Los alimentos terrestres
Julio Figueroa
A Luis Gabriel Osejo,
diferencias aparte,
solidariamente
Hacia el final del sexenio y en vísperas de la elección del candidato sucesor, el gobierno panista queretano de Francisco Garrido Patrón se endurece todavía más. El oscuro poder no dialoga, no tolera la crítica y no aguanta las bromas, no hace bromas; desde la tenebra (el lado oscuro de la vida pública) golpea con todo. Sólo la luz pública nos puede proteger un poco, sólo un poco, del oscuro poder.
Aguas, aguas, aguas, hay que estar bien atentos: abrir los ojos de las palabras y afinar la mirada crítica.
El poder autoritario y represivo del oscuro poder frente a la libertad de conciencia ciudadana y la potencia creadora de las palabras críticas en libertad. Con trabajo no nos destruyen. El poder pasa y se acaba; la poesía crece y florece.
Un escritor y un periodista verdaderos no necesitan ni pluma ni papel ni medios para decir lo que quieren decir cuando de veras quieren decirlo. Por fortuna, en nuestros días hay muchas maneras de hacerlo y el poder ya no es absoluto. Ahora hay varios poderes en conflicto disputándose o repartiéndose el gran poder. El poder político ya no es monolítico y los poderes fácticos como los poderosos medios de comunicación también quieren su gran tajada, incluso aquí en Querétaro, en amasiato con el otro poder.
Efraín Mendoza citado por Luis Gabriel Osejo:
–Los medios de comunicación en Querétaro son empresas comerciales, no periodísticas. (Una verdad así de simple y así de grande).
¿Quién hace el periodismo en Querétaro? ¿Los reporteros de a pie, los jefes de información, los directores y los dueños de los medios, los grandes anunciantes de los medios, el gobierno negociando la publicidad oficial con los medios? ¿Hay una prensa comercial crítica y con peso en Querétaro? ¿Algo semejante, digamos, a Proceso, Reforma, La Jornada, Milenio Diario, El Universal, Letras Libres, Nexos, Replicante, Monitor, Canal Once…?
Gabriel Zaid:
–Las elecciones del 2000 consumaron la destrucción del poder central, y no lo reemplazaron. Volvió la guerra de principios sagrados, y se desataron los caciques: locales (gobernadores), sectoriales (líderes sindicales, “campesinos” y “populares”) y criminales, que son híbridos. Como poderes regionales, son una regresión a los tiempos anteriores al porfiriato: bandidos que dominan territorios. Como poderes sectoriales, militarizan la lucha intersindical por la dominación del sector.
–Ya no existe el supremo árbitro (capo di tutti capi), y todavía no hay instituciones democráticas suficientemente fuertes para que impere la ley. Los partidos mismos son cacicazgos sectoriales, dedicados a la guerra intersindical por el queso. (“Cacicazgos sectoriales”, Reforma, 31-VIII-2008).
¿Qué hacer como periodistas, escritores, intelectuales, artistas y palabreros rodantes? ¿Qué hacer como ciudadanos libres frente a los capos y capitos del poder político y económico y mediático? ¿Qué hacer más allá y fuera de los tristes partidos políticos partidos de la sociedad y repartidos en sus propios intereses?
No tengo las respuestas, sólo tengo mil preguntas.
Pero no me cruzo de brazos ni me apoltrono en el sillón. Salgo a la calle y doy la pelea que me toca dar. Si el poder tiene sus pares en los cielos, los ciudadanos en la tierra tenemos que encontrar entre todos los alimentos terrestres democráticos y existenciales –y compartirlos. “El camino es la meta y nadie avanza solo / y el agua se comparte o revientas” (JEP).
¿Cómo que se perdieron las cuentas públicas de la obra oficial “Paseo Constituyentes”? Obra que pasó a costar, dicen los que saben, de más de 200 millones de pesos a más de 400 a cerca de 600.
¿Ciudad de las Artes o Ciudad de los Negocios?
¿Querétaro va en Grande o en Glande? (Última broma escuchada en la redacción de un periódico; la gente se desquita como puede).
¿Qué harán con los 124 millones de pesos que les acaba de traer en bandeja de plata el joven secretario Juan Camilo Mouriño, para el combate contra la inseguridad?
¿Y los crímenes sin criminal de la BMW, Octavio Acuña, Genaro Arres, etc.? ¿Crímenes sin criminal, crímenes del poder, Rey de la Impunidad?
La libertad de expresión empieza en la libertad de conciencia. Y sin preguntas no hay saber. Naturalmente la censura puede censurarnos, pero no dejemos al menos que nos autocensure. La broma y el chiste son un recurso político formidable. No el oscuro rumor anónimo (igualmente producto de su poca transparencia). La tenebra del poder se ilumina con la risa. ¿Querétaro va en Glande? Ja ja ja.
Pero la crítica del otro empieza con nuestra propia crítica y con la risa de nosotros mismos. Mirarnos sin trampas y exponernos desnudos. Encontrando fuerzas en nuestra fragilidad asumida.
Va la “Perspectiva Completa” de Luis sobre Luis Gabriel Osejo en VI partes:
I- Lo que señalas es un hecho: muchos periodistas han sido obligados a abandonar los distintos medios de información en los que se desempeñaban. Con lo que no coincido es con la lectura. No puedes culpar a Francisco Garrido. Parto de la premisa de que todo político buscará, por los medios que sea posible, cuidar su imagen, hacerse del poder y permanecer en él lo más que pueda. No sorprende, pues, que las oficinas de prensa de gobierno del estado traten de convencer a los directores de medios para que remuevan a alguien. Lo que sí es lamentable es que los directores y dueños de medios de información…
II- Decía que lo que sí es condenable es la actitud de los directivos de medios y de muchos otros periodistas que juegan el juego del gobierno. Lo que hace FGP no es una imposición; la salida de periodistas como tú es negociada, es acordada por muchos actores en gobierno y en los medios. No es que gobierno controle a los medios, es que los medios se prostituyen. ¿Qué sucedería si los medios se negaran a hacer caso a gobierno? ¿Les quitan la publicidad? ¿Y si los medios dejan de cubrirlos? Creo, pues, que hay maneras para que, si los medios tienen un compromiso real, puedan proteger y mantener su independencia…
III- …mantener su independencia frente al Estado. Pero dejémonos de cinismos: los medios no son víctimas del poder, son parte del poder mismo, son actores políticos con intereses particulares que negocian con gobierno para proteger sus privilegios. No acusemos a Garrido de intentar hacer lo que cualquier político intentaría –no espero más de ellos–; acusemos a los medios de hacerle segunda, de prestarse a su juego, de venderse… Parto de que todo político es mal intencionado, y que es la sociedad y los cuerpos intermedios (como los medios de información) los que impiden que…
IV- Parto –decía– de que los políticos siempre buscarán su beneficio personal, y que son las instituciones, la sociedad civil organizada y las estructuras intermedias como los medios de información, quienes hacen que su «beneficio personal» tenga que pasar por el respeto a la ley y el bienestar de la sociedad. Cuando los medios juegan el juego del gobierno, cuando negocian su beneficio personal con el beneficio personal del gobernante, no hay nada que los distinga, y le han dado la espalda a la sociedad. Ahora, si las cosas han sido como dices que son, y tantos como tú han estado tanto tiempo…
V- Decía que si las cosas son como dices que son, si existe ese control y esa corruptela entre medios y gobierno, y gente como tú han durado tanto en medios tan importantes como los que mencionas, ¿no será que jugaron el mismo juego?, ¿no será que tú, Luis Gabriel Osejo, te prestaste también varias veces a los influyentismos y compadrazgos? Los periodistas son –en toda democracia– políticos. El que después de tanto tiempo te conviertas en un renegado, significa que alguien ya no quiso jugar contigo, te sacaron de la jugada, del reparto de poder, y eso te molestó mucho. ¿O qué? ¿Todo lo que dices ahora…?
VI- Retomo la pregunta: Todo lo que denuncias ahora, ¿no lo sabías antes? ¿Por qué hasta ahora? ¿No te dieron tu rebanada de pastel y te molestaste? Digo, no puedes aparentar que no tienes intereses, que eres un periodista «neutral» y «comprometido con su labor». Pasar de la columna en A.M. a la comida con políticos, de ahí a poner tu página y vender espacios a instituciones de gobierno… las notas que das siempre importantes, pero siempre moderadas… y de pronto, un buen día, te desatas y empiezas a acusar a todo mundo. Repito la pregunta, ¿por qué ahora y no antes? ¿Con quién o para quién trabajas? (Tomado de los comentarios a “La lista negra de periodistas incómodos” y “¿Por qué salí de Noticientro”, de Luis Gabriel Osejo, en su portal de luz Ciudad y Poder <www.ciudadypoder.com>, sábado 6-IX-2008).
Tiene la palabra Luis Gabriel Osejo…
¿Quién es Luis? Excelente y certero análisis… Lo comparto.
Y los “Lindos Gatitos” en 4 partes de Jacobo Pichardo en los mismos comentarios del mismo foro:
1- Es una realidad que los gobiernos panistas en todo el país “limitan” o cortan de tajo la libertad de expresión. Querétaro no es la excepción, periodistas que son cambiados de fuente, que son cesados de sus medios o que son ablandados por medio de llamadas constantes de las salas de prensa de (todos) los órdenes de gobierno son una constante. Se da desde el gobierno municipal que encabeza el panista González Valle, primero comprando simpatías con comidas, electrodomésticos y pantallas planas; si esto no funciona pasan a la siguiente medida: Llamar a los medios donde trabaja el reportero para pedir que su nota no salga; y si esto no funciona retiran la publicidad oficial que en la mayoría de medios significa casi el 30 por ciento de sus ganancias, y ante esto los dueños de las empresas informativas se ven obligados a correr a sus reporteros y conductores. No hay de otra.
2 y 3- Lo mismo y en mayor medida ocurre con el gobierno del estado. Ahora, coincido con lo que el usuario Luis comenta en Perspectiva Completa. ¿Por qué denunciarlo hasta ahora? No sabía Luis Gabriel Osejo de estas medidas represivas desde que estaba al frente del micrófono en Radiocentro? La respuesta es obvia: Sí lo sabía. ¿Y por qué no denunciaba? La respuesta es más obvia: Por el poder económico y político que da estar al frente de un micrófono.
4- Coincido con demás participantes en este foro. El grueso de periodistas queretanos, salvo honrosas excepciones, viven cómodos en la censura. No cuestionan lo que el gobierno dice (sólo son voceros del sistema), aceptan reconocimientos del gobierno como si éste fuera su patrón o su escuela, aceptan regalos y hasta fotos se toman con ellos, aceptan dinero, van a comidas con ellos (ya sean para formar arreglos o para festejar la graduación de algún político); en fin el periodista queretano se sabe inmerso en la censura y la acepta, vive con ella. Pero cuando la censura sube de tono (despido), se vuelven contra el gobierno como salvajes fieras. Mientras esto no pasa, conviven felices asumiéndose como lindos gatitos. (Ibid.).
Luis Bárcenas Vázquez hace una “Pregunta” a Jacobo Pichardo:
–Pregunta. De acuerdo, es una realidad. Como lo es también que practican la tortura, que reprimen la libertad de manifestación, que sacan tajada de la obra pública, etc. ¿Y por eso tenemos que aceptarlo como algo inevitable? Este parece ser el sentido del comentario del señor Jacobo Pichardo. (Luis Bárcenas, Ibid.).
¿Qué sigue?
La crítica que no ejerce la autocrítica es una pobre crítica. La crítica no es destrucción sino creación. La crítica crea los alimentos terrestres del espíritu.
–La crítica del otro comienza con la crítica de uno mismo. Es el ácido que disuelve las falsas imágenes de los ídolos. Es la imaginación creadora en libertad. (Paz).
Hay que apostar por los ciudadanos de la sociedad abierta, no por el poder. Yo apuesto por los lectores. A sus ojos me expongo.
No quiero el poder, amo la vida.
Voy entre la gente por Corregidora bebiendo todo con los ojos.
“Qué mansa pena me da: / el puente siempre se queda / y el agua siempre se va” (Manuel Benítez Carrasco).
Con los cuernos del toro en las manos, mis pasos en libertad caminan hacia su fatalidad.
Qro. Qro., domingo 7-IX-2008.