Templo y Colegio de Propaganda Fide en Querétaro

Colegio de Propaganda Fide, de La Santa Cruz de Los Milagros

Está fundado el pueblo de Tlachco o Querétaro o Anda Maxei, El Gran Juego de Pelota, como era conocido antes de la invasión europea y después de ella y hasta nuestros días, en la loma sagrada del Sangremal, cerro venerado anualmente en forma multitudinaria por el pueblo de indios de Querétaro. 

“…ha más de ochenta años que la devoción de los fieles así españoles como indios, conmovidos de algunos milagros  patentes que vieron  en una Santa Cruz que estaba en un humilladero, puesta y colocada allí por religiosos de la orden de San Francisco cuando se pacificó aquella tierra…”.  “Es el santuario de más devoción de aquel reino”. 

Juan de la Cruz, maestro de arquitectura, hábil en el conocimiento y labrado de  la cantera, bajo su mando cortó, las achaflanaron y las esculpieron, formando la cabeza y los brazos de la cruz, el cuerpo y la peana.  Cuando fue trasladada al templo, fue metida a  una caja de plata, con rayos del mismo metal, con sus respectivas vidrieras, alhajas y reliquias. 

A

l inicio de la sumisión de Conín a las tropas de Nuño de Guzmán, cercano el año de 1531, en la cima de la loma del Sangremal, por el camino a Tenochtitlan, después llamado camino real a México, en terrenos propiedad de este pochtecatl y conquistador, se levantó un humilladero, donde una cruz de piedra blanca sin labrar, fue reconocida por ambas religiones y pueblos, tanto de indios como de españoles. 

En 1540 Conín trae a residir a los frailes franciscanos a Querétaro y les entrega solar y medios para construir su claustro y templo, que llegaría a ser una gran ciudadela o el llamado Convento Grande de San Francisco y primera sede de la primera parroquia de la región. 

Para 1556 en la loma del Sangremal y a instancias de los frailes, Conín, a sus costas, instala el primer hospital para indios, en la casi recién refundado pueblo de Querétaro, llamado Hospital de San José de Gracia, lugar que en forma modesta tenía donde celebrar misa y celdas para enfermeros y capellán. 

Para 1654 se fabricó una iglesia y su convento y para 1670 lo destinó la Provincia de Michoacán para convento de recolección con el título de San Buenaventura, dice por ahí la crónica de Fray Isidro Félix De Espinosa que “los hombres de la antigüedad, ignoraban la antigüedad de la ermita” (humilladero). “Le tributaban culto por estar a orillas del camino real: aunque los naturales del pueblo nunca olvidaron hacerle particulares obsequios”. 

“Se dejaba ver de todos nuestra cruz en campo abierto, aunque conservando su peana que adornaban los indios con flores y verdes ramos”. 

A mediados del siglo XVll el rey Felipe lV con fecha de primero de febrero de 1653, emitió la cédula real para la fábrica de templo y convento de la Santa Cruz de Querétaro. “Cuando la Santa Provincia dio esta casa a los misioneros, era campo solamente para doce religiosos, sin contar los novicios, que con divisiones de tablas dormían en las celdas”. Para 1701 existía ya un gran conjunto conventual, con templo, claustro y demás anexos, nuevos. 

El 15 de agosto de 1683 se estableció el primer Colegio Apostólico Para La Propagación De La Fe, en toda América, se dan grandes transformaciones. Se construye el coro, el crucero, la sacristía, el Camerín para la Santa Cruz de los Milagros. 

“…y por los años de 1683  se fundó este tan suntuoso convento, siendo su primer fundador, prelado y prefecto de las misiones de propaganda fide, el venerable padre fray Antonio Lináz de Jesús María, quien acompañado de veintisiete religiosos de las provincias de Europa, por real cédula del rey Carlos ll y por Breve del Papa Inocencio Xl”. 

Por dos siglos los franciscanos que aquí se capacitaban para ser enviados a evangelizar el norte y sur de lo que fue México. De donde salieron frailes muy connotados como su fundador Antonio Linaz, Antonio Margil de Jesús, en Centroamérica, Francisco Casañas, protomártir de este colegio, Francisco Frutos, Isidro Félix de Espinosa, cronista 

Existe una cruz, en uno de los muros de la capilla de La Asunción, se dice de ella que fue mandada a esculpir por Fray Margil de Jesús en 1697 y la hizo colocar en el atrio de este templo y colegio. Mide más de tres metros y medio de largo y el travesaño más de dos metros y medio, con más de 16 relieves con los signos de la pasión. Esta cruz fue removida del ya inexistente atrio en 1861. 

Es importante visitar el conjunto escultórico que encabeza el llamado Cristo o Señor de Esquipulas, de origen guatemalteco y que se encuentra en un costado y nicho, en la capilla de La Asunción. 

También se encuentra en esta capilla el mausoleo de Doña Josefa Vergara, que representa un féretro, donde una mujer llora. El conjunto es interesante. 

En 1684 “La iglesia está decente, pero es de una estructura irregular por un cuerpo de edificio, que tiene al lado del evangelio dividida  la parte  principal por una pared y a la que se entra por dos puertas. La mayor parte del convento es de bóveda bajo techo y no tan cómodo, grande y hermoso como el de San Fernando”. 

La iglesia a todo costo construida,  que se compone de varias bóvedas, que forman un cañón con su crucero y media naranja y al lado norte una capaz y bien proporcionada capilla, dedicada a Nuestra Señora de Los Dolores. La Iglesia tiene muy valiosos retablos dorados de pulida fábrica con bellas esculturas y hermosas pinturas. 

En la capilla se realizó uno, a expensas de la señora Petra de la Campa y Cos, siendo realizado por Pedro de Rojas, en 1745. 

En 1712 se edifica El Calvarito, para el vía crucis y la celebraciones  del viernes santo. 

En 1735 El agua del acueducto llega a la caja repartidora y la fuente situada en el muro poniente del convento, frente a la plazuela. 

En 1785 se edifica la capilla de indios de San Francisquito, por los frailes de este colegio y es dedicada al año siguiente. 

En 1849 por un incendio accidental es quemada la biblioteca y una parte importante del edificio. 

En 1860 se da la exclaustración de los frailes. 

En 1890 este monumental colegio está en ruinas. 

En 1946 es devuelta la mayor parte del Colegio. 

En este convento podemos admirar, además de su suntuosidad y gran tamaño, el bello jardín del Árbol de las cruces, una de las más hermosas leyendas, junto con la de La batalla del Cerro del Sangremal y sus apariciones y detención del sol. 

“El Patio de Aguas” donde se encuentran las pilas y llegan los desagües para el almacenamiento del agua de lluvia. El patio del último arco donde llegara el agua pura después de recorrer 8 kilómetros desde El Capulín, en La Cañada. 

Los muy numerosos acontecimientos histórico-políticos sucedidos en Querétaro a partir de 1810, hasta mitad del siglo XX. 

Los espacios tan grandes cedidos a la educación en el Jardín de la Cruz y parte de su huerta al  deporte local y el Panteón de Pobres, para albergar a nuestros Hombres Ilustres, su gran biblioteca y su ubicación donde se domina la ciudad y se ven los mejores atardeceres del mundo. 

Su plaza donde inmemorialmente se celebra del 12 al 15 de septiembre la fiesta de la Recolección o como se llama ahora de La Exaltación de la Santa Cruz.