estabilidad y el orden social— a ponerse de rodillas frente a la Asamblea defeña (como lo hicieron varios ministros de la Corte) y actuar como ella, como si fuera la sede de los poderes de la Unión.

No comprendo cómo las autoridades, tan quisquillosas con algunos letreros que les hacen competencia, no han mandado «bajar» la campañota (hay mucho dinero tras el grupo que firma los espectaculares) de marras.  ¿Será porque le tienen miedo al ruido de estos escasos procuradores de la muerte del más débil e indefenso de los seres humanos?  No lo creo.  A lo mejor no se han dado cuenta del daño que hacen a la sociedad aquellos que —como decía Chesterton— no saben lo que deshacen. 
Y no se trata de que censuren.  Se trata de que cumplan la ley.

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