Uriel López España ganó el premio a mejor documental en el FICM

“Espero que Tu’un savi abra la discusión sobre el uso de las lenguas originarias”

Uriel López España ganó el premio a mejor documental en el FICM // Surgió de la necesidad de entender a mi familia, expresa el cineasta

Jorge Caballero

La Jornada

Desde sus más remotos recuerdos, Uriel López España cuenta cómo de niño, emocionado, escuchaba a su familia hablar su lengua madre, tu’un savi, aunque no entendía cabalmente el significado de esas palabras. Posteriormente, a sus 20 años, fue invitado por su padre a documentar con fotografías algunos encuentros de hablantes de esa lengua, que se realizaron en 2007.

El germen por la documentación había sido implantado en la mente del joven, así que se metió a estudiar cine en el entonces Centro Universitario de Estudios Cinematográficos, de la Universidad Nacional Autónoma de México. Durante su formación, los recuerdos de su niñez y de su juventud se robustecieron, se volvieron determinantes para realizar su documental Tu’un savi, que el fin de semana pasado fue electo el mejor de su categoría en el Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM).

Tu’un savi aborda la investigación del cineasta sobre la lengua tu’un savi (conocida como mixteco) a través de sus hablantes, resultado de la formación como documentalista y de su interés por aprender el idioma de su familia, que era prohibido.

Parte de mi sentir

En entrevista con La Jornada López España, ahora de 33 años, señaló: Me interesó hacerlo, pues era parte de mi sentir, de saber por qué yo no podía platicar con mi familia cuando iba a visitarla.

Acerca del premio, sostuvo: No esperaba ganar en el FICM, porque había varios directores con una larga trayectoria, pero, bueno, ya sucedió. Fue una gran sorpresa y qué bien que ayude a difundir el documental.

Uriel López España recordó: “Para hacer el documental tuve que recorrer un camino largo. Primero comencé a documentar los encuentros de los maestros y hablantes de tu’un savi, que realizaron para comenzar a escribir la lengua, analizarla, estudiarla. Esas reuniones se efectuaron en Oaxaca, Guerrero y Puebla. Llegué ahí en 2007 por invitación de mi padre para documentar con foto fija y luego con una cámara de video. Entonces me enteré de que había una situación de lucha y resistencia con la lengua”.

Agregó: “Pasaron los años y después comencé a estudiar cine, enfocándome sobre todo en el documental. Decidí retomar el material que tenía y grabar nuevas situaciones, más reales, con hablantes de tu’un savi, con quienes continúan manteniéndola viva, la escriben. Así que esta cinta la hice con la propuesta que ya tenía y el registro de lo que está pasando con esa lengua”.

El joven cineasta contó: “A la par de que hacía el documental, estudiaba tu’un savi. Cada vez más me convencía de aprender el idioma y realizar la película. Aún estoy en el proceso de aprender la lengua. Es un trabajo titánico, la estructura es diferente a la del castellano: primero el verbo, luego el sujeto y al final el objeto”.

Volviendo a los recuerdos de su natal Oaxaca, relató: “Cuando era niño me emocionaba, porque escuchaba hablar tu’un savi a mi familia, pero también era frustrante pues no sabía el significado de las palabras. Eso despertó un interés mucho mayor”.

El realizador puso en práctica sus conocimientos y explicó que “el tu’un savi tiene tres características: la tonal, hay que darle su entonación para que no cambie el significado de las palabras; la glotal, pausas en medio de cada palabra, y la nasal, porque se ocupa la nariz. Esos aspectos siguen siendo complicados para aprender el idioma, además de las raíces, pues hay que aprenderlas poco a poco, porque no en todas las lenguas se sabe el significado de cada palabra”.

Un trancazo para entender la historia

El joven documentalista no sabe si su trabajo contribuirá a la valoración y rescate de las lenguas indígenas, de lo que sí está cierto es que su trabajo Tu’un savi “es un trancazo para entender toda esa historia que traemos, que no sólo viene de una etnia o una cultura, sino forma parte de la historia nacional. En las escuelas se nos enseña siempre a tener en mente que México es multidiverso; no sé si con Tu’un savi vaya a cambiar algo, pero si me acerco un poco a la historia de los hablantes puede contribuir.

Más allá de presentar una película, quiero que los hablantes se escuchen y reflexionen sobre lo que se dice en el documental. Me interesa que se exhiba y se discuta, de manera crítica, entre hablantes y no hablantes. Creo que la cinta podría abrir la discusión en torno al uso de las lenguas originarias.

Uriel reflexionó: “Tu’un savi, como cualquier otra lengua no es pura; todas, a lo largo de la historia, se van fusionando con otras. Pero sí hay hablantes de tu’un savi en casi todos los estados del país, también en Estados Unidos los hay; aunque hayan nacido en esa nación, la tienen como primera lengua, el inglés como segunda y el castellano como tercera. El tu’un savi ha caminado y cambiado a lo largo de la historia, además, busca mantenerse”.

Uriel también destacó que el nombre con el que “se conoce el tu’un savi es mixteco, que fue una imposición del náhuatl, de los aztecas. Para nosotros, desde nuestra lengua, mixteco no tiene ningún significado. Claro que a lo largo de la historia y en la conquista se usó el náhuatl para llegar a otros idiomas; por eso es importante que en el título del documental se muestre el nombre de origen, tu’un savi”.

Se le reconoce en el discurso

Expuso que durante el proceso de realización del documental “estudié y aún sigo estudiando tu’un savi, aprendí muchas cosas. Entendí la situación en que se encuentra: que en el discurso sí se le reconoce, pero en la realidad no hay nada que pueda sostenerlo, porque es muy complicado escribirlo y hablarlo. Todo está hecho para que te impidan hablarlo, para que siempre se hable el castellano o el inglés. Por ejemplo, en el Metro no hay letreros en tu’un savi, zapoteco o wixárika, entonces no hay manera de que alguien pueda hablar en su propia lengua”.

Informó que han presentado Tu’un savi “en las comunidades indígenas, el Festival Internacional de Cine de Morelia fue la primera vez que participa en un certamen. También lo presentamos en una comunidad de Guerrero; en Tlaxiaco, Oaxaca… en varios lados, y las reacciones son diversas. Los adultos, por ejemplo, recuerdan todo ese proceso educativo que tuvieron con base en golpes y torturas para no hablar en tu’un savi. Los jóvenes están en el proceso de entenderlo y hablarlo; esto último lo hacen entre ellos, pero cuando hay alguien se callan, pues se inhiben. A algunos les interesa y a otros de plano no. Hay quienes ya rapean o escriben poesía en tu’un savi, éstos están al tanto de cómo se pronuncian las palabras.

Por último, los niños le ponen mucha atención, pero no sé qué tanto sean conscientes de este proceso. Hubo una función en la que los menores fueron mayoría y se chutaron toda la película, entre ellos mismos se traducían algunas cosas. Ésas son las experiencias que he tenido en cuatro funciones.

Al concluir la charla, Uriel López España resumió: “Creo que Tu’un Savi surgió de la necesidad de entender a mi familia y después me di cuenta de que esos procesos son complicados y que para ella no estaba muy fácil hablar sobre este tema. De alguna manera la pelícua es alzar la voz, pero en tu’un savi”.

 

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