El alza en los alimentos y seguirá dicen
Israel Rodríguez J.
El banco central señaló que entre abril de 2007 y marzo de 2008 la compra de estos 127 alimentos e insumos agropecuarios requirió un pago al exterior por 12 mil 898 millones de dólares, 4 mil 937 millones de dólares más que los requeridos para el mismo fin en 2005, el último año en que ese universo de productos mostró estabilidad de precios en los mercados internacionales. Así, al cierre de marzo de 2008 el valor de dicha canasta registró un incremento de 62 por ciento con relación a los 7 mil 961 millones de dólares pagados en 2005, indicó.
Banxico recordó que durante los pasados 35 años se han observado varios episodios de precios relativamente altos de alimentos. Sin embargo, lo que caracteriza la coyuntura actual es la significativa magnitud de los incrementos que han ocurrido simultáneamente en un amplio grupo de productos.
El valor de las importaciones de México de un conjunto de 127 insumos de origen agropecuarios y de diversos alimentos resultó, en el primer trimestre de 2008, de 3 mil 527 millones de dólares.
Este valor de importaciones se incrementó de manera significativa a partir de 2006, debido principalmente a las alzas de los valores unitarios o precios medios de esa canasta de productos.
En los productos de importación de origen agropecuario, en los que su encarecimiento ha implicado una pérdida significativa para el país, sobresalen maíz, trigo, soya, leche en polvo y las semillas para siembra.
Así, tan solo en esos cinco productos la consecuente pérdida de ingreso para el país en el periodo comprendido de abril de
Banxico reconoció que también los precios a valores unitarios de una gama de productos agropecuarios que México exporta, especialmente de frutas, legumbres y hortalizas, han presentado una tendencia al alza, pero ésta ha sido reciente y mucho menos acentuada que la ocurrida con los precios de los 127 insumos y alimentos de origen agropecuario que se adquieren del exterior.
Esta diferencia neta entre los montos de los precios de las importaciones contra las exportaciones entre abril de 2007 y marzo de 2008, el Banco de México la estimó en 2 mil 786 millones de dólares.
A partir de 2006 los precios internacionales de las materias primas agrícolas, especialmente granos y lácteos, han presentado una trayectoria ascendente. Dichos aumentos se han traducido en elevadas tasas de inflación de alimentos en todo el mundo.
El valor de las importaciones de México de un conjunto de 127 insumos de origen agropecuarios y de diversos alimentos resultó en el primer trimestre de 2008, de 3 mil 527 millones de dólares y se situó en 12 mil 898 millones en el periodo comprendido de abril de
Por otra parte, a valores unitarios de importación, implicó que en el primer trimestre de 2008 un encarecimiento de tales adquisiciones de mil 188 millones de dólares y una pérdida en el periodo anual de referencia de 3 mil 428 millones de dólares.
Sólo para términos comparativos, durante 2007 el monto de los ingresos petroleros programados fue de 815 mil 447.9 millones de pesos, pero el monto de los ingresos petroleros observados fue de 863 mil 84.4 millones de pesos, es decir, un excedente de 47 mil 636.5 millones de pesos, equivalentes a 4 mil 452 millones de dólares, según señala el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas, con base en datos de
El alza de los alimentos se ha acentuado significativamente en los países emergentes, incluido México, alcanzando según estimaciones del Banco de México una variación anualizada de 20 por ciento en febrero de 2008, cuando en 2005 esta alza fluctúo en alrededor de 5 por ciento.
En su informe sobre inflación al primer trimestre de 2008 el Banco de México, indicó que en la mayoría de los países, la carestía de los alimentos ha afectado en mayor grado a los hogares con menores ingresos, explicó que esta situación ha generado presiones sociales que han llevado a varios gobiernos a aplicar diversas políticas. En el caso de algunos países exportadores de granos estas políticas, si bien contrarrestan los incrementos de precios internos, también restringen la oferta internacional y, en el mediano plazo, podrían desincentivar la producción.
Para los países importadores de estos productos, como es el caso de la economía mexicana , esto ha implicado una pérdida de ingresos.
Las causas de los incrementos de precios que se han observado en las materias primas alimentarias incluyen una combinación de cambios estructurales y choques temporales. Los cambios estructurales incluyen factores tanto de demanda como de oferta.
Entre los factores de demanda destacan, las altas tasas de crecimiento de países emergentes como China e India y la consecuente mejora del poder adquisitivo de su población que ha incrementado su demanda de cárnicos y lácteos, lo cual a su vez ha aumentado la demanda por granos.
Adicionalmente, el mayor uso de bioenergéticos, que utilizan insumos como la caña de azúcar, maíz, oleaginosas y aceites.
Además, la mayor participación de inversionistas en los mercados internacionales de materias primas agrícolas. Lo anterior en virtud de las reducciones en las tasas de interés, depreciación del dólar y anticipación de la tendencia futura de los precios debido al desarrollo esperados de los bioenergéticos.
Por su parte, entre los factores de la oferta, sobresalen la disminución gradual de inventarios globales, en particular de los cereales, debido principalmente al alto costo de almacenar perecederos, así como los incrementos en los precios de los combustibles, que han incidido sobre los costos de producción y transporte.
Otros factores que han repercutido es que en los pasados dos años varios de los países con una producción relevante han resentido choques temporales de oferta, propios de este sector, como son condiciones climáticas adversas.
Ello ha ocasionado presiones sociales que han llevado a varios gobiernos a aplicar diversas políticas enfocadas a mitigar los altos precios internos de los alimentos. Sin embargo, algunas de las medidas aplicadas han generado mayores presiones en el mercado internacional. Por su parte, los países importadores tienden a reducir las restricciones al comercio, presionando la demanda y, por otra, algunos países exportadores han impuesto restricciones al comercio lo que incide en una contracción de la oferta global.