INmueble que ocupó
Primera sede de El Colegio de México, creado en 1940, en la calle Guanajuato número 125, colonia Roma
Este año se cumplen 70 de la fundación de
Los aportes en ese sentido –valora el actual presidente de la institución, el historiador Javier Garciadiego, en entrevista con
Propuesta de Cosío Villegas
El proyecto consistía en invitar a un grupo de intelectuales españoles para que vinieran a dar conferencias a las universidades públicas mexicanas mientras concluía
Cárdenas vio en esa iniciativa –explica Garciadiego– “una oportunidad para consolidar su política internacional humanitaria”.
Varios de los intelectuales invitados tenían cargos en el gobierno republicano y pensaban que venir a México era abandonar su compromiso con el régimen acosado por el franquismo. Finalmente arribaron 12 profesores temporales.
Se les asignó el lugar que desde ese momento se llamó
Transformación en 1940
En esas circunstancias,
Al definir las funciones de la nueva institución, se buscó “que no compitiera con otra, sino que fuera complementaria del sistema de educación pública superior. Así, quedaron en el Colmex las ciencias sociales y las humanidades y así como las universidades públicas se encargaban de la profesionalización de cientos de miles de jóvenes, la principal responsabilidad del colegio fue formar a quienes posteriormente iban a ser los profesores en esas universidades públicas”.
Así nació ese modelo de “institución pequeña, con alumnos selectos a través de unos filtros enormes, en donde se vincula investigación y docencia. Hemos sido muy fieles a nuestro compromiso con la academia, prácticamente todos los estudiantes de maestría y doctorado que tenemos trabajan con una enorme carga de investigación y seminarios”.
La excelencia académica de El Colegio de México también se explica por la “enorme disciplina” de sus fundadores y dirigentes: “Con Cosío Villegas uno trabajaba o trabajaba; Víctor Urquidi era tan severo que Cosío Villegas nunca le dijo Víctor, sino Victoriano. Entonces es una institución donde no hay genios, pero sí un enorme respeto por la disciplina”.
Elite intelectual
–¿Es El Colegio de México una institución elitista?
–En términos económicos no, los muchachos que llegan aquí proceden básicamente de la clase media. Las verdaderas elites se educan en otros lugares, buscan una formación profesional que les garantice ingresos altos desde un principio o estudian administración de empresas para manejar los negocios familiares.
–Me refiero a una elite intelectual o académica.
–Eso sí, está clarísimo. Sesenta por ciento de nuestros egresados ingresan a la docencia o a la investigación en otras instituciones, de México o del continente; 39 por ciento está en el sector público a escala nacional o en agencias internacionales. No formamos cuadros para el sector privado. También diría que formamos una elite para ciertos sectores del ámbito político.
La creación de los dos centros mencionados respondía a los cambios geopolíticos que se daban en el mundo: “Indudablemente,
Contextualiza Garciadiego: “Recordemos que después de
“La nueva problemática internacional que se manifestaba en
Javier Garciadiego identifica un tercer momento importante en la historia del Colmex a finales de los años 60 y principios de los 70: “Se acaba el milagro mexicano y el desarrollo estabilizador, surgen los problemas demográficos muy fuertes. Es en El Colegio de México donde se diseña la nueva política demográfica, que antes era poblacionista, hasta que Víctor Urquidi le hace notar a Luis Echeverría la locura a la que nos encaminábamos”.
Apolíticos no, pero sí apartidistas
A partir de 1970 se abren las maestrías en economía y en asuntos demográficos: “El colegio aporta al país expertos en estos temas, que antes no los había. En economía a lo mejor sí, pero no en demografía ni en asuntos urbanos. Aquí se descubre el asunto migratorio; académicamente aquí nace Jorge Bustamante (posterior fundador y director de El Colegio de
“Resumiendo: aquí se han formado los investigadores y profesores que han colaborado con el Estado mexicano en dos o tres líneas fundamentales.”
–¿Cómo ha logrado el Colmex mantener su excelencia académica y su prestigio en medio de las veleidades de la política.
–No tomando posiciones partidistas. De ninguna manera podemos decir que sea una institución apolítica, porque aquí hay muchos colaboradores que tienen posturas públicas clarísimas, y entre ellos cerca de 20 editorialistas en diferentes periódicos del país. Pero como institución, nos interesan los problemas del Estado mexicano, pero no nos involucramos en política partidista.
“Si uno revisa los expedientes de los ex presidentes del colegio, una vez que concluyen su periodo han regresado a la docencia y la investigación. No vemos en el puesto una plataforma política.”
Con motivo del 70 aniversario de