Taxco, un templo
Santa Prisca
En el siglo XVlll, José De
“ Es la más notable de todas (las iglesias) y representa la culminación del barroco en el nuevo mundo”.
De
El cerro de
“ Ciertamente es raro, es grande, es eximio es admirable, el rico que no espero en sus tesoros y que en medio de la riqueza se mantuvo sin mancha y sin soberbia” dice Ximènez Frías.
Hablar del templo de Santa Prisca en Taxco, es dirigirse a la cantera y al oro, trabajado en manos de indios, ideado por Cayetano de Siguenza e Isidoro Vicente Balbàs, para dar por resultado el exceso, el barroco que las manos indígenas llevaron a su máxima expresión, dejando al mundo sin poder superarlo.
Elisa Vargas Lugo dice: “ La nave del templo, situada de oriente a poniente, esta compuesta de cuatro tramos, divididos con pilastras con contrapilastras, sobre las que descansan los arcos torales. Estos apoyos presentan tableros resaltados en los fustes a manera de vigorosos almohadillados que cubren también el intrado de los arcos. Los capiteles son de tipo corintio. Un fuerte y moldurado cornisamiento, que es una de las aportaciones más novedosas, que recuerda el interior del Sagrario de la ciudad andaluza.
El dogma de
Arquitectos, retablistas, talladores, tracistas, pintores y decoradores, traducen la plástica barroca, encaminada a actuar de manera simultánea en la totalidad de los sentidos. Es el triunfo de la conquista española, que se erige, es la mano de los vencidos la que se manifiesta. Allí cantan sus estìpites, el oro, los lienzos, la luz.
José De
Cerca de 150 años paso el templo de Santa Prisca y San Sebastián en el silencio, su esplendor fue solo delicada belleza callada, hasta que por 1908 Antonio Peñafiel escucha a Miguel Basurto Moreno, párroco del lugar y se dan los primeros estudios históricos.
Dice Peñafiel: “La capilla llamada de los indios tiene su historia, el lugar que ocupa
En 1921 Francisco Diez Barroso señala: “Muy interesante es la iglesia parroquial de Taxco, que pertenece a este grupo (neo plateresco con base borrominesca)… esta iglesia constituye probablemente el ejemplar más interesante entre las iglesias de este genero que fueron construidas en
Para 1927 el famoso pintor Dr. Atl la califico de ultrabarroca, mientras en 1931 Manuel Tussaint habla de un templo bello, homogéneo, airoso, ligero, con cierta influencia chinesca en los remates de las torres, cuya talla es tan fina que parece de madera de sándalo o marfil.
Para 1951 Joseph A. Baird se aboca a analizar las formas y concepciones de los retablos.
“ Los retablos del ábside y cruceros son desde el punto de vista de su composición diferente a los de la nave… lo notable acerca de los retablos de Santa Prisca y San Sebastián de Taxco, es la precoz presentación de direcciones…”.
Ese mismo año Pàl Kelemen encuentra semejanza del templo de Santa Prisca y San Sebastián con las iglesias mineras de Brasil ( ¿). Mientras en 1958 Justino Fernández opina:
“ Se destaca como una joya… por su compilación y riqueza, es ultrabarroca sin utilizar estìpites churriguerezcos… es una obra maestra…”.
También hablan de ella en 1959 Kubler y Martín Soria, Pedro Rojas lo hace en 1963 y Jaime Castrejòn en 1964.
Santiago Sosa Gallardo señala. “ De gran prestancia barroca y profusamente ornamentada, la iglesia de Santa Prisca…” mientras que Leopoldo Castedo afirma que es una obra mestiza con conceptos indígenas, una obra diferenciada, con lo que no están de acuerdo muchos autores, pero les recuerdo que indios y mestizos fueron sus constructores. 16 estudios se hicieron desde
“ El barroco novo hispano, dice Octavio Paz, dejò obras notables y que se cuentan entre las mejores de esa tendencia en todo el mundo. Me refiero a la poesía, la arquitectura y al exquisito arte del retablo, que alía el volumen, el color y la luz a la sombra”.
Las palabras de Luis Ortìz Macedo dicen: “ El claroscuro que matiza el interior del templo varía de acuerdo a las diferentes horas del día, dependiendo de los diversos acentos con que la luz actúa sobre los espacios, transformando constantemente la pujanza de las vibraciones y ritmos formales que construyen su ornamentación integral. A cada cambio de luz y sus modulaciones, la afección por lo sublime y lo supraterreno se va dando de manera diversa, en cuyo recinto se acentúa la penetración de la luz por los amplios ventanales”.
Taxco, antiguo Tetalcingo allá por 1529, luego Mineral de Taxco en 1570, Taxco habitado por Tlahuicas, que a la llegada del español fueron llevados a las minas. Formaron sus barrios como el de Tlachcotecapan, en honor a su antiguo pueblo del juego de pelota, cercano a tan solo
Manuel Tussaint dice por otro lado: “ El atrio se halla limitado por dos monumentos, uno esbelto a San Miguel Arcángel y el otro es una cruz esquinada en un ángulo de 45 grados. La fachada nos muestra un bello ordenamiento barroco. Dos cuerpos y un remate, la encuadran columnas geminadas, lisas las bajas, salomónicas las superiores… medallón ovalado… el bautismo de Cristo. El remate con una columna coronada por una concha y dos escudos a los lados. El reloj con
Son los criollos adinerados quienes patrocinan las grandes construcciones en
Por su lado Elisa Vargas Lugo habla así: “Los retablos del sotocoro y de la nave, son anàstilos, es decir que sustentan su estructura mediante columnas, en este caso sustituidas por pilastras peana, en cambio en los laterales del crucero surgen poderosas las pilastras estìpite en ambos registros con todo y sus componentes, -peana, fuste piramidal invertido, modulaciones, cubo y capitel de linaje corintio- cobijados bajo el enorme remate que avanza sobre la superficie de la bóveda en deslumbrante proyección. En el retablo mayor los estìpites tienen tal cantidad de ornamentos que casi no se reconocen y los remates presentan novedosas soluciones características de los avances de la dinámica barroca en la segunda mitad del siglo XVlll”.
“ Ròleos follajes abultados, conchas, guirnaldas y querubines, en audaces actitudes aparecen por todos lados”. Es Balbàs quien habla.
Entrando al templo, del lado izquierdo se topa con San Isidro, San Jorge, San Vital, San Roque, en medallón esta San Antonio Abad. En el lado derecho: Santa Lucia, Santa Barbara, Santa Catarina, Santa Ursula, y en medallón Santa Inés.
Los dos altares del sotocoro donde encontramos este desfile de santos en sus respectivos retablos, tienen cuatro ángeles cada uno, unos con ròleos, otros con palmas de martirio, seis querubines en cada lado, las puertas laterales en rojo, dando la impresión de iniciar la gloria, son los santos laicos llevados a la gloria, son los nuevos ídolos de estas tierras. Una vestal y un campesino presiden los altares respectivos.
La belleza de la cantera almohadillada contiene los altares de inicio de la nave, a la izquierda San Juan Nepomuceno, San Lorenzo levita, San Pedro Arbues, San Félix, San Vicente de Paul, San Francisco de Borja, San Francisco Javier, San Pedro Canisio, es el conjunto la exaltación del sacerdocio. Preside el retablo el santo de la buena fama, hay en él cuatro ángeles, doce querubines, dos medallones al óleo, en este altar la concha aparece toda llena de gracia
A la derecha los siete arcángeles, los enviados del Señor: San Miguel, San Rafael y San Gabriel dan inicio al retablo en lo mas alto, le siguen cuatro mas, en medio doce querubines y cuatro ángeles. La patrona de España y de Zaragoza
Viene la puerta lateral y la entrada a la capilla de indios o naturales. Donde dos óleos gigantes presiden la entrada, son los martirios tanto del joven guerrero San Sebastián y el de la doncella hermosa santa Lucia, patronos del templo, recuerdo del sacrificio humano mesoamericano, gran analogía con la cosmovisiòn indígena, como si fuera solamente coincidencia o incidencia de trescientos años de convivencia entre mesoamericanos y europeos.
Manuel Tussaint dice: “ Los retablos deslumbran en una tempestad de oro fino… recreo en los huecos de las entrecalles… volutas… repisones y ménsulas… nichos… fantasía humana llevada al paroxismo… piedad exaltada a lo sublime… la magnitud dando corazón al oro… la obsesión de la concha… bóvedas sostenidas por arcos suntuosos… retablos llenando los huecos de los arcos…”.
La capilla de la animas o de los naturales, que se encuentra a la mitad de la nave y a su entrada se topa con el retablo principal, tipicamente churrigueresco, con un solo cuerpo coronado con un remate, todo en rojo y oro.
Sus estìpites se elevean sobre peanas, por los lados chorrean granadas y follaje, donde Cabrera pinta la concepción mesoamericana de la vida y la muerte en un medallón donde
A los lados otros dos retablos el uno al “Padre Jesús” el otro a María la madre de los dioses, el primero de dos cuerpos y remate. Al óleo un hermoso Cristo agonizante, dos pinturas mostrando la flagelación y la coronación de espinas, al centro Jesús con la cruz acuestas, María y el Bautista en talla a los lados y a la izquierda en el remate