México Bárbaro: John Kenneth
Porfirio Díaz, tras derrocar a Lerdo, se reeligió en múltiples ocasiones hasta poder contarse 34 años en el poder.
Empezó su carrera como estadista y es cierto que fue un soldado muy destacado, pero eso no justifica que haya llegado al poder a perturbar la “paz” en la que vivía nuestro país.
El libro “México bárbaro de John Keneeth, basado en
En contradicción de la voluntad de la mayoría del pueblo, el general Díaz tomo la dirección del gobierno 34 años, en otras palabras el general Díaz con una habilidad que nadie puede negar, que se apropió de todos los poderes que había en el país excepto la nación misma.
Por una parte ejercía una dictadura militar y por la otra disponía de una camarilla financiera. Tan inevitable como la oscuridad de la noche, desmoralización general, depravación.
El objetivo de éste libro, fue en su momento, tratar de comunicar a las personas de la situación que vivía México en esa época, todas las redacciones, vivencias, textos y entrevistas de John Kenneth, son plasmadas de una forma ya tangible que muestra a quien lea éste texto, lo que México estaba viviendo.
El sentido que tiene en la actualidad la libertad, se hace mucho más entendible, lo mismo el hecho de que la “esclavitud” estuvo presente en algún momento, y que de hecho existió.
Se dan interesantes relatos sobre la vida de los esclavos en las haciendas tabacaleras de Valle Nacional, llamad El Valle de la muerte.
“Notábamos en la gente mayor horror por la región. Ninguno había estado allí, pero todos habían tenido rumores; algunos habían visto a los supervivientes y la vista de esos cadáveres vivientes había confirmado tales rumores. Al bajar del tren en Córdoba vimos que cruzaba el anden una procesión de 14 hombres; dos adelante y dos detrás de la fila, con rifles, y los diez restantes con brazos amarrados a la espalda y las cabezas bajas”.
Narra con gran lujo de detalle sus investigaciones sobre el origen de los conflictos de los indios yaquis del norte de México con el gobierno, a tal grado que para poderlos exterminar se les enviaba hasta la península de Yucatán, al sur del país, para que sirvieran como esclavos en las haciendas henequéneras, donde morían a los seis meses por los malos tratos y el clima diferente.
Trasmite la manera en que vivían los indios yanquis de Sonora.
Habla y describe detalladamente y principalmente, las razones que tuvieron los yanquis para su “rebelión”, de la manera en cómo confiscaban sus tierras, de los medios en que el ejército se basaba para todos sus castigos y maltratos.
Comunica también las partes del estado que estaban en desacuerdo de esto, pero que sin embargo vivían del sistema, y de la radical orden que dio el presidente Porfirio Díaz para neutralizar completamente a los yanquis, para más tarde deportarlos todos a Yucatán.
Todas las personas que eran recogidas para ser enviadas al exilio, embarcaban en el puerto de Veracruz para más tarde ser trasladados a fincas bajo los maltratos de los ricos, prepotentes y déspotas dueños en Yucatán.
Río Blanco es una localidad que por su ubicación, a parte de tener buen clima y bonitos paisajes tiene buena localización sobretodo para la energía hidráulica. Es la fabrica de textiles más grande y moderna que había en el mundo, y con mayores utilidades en comparación de su inversión.
Ahí sólo hay trabajadores mexicanos, hombres, mujeres y niños que laboran 13 horas diarias. Esa fábrica lleva 16 años ahí, pero el pueblo se divide de antes y después de la huelga. Debido a que en México no habían leyes que protegieran a los trabajadores, ni sus garantías, ni que regularan las normas con las que las empresas trabajaran, los trabajadores de Río Blanco, no sólo con no estar conformes con respecto a sus jornadas ni a sus salarios, tenían que pagar renta de un cuarto que les alquilaban, y recibir los maltratos de sus jefes.
Los obreros crean el “Círculo de obreros”, pero cuando es descubierto, se crea una orden general para prohibir visitas y encarcelan inmediatamente a principales sospechosos.
Los trabajadores de Puebla se ponen también en huelga y piden ayuda, así varias fábricas suspendieron sus actividades.
Los trabajadores de Río Blanco, crean la ofensiva, y se ponen 2 meses en huelga con el simple alimento de las montañas, hasta que hartos de eso, recurren a Porfirio Díaz, pidiéndole ayuda y prometiendo aceptar cualquier decisión suya. Díaz manda hacer una falsa investigación y dice que reanuden las actividades.
Los obreros aceptan porque fue algo en que quedaron con Díaz, pero necesitan provisiones para agarrar las fuerzas perdidas, así que van a la tienda por maíz y frijoles y éstos les son negados, así que toman por la fuerza las provisiones y queman la tienda, enseguida los soldados empiezan a disparar a quemarropa. No hay cifras oficiales de los muertos, pero no cabe duda de que si hubiera serían falsas.
El gobierno realizó varios esfuerzos para ocultar la matanza, pero llegó a oídos de toda la nación, fue una masacre total.
Lo único que los obreros ganaron fue que Díaz quitó las tiendas, y ya ellos podían comprar lo que quisieran en donde quisieran.
Pero eso no borra lo que los testigos vieron y sobrevivientes experimentaron, y desde ese entonces Río Blanco no podrá volver a ser como antes.
Otro relato interesante de uno de los lugares más temidos del México de principios del siglo XX, la región tabacalera de Valle Nacional en el estado sureño de Oaxaca. Los esclavos que trabajaban en las haciendas tabacaleras eran gente que era traída desde todos los puntos de la república ya fuera por medio de contratos falsos, por arresto policiaco o bien por secuestro descarado. Las condiciones de trabajo, iguales para hombres, mujeres y niños, hacían que cualquier trabajador solo aguantara de tres a cinco meses; tiempo después, cuando el agotamiento, el hambre y las palizas minaban su salud, los patrones se deshacían de ellos arrojándolos a los pantanos, donde eran devorados por los cocodrilos sin importar que estuvieran muertos o agonizantes.
En Yucatán, los esclavos mayas mueren mas rápidamente de lo que nacen, y dos tercios de los esclavos yaquis mueren rápidamente el primer año después de su llegada a la región; pero en Valle Nacional todos los esclavos, con excepción de muy pocos a caso 5% rinden tributo ala tierra en un lapso de siete u ocho meses.
Valle Nacional se encuentra a tres horas de viaje de Córdoba y dos de El Huele. Los viajeros perdidos llegan a veces hasta Tuxtepec, la ciudad principal del distrito político; pero nadie va a Valle Nacional si no tiene algún negocio.
Si los trabajadores rurales del México porfiriano no eran nada afortunados, las condiciones de vida en las ciudades mexicanas de principios del siglo XX no eran nada envidiables. El autor nos cuenta sus visitas a los albergues para gente de clase trabajadora, donde por tres centavos podían rentar un pedazo de suelo en una habitación para pasar la noche, habitación que llegaba a alojar hasta doscientos huéspedes sin distinción de sexo, situación que originaba condiciones de promiscuidad. También hace referencia a las condiciones insalubres de los barrios pobres.
El botín más grande que enriqueció a Díaz fue durante mucho tiempo la confiscación de tierras del pueblo, uno de de los principales métodos para despojar de sus tierras en general a sido la expedición de la ley del registro de la propiedad patrocinada por Díaz, otro medio favorito para confiscar pequeñas propiedades consiste en señalar arbitrariamente los impuestos estatales.
La historia mexicana de la última generación esta plagada de matanzas causadas por el proceder de Papantla, varios regimientos de soldados de línea que mataron a unos 400 campesinos antes de que pudiera desalojarlos de las tierras de Temosa chic, los muertos fueron entre 800 y 2000.
Aunque hubo muchos acontecimientos que mancharon de sangre las manos de Porfirio Díaz, las huelgas de Cananea (Sonora) y Río Blanco (Veracruz), son los hechos más horribles de represión y de injusticia que se conozcan no solo en México, sino en el mundo entero.
El autor narra paso a paso los incidentes que se fueron presentando en el transcurso de las huelgas y la forma cruel en que el estado ordenó la masacre inmisericorde del pueblo trabajador que se atrevió a pedir sus derechos
Díaz se había mantenido a la cabeza del gobierno por mas de una generación desde 1876. En 1910 Díaz fue electo por octava vez. Seria bienvenido un partido de oposición en la republica mexicana, dijo Díaz. La declaración de que apoyaría un movimiento en este sentido parecía una paradoja demodé que hombre inteligentes del elemento progresista se unieron para proyectar un movimiento sin estar en oposición directa contra Díaz. El plan consistió en recomendar al presidente retener el puesto y al mismo tiempo pedirle que permitiera al país elegir con libertad un vicepresidente, en poco tiempo se habían organizado no menos de 500 clubes que en 1909 celebraron una convención en la capital. No paso mucho tiempo sin que resaltara el hecho de que en caso de haber elección el candidato de los liberales ganaría.
Si existe alguna combinación de interés en los Estados Unidos que ejerza una influencia tan poderosa como la del presidente Díaz sobre la prensa norteamericana.
Existe una extraña, hasta misteriosa resistencia en los poderosos periodistas norteamericanos para publicar cualquier cosa que perjudique al gobernante mexicano.
Díaz controla todas las fuentes de noticias y los medios de transmitirlas. Los periódicos se suprimen o subsidian a capricho del gobierno.
Por el deseo de obtener sórdidas utilidades, se han dejado a un lado los principios de decencia y humanidad que en el consenso universal se admiten como los mejores para el progreso del mundo.
Todos los directores de periódicos que se atrevían a dar a conocer algún articulo que pudiera afectar al General Porfirio Díaz son perseguidos, multados, censurados y saqueados e incluso se les da el exilio.
Pues afectan los intereses de los inversionistas norteamericanos.
También hay periódicos que favorecen el sistema Díaz ya que los directores de estos tienen negocios en México y muchos de ellos siguen manteniendo a los esclavos sin ningún remordimiento.