Ariel de Oro a Ofelia Medina

Sobreviviente de Acteal entrega Ariel de Oro a Ofelia Medina

Durante la 63 ceremonia de los Premios Ariel de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas, que por segundo año se realizó de manera virtual. Ofelia Medina recibió el galardón de manos de Guadalupe Vázquez Luna, quien el 22 de diciembre de 1997 sobrevivió a la matanza de 45 tzotziles, perpetrada por paramilitares en Chiapas.
Ciudad de México.
Durante la ceremonia 63 de los Premios Ariel, que se realizó por segunda ocasión de manera virtual, Ofelia Medina instó a “resistir” en los difíciles momentos que se viven, en una noche sabatina en que la cinta Sin señas particulares, de la directora Fernanda Valadez, se alzó con nueve estatuillas, entre ellas las de mejor dirección, mejor película y mejor actriz, que recayó en la figura de la actriz Mercedes Hernández.

La actriz, directora y productora, galardonada con el Ariel de Oro, el cual fue entregado por Guadalupe Vázquez Luna, sobreviviente de la masacre de Acteal, expuso: “Recibir un premio por el trabajo siempre anima y se siente bonito que tu comunidad te abrace así, que no fue inútil, que nuestros compañeros lo reconocen, que es fantástico, porque nunca pensé que tantos hubieran votado por mí, gracias”.

Medina subrayó en su discurso: “Agradezco a mi comunidad cinematográfica por este dorado apapacho que me anima a seguir transitando como desde hace 55 años en que esta chamaca bailarina, huarachuda, rebelde, mal hablada y émula de Frida Kahlo llegó aquí a los estudios Churubusco”.

untualizó: “Soy parte de aquella juventud rebelde que en 1968 formó un movimiento mundial que transformó nuestra sociedades y cine; así nació lo que llamamos el Nuevo Cine Mexicano. Así he ido de Churubusco a Tlatelolco; de la selva Lacandona al escenario; de la montaña de Guerrero a la alfombra roja; me quito las botas enlodadas y me pongo los stilettos”.

En 1968, recordó, el cine mexicano “era prácticamente sin mujeres detrás de la cámara; delante estábamos las actrices, pero atrás Matilde Landeta, Adela Sequeyro, pocas guionistas y, por ahí empezó Marcela Fernández y también nuestra querida Bertha Navarro comenzó a producir cine independiente”.

Es una gran satisfacción, prosiguió, que en 2021 “en todas las categorías del Ariel hay mujeres y, en muchas de ellas, son mayoría; tuvimos que pasar una larga caminata. La visión femenina ha llegado a equilibrar y enriquecer nuestras pantallas; hacía falta y es necesaria. Hace pocos años me atreví a estar detrás de la cámara”.

La conocimos en la selva

A su vez, Vázquez Luna, al entregar la estatuilla a la actriz, externó: “Es un premio que te mereces desde hace mucho tiempo por tu trayectoria, pero sobre todo por tu trabajo, por tu esfuerzo; yo desde chiquita supe de Ofelia Medina, pero no tenía idea de que era actriz, llegaba para dar alimento a nuestros niñas y niños, a las comunidades indígenas que tienen tantas necesidades, que muchos no conocen, pero Ofelia sí y siempre está presente con el corazón en la mano; desde entonces hemos caminado juntas en este largo caminar de lucha, vida y estoy aquí representando a las personas que no ven televisión, cine, que no saben de esto; vengo en nombre de mi pueblo que está muy agradecido a entregar este galardón”.

En la ceremonia, que se desarrolló de manera ágil y de forma virtual, también recibió el Ariel de Oro, el sonidista y productor Fernando Cámara. En esta edición, Sin señas particulares fue la película más galardonada con nueve estatuillas; mientras el documental Las tres muertes de Marisela Escobedo, de Carlos Pérez Osorio, obtuvo el Ariel, así como El agente topo (Chile), dirigida por Maite Alberdi, fue reconocida como mejor película iberoamericana.

Apoyo al cine

Mónica Lozano, presidenta de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas, expresó: “Hoy nos convoca la celebración del talento en el cine mexicano, el reconocimiento de lo mejor de nuestro cine a pesar de este año complejo, lleno de dificultades, retos e incertidumbre en todos los ámbitos de nuestro quehacer como ciudadanos y creadores”.

Puntualizó: “No deja de causarnos preocupación ver que en México las políticas públicas cinematográficas están dramáticamente rezagadas respecto a lo que se hace en otras naciones. Cada vez que hemos tratado de actualizarlas y fortalecerlas, nos topamos con el argumento falaz de que, en una economía de mercado, la intervención del Estado debe ser mínima”.

Estamos convencidos –prosiguió Lozano– de que “la Legislatura que acaba de instalarse hace unos días debe cumplir la promesa de retomar a la brevedad la discusión sobre el tema, y llevar a buen puerto la iniciativa de modificaciones a la Ley Federal de Cinematografía que hemos trabajado de manera articulada con los distintos gremios e instituciones del sector. Esto permitirá pensar en un mejor futuro para nuestro cine, y para las generaciones de cineastas y espectadores por venir. No menosprecien la importancia del arte y la cultura para el bienestar de las y los mexicanos y para el futuro de México”.

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