481 Aniversario del Obispado de Michoacán

481 Aniversario del Obispado de Michoacán

El próximo 8 de agosto celebraremos con alegría el 481º Aniversario de la erección del Obispado de Michoacán, siendo elegido como su primer Obispo Don Vasco de Quiroga. La población de Michoacán, de manera especial la indígena tarasca, encontró en su Obispo a la persona que los protegía y a quien querían y respetaban como a un padre, razón por la cual lo llamaban Tata Vasco. Como intelectual y humanista, Vasco de Quiroga vio en la región purépecha la hoja en blanco para dibujar la sociedad ideal que Tomás Moro describió en su libro Utopía. El experimento lo llevó a crear una institución que él llamó Hospital-Pueblo y, más tarde, a la creación de la Escuela de Artes y Oficios. Favoreció espacios donde se atendían los enfermos, se brindaba hospitalidad a cualquier persona que llegara a tocar sus puertas solicitando alimento, cobijo o cuidado en la enfermedad.

Queridos hermanos, es bueno recordar nuestras fuentes primeras de evangelización para beber el agua pura y cristalina de las enseñanzas que nuestro primer Obispo, Tata Vasco, supo trasmitir, siendo pastor, padre y guía del pueblo que le fue confiado. La Arquidiócesis de Morelia es sucesora y depositaria del pensamiento y la obra de Don Vasco, quien fue un incansable predicador del Evangelio en estas tierras michoacanas. Que el espíritu evangelizador de Don Vasco nos comprometa a seguir realizando con alegría y entusiasmo la evangelización en nuestras tierras michoacanas y guanajuatenses. Espero que a este promotor de la justicia social, educador y protector de los indígenas lo veamos pronto en los altares y que sea nuestro intercesor para que se viva la justicia, la fraternidad y la paz en nuestros pueblos.

Hacia los pies de la Guadalupana

En estos días, miles de peregrinas a pie al Tepeyac, originarias de nuestra Diócesis se encaminan a la Basílica de Guadalupe para ponerse bajo la mirada de la Señora y Reina de los mexicanos, nuestra Madre de Guadalupe. Que esta expresión de fe a la Madre de Dios ayude a todas las peregrinas a renovar su vida personal, familiar y su compromiso con la Iglesia. Que los esfuerzos y sacrificios en su caminar los ofrezcan por sus familias, para que se vivan en ellas los valores humanos y cristianos que necesitan. Que también ofrezcan su caminar por una mayor estabilidad social donde se viva la paz. Yo también me uniré a esta hermosa expresión de amor a la Morenita del Tepeyac el día 11, compartiré con las peregrinas la Eucaristía de acción de gracias por el fruto espiritual personal y de renovación humana, familiar y eclesial de su caminar al Tepeyac.

Con mi oración, cariño y bendición.

En Cristo, nuestra Paz

† Carlos Garfias Merlos, Arzobispo de Morelia.