Nuevos datos sobre Epigmenio González

Nuevos datos sobre Epigmenio González e Ignacio Pérez

Diario de Querétaro

Dr. José Martín Hurtado

Epigmenio González

Datos generales:

José María Ignacio Juan Nepomuceno Aparicio Epigmenio González Flores

Nació el 22 de marzo de 1781 en la ciudad de Querétaro

Su padre: José María González, español originario y vecino de esta ciudad

Su madre: Rosalía Flores española originaria y vecina de la misma

Matrimonio y trabajo: Se casó con María Anastasia Juárez (india), el 26 de noviembre de 1801. En 1806 entró a trabajar a la tienda (o pulpería como entonces se les decía a las tiendas donde se vendían diferentes productos) de doña María Carmen Covarrubias, viuda de Ignacio Páramo. Carmen Covarrubias, en su testamento, del 12 de marzo de 1807, dice que los hermanos Epigmenio y Emeterio entraron a trabajar a la tienda el 19 de septiembre de 1806.

Carmen Covarrubias hereda a los hermanos Epigmenio y Emeterio González: Juzga oportuno premiarles su trabajo aplicándoles como desde ahora lo hace la mitad de utilidades que hubiere recibido el comercio, y pueda producir en adelante, lo cual partirán a medias entre ambos.

Lo anterior contradice lo dicho por el historiador Agraz de Alba, acerca de que Epigmenio González trabajó como cajero de dicha tienda de 1798 a 1807. También es contrario a lo que dijo Manuel Septién y Septién, respecto a que desde «muy joven se dedicó al comercio, en el negocio heredado de sus padres»

La herencia que recibieron los hermanos Epigmenio y Emeterio González de Carmen Covarrubias: A Epigmenio González, quinientos pesos y una casa valuada en 486 pesos, dos reales, en total 982 pesos, seis reales

A Emeterio González, 500 pesos.

Suman ambos: 1,482 pesos, seis reales, de un total de bienes distribuidos de la testamentaria de 16,751 pesos

Otros herederos:

Los demás herederos y depositarios (legatarios) de sus bienes fueron: Francisco Páramo, Clara Covarrubias, Urbana Covarrubias, Hipólito Covarrubias, Luz Escobar, Francisco Páramo y Gertrudis Páramo.

Epigmenio González era albacea de Carmen Covarrubias:

El documento en donde se da a conocer la repartición de la herencia (incluyendo los montos a cada heredero) es de fecha 15 de febrero de 1809, y fue escrito y firmado por Epigmenio González

La señora Covarrubias nombró albacea y tenedor de sus bienes a Epigmenio González (cláusula 1ª de su testamento, de fecha 12 de marzo de 1807).

Encontramos su firma en cuatro documentos:

Declaraciones del novio, novia y testigos sobre su matrimonio (5 de noviembre de 1801).

Documento donde se dice que estaba a cargo de la tienda (17 de enero de 1807).

Documento de distribución de la herencia de Carmen Covarrubias (15 de febrero de 1809).

Documento donde aparece como albacea de Carmen Covarrubias (firmas de Epigmenio y Emeterio González, 20 de agosto de 1810)

Su trabajo en la tienda:

En 1809 introdujo 189 ½ cargas de lana, que equivale al 3.67% del total introducido por los 60 comerciantes de la ciudad (el total de cargas introducidas por los demás comerciantes fue de 5,074 ½).

Ocupó el número 8 en los introductores; le ganaron: Francisco Bustamante (549 ½); Domingo Barasorda (409 ½); Domingo Fernández (373 ½); José Raso (323); Antonio Carcova (267.5); Alejandro de la Torre (193); Miguel Gómez (192).

Económicamente no le iba mal, había heredado una casa y una cantidad de dinero que le permitía vivir con comodidad; además, en los negocios, estaba siendo exitoso. Sin embargo, participó activamente en la conspiración por la independencia

Aspectos críticos

Preguntarse si Epigmenio González es importante porque:

asistía a las reuniones de conspiración;

participó activamente en la causa de la independencia, y llevó a la acción sus ideales (construcción y ocultamiento de armamento);

escribió un texto en el que da pormenores de los últimos días de la conspiración;

sufrió las consecuencias de su filiación política (encarcelamiento, destierro, tortura, confiscación de sus bienes);

es un ejemplo de la actitud que debe tener un héroe;

no pidió cantidad alguna por sus servicios prestados a la patria.

En 1988 no se sabía casi nada de él, el entonces cronista, Eduardo Loarca Castillo, dijo: «Muy poco se sabe de él y hasta la fecha no se ha encontrado su fe de bautismo. Después de realizar su encomienda, desaparece de la escena y todo se vuelve oscuridad en torno a él, porque no sabemos ni donde vivía, si era casado y con quién, si tuvo descendencia, etc. Tampoco se sabe quiénes fueron sus padres, qué oficio tenía, cómo llegó a ocupar el puesto de Sotalcaide de la Cárcel de las Casas Reales; si efectivamente era uno de los conjurados, cuál fue su participación antes de ser el mensajero de la libertad y por qué se eclipsó su figura prácticamente un siglo»

Afirmaciones erróneas:

En 1999 se llegó a afirmar, con base en lo que había escrito Valentín Frías, que Ignacio Pérez murió a los 80 años de un golpe en la cabeza y que probablemente no era queretano, pues había llegado, junto con el Lic. Miguel Domínguez, de la Ciudad de México

También se ha dicho que Ignacio Pérez no existió, que es un mito de los queretanos

Datos generales:

Su nombre: José Ignacio Guadalupe Pérez Álvarez

Desconocemos la fecha de su nacimiento, pero sabemos que fue bautizado el 14 de noviembre de 1786; probablemente nació uno o dos días antes en la ciudad de Querétaro.

Sus padres:

Joseph Ignacio Pérez y María Francisca Álvarez y Gómez. Contrajeron matrimonio el 21 de febrero de 1786, ambos españoles originarios y vecinos de Querétaro (entre los testigos del novio estuvo Ignacio Páramo, esposo de Carmen Covarrubias; mujer que heredó a Epigmenio y Emeterio González).

Sobre su apellido materno:

En su testamento, Ignacio Pérez dijo ser hijo de Francisco Pérez y de doña Ignacia Anguiano.

Como se puede observar, los nombres no corresponden con los de sus padres. Esta contradicción se resuelve al revisar el documento de compraventa, de fecha 9 de septiembre de 1807, en el que Ignacio Pérez dice que Francisco Pérez fue su padre político.

Francisco Pérez fue quien lo llevó a bautizar (en su fe de bautismo dice que es hijo de padres desconocidos).

Llama la atención que no reconoce el apellido de su madre biológica (Francisca Álvarez), ni el de la mujer que lo llevó a bautizar (Josefa Malagón).

Probablemente esto se debe a que quien lo crió y cuidó fue la señora Ignacia Anguiano, por eso él la reconoce como su madre; como esposa de quien fuera su padre político.

Nótese que la esposa de Francisco Pérez era Josefa Malagón; y en el testamento dice que sus padres son Francisco Pérez e Ignacia Anguiano (su segunda esposa).

Firma de Ignacio Pérez:

Encontramos su firma en seis documentos:

Documento en el que dice que su padre político es Francisco Pérez (9 de septiembre de 1807)

Documento en donde aparece como fiador (16 de noviembre de 1807)

Documento en que, como alcaide de la cárcel, recibe a un prisionero (31 de marzo de 1810)

Documento en que, como alcaide de la cárcel, pone en libertad a un prisionero (11 de abril de 1810)

Informe del estado de la cárcel (9 de julio de 1827)

Testamento (14 de septiembre de 1846):

Casas en las que vivió:

Malfajadas No. 2 (hoy Independencia No. 25)

Flor baja No. 4 (hoy Vergara No. 42)

Calle del Biombo

Vivió en la ciudad de Querétaro en 1811 y 1812:

En agosto de 1811 compró tabaco en la ciudad de Querétaro

En 1811 y 1812 trata de vender su casa de la calle de las Malfajadas

No era alcalde ni sotalcaide:

De 1824 a 1827, el alcaide de la cárcel fue Manuel Prado

De nuevo alcaide la cárcel, el 9 de julio de 1827

Vivía en la planta alta de la cárcel

En 1831, su salario anual era aproximadamente de 91 pesos, 2 reales.

Salarios comparativos anuales en 1831:

Maestro de primeras letras en San Juan del Río: 400 pesos

Oficial tercero de la Aduana Nacional en la ciudad de Querétaro: 300 pesos

Alcaide de la cárcel de San Juan del Río: 91 pesos 2 reales

Bedel en San Juan del Río: 57 pesos

Solicitó premio por sus servicios prestados a la patria:

Congreso de la Unión, Comisión de Justicia

Años 1831, 1833 y 1834

«Se autoriza al gobierno para que tome en consideración los servicios prestados a la patria en su primera época de independencia por el C. Ignacio Pérez, vecino de Querétaro, y se [le] premió con arreglo a la ley de la materia» (17 de enero de 1834)

Su testamento:

Su esposa fue Guadalupe Rea (murió el 31 de julio de 1839)

No tuvo hijos

Su heredera fue Francisca Sánchez

Murió el 18 de septiembre de 1846; a los 60 años, no a los 80, como se ha dicho tradicionalmente; «de pecho y el pulmón», no de un golpe en la cabeza por un fuerte ciclón, como escribió Valentín Frías

No sabemos en dónde se encuentran sus restos mortales.

Los encontrados en la parroquia de Santa Ana y llevados al Panteón de los Queretanos Ilustres en 1996, no coinciden con los datos que encontramos en fuentes primarias (raza, edad, causa de muerte).

Había otros hombres con el nombre de Ignacio Pérez: encontramos 13 documentos desde 1779 hasta 1822 (fe de bautismo, documentos de compra venta, de guerra, poderes legales, administración de alcabalas, entre otros), con hombres llamados Ignacio Pérez, que no corresponden con el héroe.

Entre las anteriores, encontramos 2 personas llamadas Ignacio Pérez Cano, una de ellas fue alcalde de cuartel (con quien más se le ha confundido).

De las 13 anteriores, encontramos 5 firmas de hombres llamados Ignacio Pérez, entre ellas las de los que se llamaron Ignacio Pérez Cano

Aspectos críticos

Preguntarse si Ignacio Pérez es importante porque:

llevó el mensaje de Josefa Ortiz de Domínguez, a Ignacio Allende;

porque al no encontrar a Ignacio Allende, se fue con Aldama (casi obligándolo) para que fueran a llevarle el mensaje a Allende e Hidalgo, en el pueblo de Dolores;

porque arriesgó su vida al llevar el mensaje de que la conspiración había sido descubierta;

porque gracias a su mensaje, los líderes pudieron evitar ser apresados y así se pudo adelantar la insurrección.

Tómese en cuenta que Ignacio Pérez, después de haber llevado el mensaje, e iniciado la lucha insurgente, regresó a Querétaro y vivió aquí mientras duró la guerra (igual que la mayoría de los conspiradores de Querétaro);

no fue apresado (a diferencia de otros conspiradores);

su propiedad no fue confiscada (a diferencia de las de Allende y los hermanos Epigmenio y Emeterio González); trecuperó su trabajo (a diferencia de Miguel Domínguez); pidió que se le premiara por los servicios prestados a la causa de la independencia (a diferencia de otros que no lo hicieron)

Reflexiones

El personaje histórico es una forma de entender a la persona; pero, si ese personaje obnubila a aquella, es mejor que hagamos a un lado el discurso con el que construimos al personaje para poder ver a la persona

Estos datos son sólo una parte de la investigación, la cual podrá leerse completa en el libro Epigmenio González e Ignacio Pérez. Héroes queretanos de la Independencia. Estudios biográfico y crítico, el cual será editado por el Archivo Histórico del Estado de Querétaro, como parte de las publicaciones alusivas al Bicentenario de la Independencia y Centenario de la Revolución Mexicana.