Matos Moctezuma critica la manipulación política de la historia que se pretende hacer

Matos Moctezuma critica la manipulación política de la historia que se pretende hacer

Se rindió un homenaje virtual al arqueólogo con motivo de sus 80 años

Mónica Mateos-Vega

La Jornada

El arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma dijo que en México hoy se viven tiempos trastornados, todo lo que se había erigido se viene abajo. La ciencia y la cultura son denigradas y no se comprende el valor que tienen para los pueblos.

Durante el homenaje que a distancia El Colegio Nacional le ofreció este jueves con motivo de sus 80 años, el artífice del Proyecto Templo Mayor lamentó que la historia se tergiverse al gusto de los gobernantes.

Insistió en que “se viven momentos difíciles tanto por enfermedades como por la situación económica que prevalece. A las instituciones se les quitan los recursos, y muchas investigaciones y actividades se ven reducidas al mínimo.

Lo peor, creo, es la manipulación que se pretende hacer de la historia con fines políticos. Decir que Tenochtitlan se fundó en el año 1321 para hacerla empatar con 1521, 1821 y 2021, es un despropósito.

El investigador puntualizó que con enorme tristeza se enteró de que recién se adicionó el artículo 37 del Reglamento de la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos de 1972, para permitir que, si un códice u otro bien arqueológico o histórico de origen nacional ubicado en el extranjero entra a México, sea factible devolverlo (como informó La Jornada el 5 de diciembre).

Es algo que, a simple vista, parte de un error conforme a esta ley, consideró Matos, pues sabemos, por esa misma legislación, que todos los materiales producto de las culturas prehispánicas son patrimonio nacional, lo que implica que todo el acervo que se encuentra en el extranjero, independientemente de cómo haya salido, pertenece a la nación. Me pregunto, ¿se puede pedir prestado lo que es nuestro para después regresarlo? Eso implica reconocer que los materiales arqueológicos fuera del país no son patrimonio nacional, sino que pertenecen a ellos.

En la celebración digital a Matos Moctezuma participaron colegas, discípulos, sobre todo amigos como Mercedes de la Garza, Leonardo López Luján, David Carrasco, Manuel Gándara, Sara Ladrón de Guevara y Alfredo López Austin, quienes compartieron anécdotas para describir su faceta académica, sus logros internacionales, su gran sentido del humor y su vena de poeta.

El otoño soy yo mismo, ya convertido en invierno, expresó Matos en sus palabras de agradecimiento, y comentó que la soledad “hay que saber vivirla, porque en nuestro interior siempre estamos solos; de igual manera hay que saber vivir la muerte, pues se convierte en el omega de nuestro propio devenir.

“Los preámbulos de ella los percibí, y por eso están allí la tarde, el otoño, la soledad, todas ellas arropándome de manera tal que me ayudan a transitar por la vida. Como ven, siempre aferrado a vivencias terminales.

“De esta manera, mi paso por tantos años se fue entreverando entre aspectos sensibles y lecturas académicas inacabables. De ellos, recuerdo mi pasión por el arte que me llevaba a apagar las luces de mi casa para escuchar en la oscuridad a Vivaldi, Mozart, Beethoven, Chaikovski y muchos más que llenaban el ambiente y su música penetraba entre los intersticios de las paredes para llegar a posarse en mi epidermis, en mis arcanos internos.

“Me gusta la escultura y en alguna ocasión elaboré varias; a alguna de ellas la titulé París o de dónde venimos y a dónde vamos; la presenté en una bienal de escultura en el Auditorio Nacional, y utilicé otro nombre: Lamarche. Para mi sorpresa fue aceptada por el jurado, lo que significó una enorme alegría; se trataba de una inmensa vagina en piedra, de ahí el nombre que le asigné.”

Matos Moctezuma cerró el encuentro (que fue seguido en vivo por más de 700 personas) con un agradecimiento a todas las instituciones donde ha desarrollado sus labores, en particular al Instituto Nacional de Antropología e Historia, al que pertenece desde hace 60 años, donde ser formó como arqueólogo e investigador, y pudo llevar a cabo la incursión en el tiempo y espacios antiguos, que me permitió llegar a las esencias del pasado.

Después, hizo suyas las palabras del poeta nayarita Amado Nervo: Amé, fui amado, el sol acarició mi faz; vida nada me debes, vida, estamos en paz.

La grabación del homenaje al arqueólogo puede verse en el canal de YouTube de El Colegio Nacional : https://www.youtube.com/watch?v=YLBZtHVHWZA

 

Esta entrada fue publicada en Mundo.