Ciudadana entre monstruos:J. Figueroa

 

Denise Dresser,  

ciudadana entre monstruos  

Julio Figueroa  

     DD ha centrado y ha elevado el debate sobre México. ¿Quién gobierna en México? ¿Por qué México no crece? ¿Cómo empujar el desarrollo? ¿Qué es crecer democráticamente? ¿Por qué la riqueza no se distribuye equitativamente? ¿Cuál es la mezcla correcta entre Estado y mercado? ¿Cumple su función reguladora el Estado? ¿Cumplen los empresarios mexicanos su papel innovador y competitivo? ¿Qué es un capitalismo democrático? ¿Cómo alcanzar más equidad y justicia  dentro de las libertades democráticas?   

     El capitalismo de cuates es un capitalismo de cómplices que funciona a discrecionalidad, según la colusión de intereses entre funcionarios públicos y empresarios privados, con más obstáculos que real competencia entre todos, sin la mezcla adecuada de Estado y mercado, sin la necesaria regulación del primero ni la innovación y competitividad abierta del segundo, generando una riqueza concentrada en pocos beneficiarios. 

     México es un país privilegiado que favorece a los privilegiados y las libertades democráticas también crean inequidad, desigualdad e injusticia, no equidad, igualdad y justicia democráticas. Porque el Estado protege privilegios, defiende cotos, elige ganadores, y permite la perpetuación de un pequeño grupo de oligarcas con el poder para vetar reformas que perjudicarían sus intereses. El Estado no usa el poder del Estado para contener a aquellos con más poder en el gobierno, con más peso que el electorado, con más intereses que el interés público.  

     La concentración de la riqueza y del poder económico y político entre ciertos “jugadores dominantes” (Slim, Salinas Pliego, Coca-Colos, Banqueros, Televisos, empresarios funcionarios y funcionarios empresarios, etcétera) hace a los representantes del interés público meros empleados de los intereses atrincherados. Convierte al gobierno en sirviente de las personas más poderosas del país.      Oh, san Marx decimonónico en el siglo XXI mexicano: ¿el Estado como un simple administrador público de los intereses de los cuates capitalistas? 

     Las reformas económicas de los 80 y los 90, con De la Madrid y Salinas, las privatizaciones y el adelgazamiento del Estado, procesos que Octavio Paz celebró, finalmente no se tradujeron en la modernización del mercado democrático y un Estado no propietario pero sí más justo, por la ausencia de un verdadero gobierno regulador y no coludido con las privatizaciones y la liberación comercial. Al contrario. Como la reforma política no corrió al parejo de la reforma económica privatizadora, la riqueza se volvió a concentrar y no se acabó con el patrimonialismo del poder, que más bien renació con los hermanos Salinas. En síntesis, prevaleció la discrecionalidad entre los empresarios que se beneficiaron de las reformas y los funcionarios encargados de regularlas. Y así hasta nuestros días, tenemos un gobierno ineficaz, un gobierno doblegado, un gobierno coludido. Tal vez todavía no es un Estado fallido pero sí un Estado débil y un gobierno impotente. Un Estado con muchos Estados creciendo a su alrededor y minándolo,   

     Octavio Paz en noviembre de 1997, pocos meses antes de morir:     –En efecto, el proyecto del presidente Salinas fue modernizador, pero algunos no tuvimos la claridad suficiente y no pudimos ver ciertos rasgos arcaicos de gobierno. Me refiero a la contradicción del patrimonialismo y las prácticas francamente patrimonialistas, nepotistas y corruptas que caracterizaron en varios aspectos a su régimen. El ejemplo más contundente y que me ahorra todo comentario es el siguiente: mientras que el presidente Salinas intentaba llevar a cabo una política modernizadora, también incurría en las peores prácticas de nuestra tradición. El caso de su hermano Raúl Salinas de Gortari, patrimonialista entre los patrimonialistas y autor de prácticas fraudulentas que corrompieron aún más al Estado mexicano, es una prueba de la contradicción capital que corroía al proyecto salinista: modernidad inteligente pero también reincidencia en los vicios antiguos, desde la época colonial a nuestros días. No es posible ostentarse a uno mismo como modernizador e incurrir simultáneamente en prácticas que desde hace más de un siglo han sido calificadas de arcaicas e inmorales. (Nota de Octavio Paz en sus Obras completas, tomo 15, FCE, México, 2003, p. 574). 

     Denise Dresser:

     –México no crece por la forma en la cual se usa y se ejerce y se comparte el poder. Ni más ni menos.

     –El meollo detrás de la mediocridad de México se encuentra en su estructura económica y en las reglas del juego que la apuntalan.

     –Por las reglas discrecionales y politizadas que rigen a la república mafiosa, a la economía “de cuates”.

     –Muchas de las grandes fortunas empresariales se construyen a partir de la protección política, y no de la innovación empresarial. Relaciones oscuras donde siempre ganan los mismos.

     –Por la supervivencia de las estructuras corporativas que el gobierno creó y sigue financiando. “Criaturas del Estado” que amenazan con devorarlo. 

     –Un gobierno que en lugar de domesticar a las criaturas que ha concebido, ahora vive aterrorizado por ellas.

     –Los monopolistas abusivos, los sindicatos rapaces, las televisoras chantajistas, los empresarios privilegiados y sus aliados en el gobierno.

     –Por un modelo económico que canaliza las rentas del petróleo a demasiadas clientelas.

     –Por un sistema político que funciona muy bien para sus partidos, pero muy mal para sus ciudadanos. Un sistema de “extracción sin representación”. 

     El extraño poder.

     El poder en México ha creado un extraño poder que escapa a todo control democrático y nos impide crecer equitativamente y en cambio acentúa todos los males y las monstruosidades sociales del sistema. Es un capitalismo de cuates (con una red de favores y beneficios entre empresarios y funcionarios públicos, como aquí en Querétaro entre los Coca-Colos, el gobierno y la prensa suavecita y bonita) en el cual siempre ganan los mismos de arriba y pierden las mayorías ciudadanas.  

     A diferencia de Krauze, quien pone el acento en las libertades políticas democráticas, sin duda fundamentales, Dresser lo pone en la inequidad del sistema, la concentración del poder y de la riqueza, la falta de competitividad, la complicidad, la desigualdad, la injusticia, la poca capacidad regulatoria del Estado, la baja innovación y competitividad del mercado protegido, la mala mezcla existente entre Estado y mercado, los ciudadanos sin voz ni alternativas ni protección, ciudadanos invisibles y sin rostro…  

     Dresser hace la crítica intelectual ciudadana a los empresarios gandallas coludidos con el Estado protector del status quo poco moderno y democrático, advirtiendo que los cambios que produce el sistema sólo sirven para mantener la paz social pero no para reducir las desigualdades y la concentración del poder y de la riqueza imperante.  

     Enrique Ruiz García (Juan María Alponte):

     –El simple incremento de las variables estadísticas sin el cambio social del régimen de privilegios sólo incrementa las desigualdades, la inequidad y la injusticia. No es un crecimiento democrático sino deforme: aumenta los polos de riqueza y pobreza. JEP citando a Juvenal: un lugar donde los ricos de hoy son menos ricos de lo que serán mañana cuando los pobres sean todavía más pobres (cito de memoria).   

     ¿Qué hacer? ¿Es posible en México el desarrollo de un capitalismo democrático? ¿Qué es un capitalismo democrático? ¿Cuál es la mezcla correcta entre Estado y mercado? ¿En qué consiste la función reguladora del Estado y en qué la función innovadora del mercado empresarial competitivo? ¿Cómo establecer un nuevo modelo de relación entre el Estado, el mercado y la sociedad? ¿Cómo pasar del subdesempeño crónico al capitalismo democrático? He ahí las preguntas vitales que laten en el discurso de DD.  

     DD ha animado y enriquecido la reflexión sobre México. ¿Qué piensan Zaid y Krauze de la crítica de Dresser? Me gustaría saberlo. Su intervención crítica animaría y subiría todavía más el nivel de la discusión fecunda sobre México. Creando el clima crítico reflexivo que necesitamos frente a todos los poderes. ¿Qué piensan en Querétaro Inocencio Reyes Ruiz y Juan Antonio Isla Estrada sobre la república mafiosa denunciada por Dresser? IRR, por cierto, ya se ha ocupado del tema con anterioridad. ¿Qué piensa hoy? En fin. 

     DD escribe seco, directo, suave, sin aspavientos. En frases claras, breves y cortantes. Sin rollos ni metáforas mágicas. Duro y a la cabeza. Con toda claridad y valentía ha dicho lo que muchos ciudadanos pensamos, atrapados como moscas entre las redes de los monstruos del mercado y del Estado. Gracias, preciosa y lúcida Denise Dresser Guerra. No le des a nadie, salvo a los tuyos, ese lunar que tienes junto a la boca.   

Qro. Qro.

Los Platitos,

lunes 2-Feb-2009,

día de la Candelaria. 

juliofime@hotmail.com

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