Rescata libro de cocina patrimonio
cultural potosino del siglo XVIII
“Cuadernos de cosina de barios guizados”
El libro «Cuadernos de cosina de barios guizados» incluye dos tomos de los cuatro cuadernillos de cocina, uno de los cuales contiene el lenguaje propio de la época.
A fin de rescatar el patrimonio cultural potosino y la elaboración de platillos surgidos entre 1778 y 1800, la víspera fue presentado aquí el libro Cuadernos de cosina de barios guizados (sic).
El volumen, una publicación de
La edición facsimilar reúne las recetas de cocina del siglo XVIII, con textos elaborados en esa época, según investigaciones de la historiadora y cronista del municipio de San Luis Potosí, Isabel Monroy Castillo.
Incluye dos tomos de los cuatro cuadernillos de cocina, uno de los cuales contiene el lenguaje propio de la época, además de otro con la actualización de los vocablos y su sintaxis.
De los cuatro cuadernillos, se atribuye la autoría a tres personas: María Ildefonso Pérez Calderón, Condesa de Peñasco, y probablemente a dos de sus nietas. Los textos fueron descubiertos por Sandra Castro Barrera entre diversos documentos pertenecientes a su familia durante tres generaciones.
La historia de la gastronomía revela la estrecha relación de ésta con la evolución del hombre en su proceso de civilización y el papel que ha jugado la comida como factor determinante para el surgimiento, desarrollo y extinción de las sociedades en la historia.
En este caso, la cocina potosina es una mezcla de elementos de tradición indígena y española, se establece en la obra.
Cabe comentar que algunos de los platillos tradicionales de San Luis Potosí en esa época, en particular de Río Verde, son: birria, asado de boda, cecina tipo huasteco, chorizo, guiso borracho, tamales y mole rojo.
Por lo que se refiere a los dulces, destacan las chancaquillas de piloncillo con semillas de calabaza, ajonjolí o cacahuate, las naranjitas concus rellenas de coco y las bebidas con licores cítricos.
También es conocido hasta la actualidad el zacahuil, que es un enorme tamal de masa de maíz martajado y enchilado, envuelto en hojas de plátano y relleno de pollo o guajolote, y cuyos antecedentes se pueden encontrar en la época prehispánica.
De igual forma, los nopales con papas de monte, mezclados con palmito y cabuches; el cabrito al pastor; las enchiladas potosinas; chocolates, dulces elaborados con leche de cabra como natilla y cajetas y el rico queso de tuna, que todavía hoy hacen el deleite de los potosinos y todos los visitantes.
Al evento asistieron Azucena Suárez de Miguel, directora de
Cabe mencionar que los «Cuadernos de cosina de barios guizados» (sic) fue presentado en diciembre pasado en la ciudad de San Luis Potosí.