«El descanso material del país, en treinta años de paz,coadyuvó a la idea de una patria pomposa, multimillonaria, honorable en el presente y epopéyica en el pasado,Han sido precisos los años del sufrimiento para recibir una patria menos externa.
Más modesta y posiblemente más preciosa, bebiendo la atmósfera de su propio enigma, la nueva patria no cesa de solicitarnos, con su voz ronca, pectoral.
El descuido y la ira, los dos enemigos del amor nada pueden ni intentan, contra la pródiga.
Unicamente quiere entusiasmo».
Ramón López Velarde
«Novedad de la patria» 1921
«Lo he querido porque he sentido que este nuevo gobierno en el que la revolución cristaliza como en su última esperanza, tiene delante de si una obra vasta y patriota en el que es deber ineludible colaborar.
La pobreza y la ignorancia son nuestros peores enemigos y a nosotros nos toca resolver el problema de la ignorancia.
Yo soy en estos instantes, más que nuevo rector que sucede a los anteriores, un delegado de la revolución que no viene a buscar refugio para meditar en el ambiente tranquilo de las aulas, sino a invitaros a que salgais con él a la lucha, a que compartais con nosotros las responsabilidades y los esfuerzos.
En estos momentos yo no vengo a trabajar por la Universidad, que trabaje el pueblo».
José Vasconcelos
1920
«Lo que en aquellos tiempos se nos pedía hacer y lo que hicimos o quisimos hacer proponiendo el ejercicio de nuestro oficio de escritores, correspondía a toda una visión de la sociedad mexicana, nueva, justa y en cuya realización se puso una fe encendida solo comparable a la fe religiosa.
El indio y el pobre, tradicionalmentepostergados, debían ser un soporte principalísimo y además aparente, visible, de una nueva sociedad;por eso había que exaltar sus virtudes y sus logros, su apego al trabajo, su mesura, su r4ecogimiento, su sensibilidad revelada en danzas, música, artesanías y teatro.
Pero era también menester lanzarlos a la corriente cultural universal, dándoles a leer las grandes obras literarias de la humanidad: Las de Platón, Dante, Cervantes, Goeste».
Daniel Cosío Villegas