«Los lobos» arrasa en el Festival de Guadalajara

Los lobos arrasa en el Festival de Guadalajara

Juan Ibarra

La Jornada

Desde que empezó su recorrido por festivales de cine de distintos países hace alrededor de un año, la cinta Los lobos se ha ido ganando la aceptación de la crítica y el público poco a poco.

Ayer, la película de Samuel Kishi fue reconocida con cinco premios en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara (FICG), algo que el cineasta originario de Jalisco agradece, pues representa para él la oportunidad de tener una conexión con el público tapatío.

Los lobos ganó en categorías como mejor película, de la sección Hecho en Jalisco, así como el Premio Especial del Jurado al Mejor Largometraje Iberoamericano de Ficción, el Premio del Público, el Premio Mezcal a la mejor actriz y el premio paralelo de la prensa internacional, el Fipresci.

Después de la incertidumbre y la espera ocasionadas por las condiciones sanitarias actuales, la película finalmente pudo ser proyectada en su ciudad.

Al igual que con los reconocimien-tos recibidos, Kishi dijo estar contento por el diálogo que su largometraje detona tras cada función.

Además de estar en el FICG, Los lobos ha sido presentada en encuentros de cine de países como Corea del Sur, China y Cuba. Su estreno europeo ocurrió a principios de año, en la Berlinale, uno de los encuentros de cine más importantes del mundo, donde la cinta obtuvo los premios de Jurado y el de Cine por la Paz en la sección Generation Kplus.

La historia narrada en Los lobos parte de la experiencia propia del director. Igual que en la cinta, él y su hermano permanecían en un pequeño departamento mientras su madre salía a trabajar, sin embargo, Kishi no quería que su historia se quedara sólo en una anécdota.

Como resultado, Los lobos va estableciendo el trasfondo que motiva a sus personajes. A través de las imágenes, Kishi va respondiendo a las preguntas que el espectador genera, casi al mismo tiempo en que las dudas surgen. Quién era el padre de los niños, de dónde vienen y por qué huyen, son algunas de ellas.

La película de Kishi es también una obra sobre la maduración. El hermano mayor, en su afán por comprender lo que ocurre a su alrededor, descubre otra cara de su madre, quién es su madre, y quién fue su padre, y eso es universal, indicó el cineasta. Eso nos ha pasado a todos en algún momento, darnos cuenta de cuáles son las distintas caras de nuestros padres, y eso es un avance más hacia la madurez.

Más que migración

Antes de grabar, Samuel investigó, entrevistó a migrantes, preguntó a su madre y se empapó de la literatura relacionada. Su intención era centrarse en los pequeños dramas que se van presentando a los niños en unas condiciones como las que expone, sí es un historia que habla de migración, pero no se trata sólo de eso, explicó el cineasta.

A pesar de que cuando grabó Los lobos Kishi no se había planteado hacer una película para niños, con el tiempo el director se ha dado cuenta de que para muchos menores puede resultar de interés. Creo que los niños merecen un cine que los represente, que lance preguntas y que genere diálogo con sus padres, señaló.

Durante la Berlinale, el filme fue asignado a la sección de público infantil, gracias a lo cual Samuel pudo escuchar los comentarios y preguntas de un público en el que hasta entonces no había pensado. Ahora considera a Los lobos una película familiar, aunque no por ello cree que sea una cinta que los padres deban poner a sus hijos y dejarlos mirándola.

Los lobos se presentó en el Festival Internacional de Cine de Guanajuato, donde fue reconocida como mejor largometraje mexicano. Tras de su paso por encuentros fílmicos, la cinta ha sido adquirida ya en alrededor de 25 países, entre los que se encuentran Alemania, Brasil y Estados Unidos.

A pesar de las afectaciones por la pandemia, el cineasta considera que las actuales restricciones sociales contribuyeron a sumar paradigmas y cambiar de visión. Nos dimos cuenta de la potencia de las redes, de cómo buscar comunicación de otro tipo con el público.

Kishi asegura que a pesar del creciente reconocimiento, sus pretensiones no son las de hacer una obra maestra, lo que quiero es contar historias y generar nuevas narrativas, explicó, y agregó que se siente afortunado de vivir en un país que actualmente cuenta con muchos y muchas creadoras que, igual que él, buscan la pluralidad en las historias.

Aunque está concentrado en promocionar Los lobos, que espera estrenar en salas nacionales el próximo año, el cineasta ya está trabajando en sus siguientes proyectos. Grabará uno en la comunidad de Lagos de Moreno, otro en Guadalajara y un tercero en los estados de Oaxaca y Guerrero. Las cintas volverán a ser producidas por la casa Animal de Luz, fundada por la productora de cine Inna Payán.

Otras ganadoras del 35 FICG fueron Kokoloko, de Gerardo Naranjo, premio a la mejor película mexicana; mejor fotografía fue para La llorona, de Jayro Bustamante; mientras en la mejor película Iberoamericana venció la chilena Araña, de Andrés Wood.

 

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