El Cerro de las Campanas
El Cerro de las Campanas es conocido internacionalmente y visitado por miles de turistas de todo el mundo y del país mismo, debido a los acontecimientos, ocurridos en Querétaro del 6 de marzo al 19 de junio de 1867
Este montículo, ubicado al poniente de la ciudad de Querétaro, conocido tradicionalmente como “Cerro de las Campanas”, es uno de los lugares más visitados por propios y extraños, es sabido que estuvo entre las propiedades, al inicio de la invasión española en la región, concedido como merced de tierras, por cédula real, a Marcos García, quien construyera en sus cercanías una capilla, bajo la advocación de Señor San José.
De esta manera inicia el nombre de la zona y del cerrillo, que perteneciera al español mencionado y durante largo tiempo a la llamada Hacienda de La Capilla.
Durante la guerra de independencia, ante el embate de los insurgentes, el ejercito realista, en octubre de 1810 fortifica el Cerro de Las Campanas como punto estratégico, para la defensa de la ciudad.
El 10 de marzo de 1867, la ciudad de Querétaro fue sitiada por 18 mil soldados pertenecientes al ejercito liberal, fue en el llamado “Sitio de Querétaro”, terminado después de dos meses y cinco días, ante un Querétaro, destrozado y empobrecido.
Comenzó el cerco, desde la Hacienda de El Jacal hasta las faldas del cerro del Cimatario, siguiendo por la Cuesta China y de allí por la Hacienda de Callejas, la Garita de México, el cerro de Pathé, continuando por la orilla del río, por la Otra Banda, pasando la Capilla del Señor de los Alamos, llegando a los cerros de San Gregorio y San Pablo, hasta terminar en el Cerro de Las Campanas.
Al triunfo de la república, el Cerro de Las Campanas era propiedad privada de Guadalupe Piña de Mena,
Comienza el mito de este cerrillo, con puesta de tres cruces de vara, levantadas donde fueron ejecutados el Príncipe Maximiliano y sus dos generales aliados, Miramón y Mejía.
Posteriormente el gobernador de Querétaro, coronel Julio Cervantes advirtiendo la importancia histórica del lugar ordenó, se levantara un monumento en el sitio de la ejecución y se abriera una calzada que condujera al lugar de los hechos.
Más tarde el gobernador Benito Zenea intentó comprar el predio, para que fuera propiedad de la nación.
Por el año de 1880, se colocaron tres cruces de madera, pintadas de negro con guarniciones de hierro y las iniciales de los fusilados, en color blanco, Más tarde durante el gobierno de Rafael Olvera, fueron levantadas tres columnas cuadrangulares truncadas.
La Casa de Austria y buscando un acercamiento entre los gobiernos de Hungría y Austria, se permitió levantar una Capilla Propiciatoria en 1901.
La construcción de la capilla fue encargada al arquitecto Maximiliano Mitzel y la dirección al entonces presbítero Marciano Tinajero y Estrada, después obispo de Querétaro. La capilla fue bendecida por el obispo Rafael Sabás Camacho un 10 de abril de 1911, con asistencia de ministros de los gobiernos de Austria y Hungría y Conchita Miramón, hija del general conservador fusilado en el Cerro de Las Campanas.
La capilla es sencilla, austera y de estilo neo gótico vienés de cantera rosada, de alero y remate, el techo cubierto de teja de Bélgica En el altar de la capilla estuvo una pintura de “La Piedad” del pintor De Lunge de la Escuela de Bellas Artes de Viena, obsequiada por la Archiduquesa Sofía madre del príncipe Maximiliano.
Un siglo después, el 15 de mayo de 1967, se levantó en el Cerro de Las Campanas una monumental estatua de Benito Juárez, en piedra negra del escultor Juan Olaguibel, en base de cantera rosa y frente a una gran explanada y con una balaustrada desde donde se aprecia la ciudad agradablemente.