Apuntes para una historia…
Quien me dedicara los últimos años de su vida
Un trabajo como este con la minuciosidad y extensión con que las recopiló su autor, es verdaderamente un trabajo titánico, pero sobre todo fundamental y de servicio a los estudiosos de la historia de cualquier tema del quehacer humano en Irapuato, un servicio a los irapuatenses para conocerse así mismos y a los habitantes de Irapuato para entender su pasado, gozar su presente y planear su futuro.
El autor no está presente, quiso estarlo a su tiempo pero las circunstancias no lo permitieron. El es J. Jesús Félix Magaña, hoy por hoy el historiador mas recurrido por los investigadores sobre la región quien a sus 80 años de vida, 78 de ellos los dedicó al estudio de la historia, la filosofía y la literatura, solo 50 de ellos a la historia regional, dejando valiosos artículos y 25 años de ellos a esta obra que hoy pongo en manos de los irapuatenses entre los que me cuento por nacimiento, sangre y devoción.
“Apuntes para una Historia…” es la vida de San Marcos Irapuato, que tiene sus fiestas patronales, Las de San Marcos, el 30 de abril y la de Virgen de
Unos buscan el origen de la población, allí se encuentran sus diversas versiones, otros la llegada de la luz eléctrica, quién la fecha de construcción de
Para contar con este valioso documento se tuvo que pasar por muchas cosas, como que nuestro historiador se fijara un día a la semana, el jueves, en que cerraba el comercio en nuestra ciudad, el Henao el suyo la famosa perfumería “
Las noches estaban dedicadas a la lectura de los periódicos, los tenía desde su aparición en la ciudad en 1884, para que luma en mano se tradujeran en efemérides.
Irapuato era así como su amante, que acudía a diario a la perfumería disfrazada de mujer, para llevarse las fragancias que allí se ofrecían, como ahora acudimos los lectores a buscar identidad.
Nuestro autor estuvo entre los cinco fundadores rescatadores del Archivo Histórico Municipal. Tener entre sus manos testimonios documentales de primera mano, era su rigor y dejar testimonio de los hallazgos, el sentido de su vida y sí a esto se unía el dejar un espacio para gente como él, la opción de dejar su negocio un momento, para estar en ese grupo de amantes de papeles viejos y de olor a historia, que mejor.
Tener como interlocutores a Fulgencio M Vargas, Pedro Martínez de
Hay quien busca el dato de la primera inundación o la última, en esta obra se encuentran, es la calamidad permanente de este pueblo, otro más inquisidor busca los nombres de los alcaldes de este municipio comenzando por los Teniente de Alcaldes Mayores, los encontrará en orden cronológico, gentes como yo buscaremos las etapas de construcción del templo del Hospitalito, y no nos defrauda la obra, hay quienes quieren saber cuando se terminó la torre del Convento de San Francisco y a rodos satisface.
Leer un libro de datos parecería ser muy tedioso, pero para quienes viven en esta ciudad, los puede llenar de imaginación y recordar los primeros jorongos, cobijas de lana y rebozos trenzados, que salieron de las manos de los artesanos irapuatenses, que entre cardos tejieron los sueños de este pueblo, mientras los talabarteros grababan las baquetas de las sillas de montar y los olleros esperaban con ansia el día de plaza para vender sus jarros frente al Hospitalito.
Se recuerda el grato olor a panadería, los mesones, que hospedaban también a las bestias de carga, las fondas donde los guisos platicados eran más sabrosos y los sombreros todavía complacían a sus clientes con los “panameños”, “tejanos” y “ cubanos”, los reboceros entregaban para el trenzado a las mujeres más pobres de la ciudad, sus cambadas.
El nombre de Ramón Barreto de Tábora nos lleva al recuerdo de los benefactores de Irapuato, a la historia de la educación y a la fundación que hicieran las Monja de
Mencionar los nombres de los templos como La tercera Orden, Santiaguito, San Cayetano, San Antonio, El Convento, San Francisco de Paula,
Volver con fechas la vida de sus indios y su cofradía de Nuestra Señora de
Ese maestro de la historia como fue Don Jesús Félix Magaña, no quería que se nos fuera nada, ni un detalle y que a su tiempo lo recordáramos entre las volutas del humo de los cigarros irapuatenses, como “Los Faros”, “Monarcas”, “Argentinos”, “Casinos” y “Polares”.
Es necesario entender a esta ciudad que construía sus propios carruajes, una fábrica de carros local, empezando por los trenes tirados por tracción animal de
Nadie que se precie de ser irapuatense puede olvidar los jabones de “
Este pueblo formado mayoritariamente de indios tarascos y chichimecas, predecesores estos últimos de la gran cultura Tolteca, mantuvieron y mantienen sus diferencias culturales extraordinarias ante el mundo, que las ha aprovechado abundantemente, con los españoles de entonces, y con quienes mantienen las teorías discriminatorias, por ignorancia y a veces con mala fe, también esto se puede leer en las efemérides, basta solo son leer detenidamente.
La bibliografía utilizada por J. Jesús Félix Magaña en sus efemérides, dan seguridad de un trabajo bien sustentado, hay que agregar, las relaciones profesionales y de amistad con Don Eduardo M Vargas, Pedro Martínez de
Por otro lado él se encargaba de guiar a quienes acudían a su domicilio de la calle de reforma 24, junto al mercado, en busca de información ya fueran investigadores formales o simples estudiantes.
La ex directora de
Usufructuarios de ese trabajo, como debemos de serlo todos los interesados en el devenir de Irapuato, han sido María García Acosta y Patricia Arias, que con sus trabajos profesionales han aportado a temas muy concretos de la larga vida de este pueblo.
Al abrir las Efemérides o Apuntes para una Historia nacen los deseos de descubrir las raíces de esta comunidad. Como ejemplo bastaría pensar en que allí se nos refresca la memoria, cuando oímos que Jesús R Marques fue el creador de la colonia Moderna, mucho tiempo orgullo del nuevo urbanismo o que Arnulfo Nieto encabezó en 1947 el comité pro festejos de los 400 años de la ciudad, que la vida del Pbro. Lawers muerto en el altar, siendo cura de Irapuato, fue narrada por Isauro Torres o que la hermosa Delia Servin, además de reina de La feria y de Los Rotarios fue Srta. México.
Allí esta esa la lista interminable de Alcaldes Mayores hasta los últimos presidentes municipales de Irapuato, la fecha en que se da inicio la construcción de
Son Las Calles de Irapuato, Los Orígenes de Irapuato, entre otros que en su conjunto hacen un aporte invaluable y una invitación a que se publiquen obras de historiadores de principio del siglo XX y que han mantenido como colofón de su permanencia al Archivo Municipal de Irapuato y no la difusión masiva de contenido.
Los recuerdos familiares también se vienen de golpe con la lectura de este libro al recordar los jueves de serenata, las vendedoras de gardenias, las esquinas con la venta de la garbanza, las gorditas de trigo de cuajada, los vestidos que mi madre lleva en las fotografías de los años treintas, cuando ella era maestra rural en este municipio o las fotos de mi padre que se fue de bracero a los E E U U, cuando en la segunda guerra mundial los buscaban en
La tradicional fiesta de Todos Santos, donde
También se viene la necesidad de indagar donde quedaron los archivos de historia de Irapuato, que con tanto esfuerzo recopiló Eduardo M. Vargas yi el Padre Rafael Reyes.
Como noticia común, pero que es necesario saber es que 1916, un 26 de abril los carrancistas quemaron el Archivo Municipal, que junto con la destrucción del Convento de San Francisco, son oprobios a la ciudad de muy reciente factura.
Las camisas que lucían los irapuatenses también lo sabemos que venían de “
La obra de J. Jesús Félix Magaña es pionera de este esfuerzo y su contenido engrandece a los historiadores de su tiempo y alimenta a los actuales, mientras invita a las nuevas generaciones a conservar su patrimonio pero sobre todo a incrementarlo.