Halloween vs Dia de Muertos
El restaurante 1810, optó por colocar tanto colorido muy al estilo del Día de Muertos, como de Día de Halloween.
Foto Diario de Querétaro.
Diario de Querétaro
Yeribeth Rocha
Creado por los Celtas, los habitantes más antiguos de Gran Bretaña y no por los norteamericanos como muchos creen, el Halloween, es una de las tantas tradiciones adoptadas por México.
Noviembre, se ha convertido simplemente y gracias a las películas de Hollywood, en sinónimo de calabazas, brujas, magos, monstruos, etc. que adornan las fachadas de los hogares, o grupos de niños vestidos con atuendos terroríficos que salen a pedir dulces de casa en casa.
Esta fiesta que se ha hecho más popular gracias a los norteamericanos, se realiza el 31 de octubre y ha ido fusionándose con nuestra tradicional fiesta del día de muertos que es el 1 y 2 de noviembre, logrando que nuestros festejos ahora sean de tres días.
Es importante decir que aunque unidos, son una cosa completamente diferente. Para empezar, en México, el Día de Muertos se festeja el 1 y 2 de noviembre. El primero de ellos es dedicado para los pequeños difuntos y el segundo, para los que murieron ya grandes. En estos días se acude a los panteones para llevar flores y se ponen ofrendas o altares en memoria a ellos.
Por su parte, el Halloween, es una fiesta en la que se invita generalmente a una banda de metal y se acude disfrazado pero en plan más desenfadado. Es importante decir, que aunque su traducción es «Víspera de todos los santos», nada tiene que ver con ello. Se cuenta que dicha festividad es basada en una leyenda, en la que se decía que las brujas se reunían dos veces al año, estando entre ellas la del 31 de octubre. Esa reunión supuestamente era convocada por Satanás, y ellas llegaban montadas en sus escobas para participar en los aquelarres y aprender nuevos hechizos.
Otra diferencia es que en nuestro país los disfraces son hechos a mano en la mayoría de los casos, empleando para ellos la creatividad y no son comprados como en el caso de los norteamericanos.
Finalmente, en los países anglosajones los niños van a las casas de sus vecinos y utilizan la famosa frase «dulce o truco», mientras que en nuestro país decimos «quinto para mi calavera» o «me das para mi calaverita» y en lugar de dulces la mayor parte del tiempo se pide dinero, mismo que se recibe en una calavera de plástico o papel, aunque ahora es más frecuente recibir dulces. En nuestro caso nosotros no pedimos en las casas solamente sino a la gente que camina por la calle.
Entonces bien, aunque hay quienes opinan que el Halloween es divertido por aquello de los disfraces, otras personas consideran que sería mucho mejor fomentar en las nuevas generaciones, ese deseo por visitar los panteones y poner ofrendas, lo cual es más propio de nuestras costumbres y además nos ayudará a que las mismas se sigan conservando y con ellas la identidad de nuestro país.
A quien, simplemente no le gustan los aromas de los guisos, dulces y las flores propios de la ocasión, y que decir de las tradicionales y coloridas ofrendas colocadas en las entradas de las coloniales casonas de nuestra ciudad o en las plazas públicas, algunas tan enormes y con tanto significado que son dignas de admirarse tanto por propios como extraños.