El Catalán y el español sin barreras

Consigue Sonidos catalanes

derribar barrera del idioma ante un público entusiasta

 

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La noche del viernes en la Alhóndiga, los idiomas dejaron de ser un problema o una barrera. En un viaje de más de dos horas, dos agrupaciones y un pinchadiscos llevaron de la mano a un público entusiasta que no titubeó cuando se le pidió que coreara frases en catalán.

Con la suave voz de Lluís Gavaldà de Els Pets en la voz y la guitarra, el recorrido por los juveniles y frescos Sonidos catalanes comenzó. En la batería Joan Reig, en el bajo, Falin Cáceres. Joan Pau Chaves en los teclados, David Muñoz en la guitarra y Joan Aguilar en el violín y la mandolina. Desde el primer tema «Bon Día», el público, que poco los conocía, respondió rápida y positivamente a la música que escuchaba.

Quizá se deba a su unidad y cohesión, y a los más de 22 años de existencia de la agrupación. Quizá también al sello musical que los distingue: un sabio y equilibrado coctel de rock clásico, pop y canto tradicional catalán. A medida que Lluís comunicaba, con música y palabras, su felicidad de poder presentarse en Guanajuato, aparecían banderas de Cataluña entre el público, y éste, conformado casi exclusivamente de gente joven, bailaba y formaba ondas con los brazos.

Tras haber interpretado más de 20 títulos en catalán de su amplia discografía, Els Pets se despidió de una Explanada encendida y definitivamente transportada a una fiesta de plaza de algún poblado de Cataluña.

Las luces se prendieron y casi inmediatamente, el polifacético músico Miqui Puig tomó el relevo. Esta vez no iba a presentarse como cantante. Su contribución a esta reproducción de una noche en Cataluña fue a través de discos de acetato y mezcladora. Poco separaba al público de Puig, al frente de sus tornamesas. Las agujas hicieron surgir de los zurcos melodías retro de una Cataluña cincuentera, sesentera, mezcladas con beats de pausado ritmo. Con aires de soul, techno pop, disco, la sesión de Miqui Puig se ejecutó con soltura, inyectando en el ambiente algo más experimental, lúdico y sin lugar a dudas, melómano.

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