El Estudiante
en los Antiguos Colegios
Jesuitas de Querétaro
José Félix Zavala
Hace unos días estuve en el salón de sesiones del Consejo Universitario de
“No estudien los que no son aptos.- Primeramente porque no todos los que quieren estar en esta compañía tienen talento para los estudios, por faltarles ingenio o memoria o también por no tener salud corporal que sufra el trabajo de estudiar. A los incapaces para el estudio les toca ayudar a los otros”
Entre otros muchos versículos de estas constituciones se puede leer: “Las facultades que todos deben aprender son: Humanidades, Lógica, Filosofía, Matemáticas, Moral, Metafísica, Teología y Sagrada Escritura. Todos procuren leer bien y escribir, y en especial se hagan buenos latinos y estudien griego y hebreo con el permiso del rector”
“Todos antes de ir a sus clases estudien lo que ha de verse para que entiendan mejor lo que el maestro habrá de leer”
Sobre los maestros señala Ignacio de Loyola: “Procuren ser doctos y diligentes, asiduos y procuren ganarse la voluntad de los estudiantes para que estos puedan aclarar las dificultades que encuentren en sus estudios”
Sería muy loable que el Consejo Universitario, el Rector y todos los Académicos tuvieran presente este código de los famosos Colegios Jesuitas, para que
“Los gramáticos y humanistas tendrán un día a la semana reunión, para escuchar entre ellos a los más destacados en la literatura y la poesía para bien de los que menos saben. En otro día se reunirán para ser jueces entre ellos mismos para que al recitar sus ensayos puedan ser discutidos. Que estos gramáticos ejerciten su estilo para escribir, especialmente en sus cartas y ensayos.
Leyendo la guía para el examen general a los aspirantes a
Por otro lado son muchos los aspirantes y pocos los lugares disponibles, de tal suerte que también no parece buscarse la excelencia sino la decepción de quienes han sido llevados desde el Jardín de Niños hasta el Bachillerato creyéndose dignos de los diplomas que en estas diferentes etapas han recibido