Carta Abierta 2004-2008:
Queremos saber
Ciudadanos amigos:
Cuatro años después del crimen y no sabemos nada. Cuatro años de impunidad. La justicia en Querétaro no es rápida, transparente ni expedita. Todo lo contrario. ¿Qué podemos hacer como ciudadanos? Lo poco que podemos hacer, pienso, hay que hacerlo: no olvidar, seguir exigiendo una respuesta a las autoridades, tener memoria. Sostener la indignación doliente y lúcida. El joven acribillado de 18 años no era nuestro hijo. ¿Vamos a esperar a que maten a un hijo nuestro para conmovernos?
Va en seguida
Hoy también la avalan los siguientes nombres: Álvaro Enrigue (escritor y colaborador de Letras Libres), Rogelio Villarreal (crítico cultural y editor de la revista Replicante), José Ramón López Rubí Calderón (analista político y director de la revista Estudios de Política y Sociedad y del suplemento Refectorio), José Félix Zavala (historiador y periodista), Bernardo Romero Vázquez (académico de
Finalmente, pero no en último lugar, solo y doliente con su esposa, esta petición también la hace el papá de Marco Antonio Hernández Galván, el señor José Luis Hernández Guerrero, quien sigue esperando el esclarecimiento del homicidio de su hijo.
Amigos ciudadanos:
Todos sabemos que de un tiempo a esta parte el país ha sido cubierto por una enorme ola de sangre. ¿Hay que esperar a que nos corten la cabeza para entonces protestar? Las campanas doblan por México y todos los que suscribimos esta carta pública somos ciudadanos mexicanos. Y es responsabilidad del Estado y de los gobiernos estatales protegernos y darnos seguridad frente a los delincuentes y criminales. ¿No es así, señor presidente Felipe Calderón Hinojosa; señor gobernador Francisco Garrido Patrón? Respetuosamente pido audiencia con ambos funcionarios públicos (o con quien ellos designen) para que me informen de manera fundada y motivada sobre el estado de las investigaciones en torno al homicidio de Marco Antonio Hernández Galván.
Si Federico Ruiz Lomelí no es el culpable, ¿quién es, señor procurador? Queremos saber.
Protesto lo necesario.
Atentamente,
Julio Figueroa,
responsable de esta publicación.
Qro. Qro., Centro Cultural Manuel Gómez Morín, lunes 17 de noviembre de 2008.
Caso BMW:
Q u e r e m o s s a b e r
Carta Abierta
A la opinión pública de México.
Al gobernador de Querétaro, Francisco Garrido Patrón.
Al presidente de
José Luis Soberanes, y al presidente de
de Derechos Humanos-Querétaro, Pablo Enrique Gómez Vargas.
A la ciudadanía abierta y atenta en la hora de la ley
La madrugada del sábado 27 de noviembre de 2004, en la ciudad de Querétaro, sucedió un crimen inexplicable. Inexplicable porque las autoridades correspondientes, en vez de esclarecerlo, lo oscurecieron por lo menos durante cien días, inexplicablemente.
Tras un insignificante incidente de transito, entre los integrantes de un Tsuru blanco modelo 1991, con cuatro jovencitos preparatorianos de dieciocho años, y los tripulantes de una moderna y potente camioneta BMW negra, al parecer también con cuatro ocupantes, más sus escoltas, el presunto conductor de esta última descendió y agredió a los primeros, golpeando con la cacha de una pistola
El testigo y ofendido, Miguel Gerardo Rivera Alcántar, ha señalado ante el Ministerio Público y en los medios de comunicación (véase el a.m. de Querétaro del 7-III-2005) a Federico Ruiz Lomelí como el agresor de su persona y el asesino de su amigo Marco Antonio Hernández Galván. Pese a esa acusación grave y directa, a seis meses del suceso
Inocente o culpable, ¿quién es Federico Ruiz Lomelí? Sencillamente se trata de uno de los miembros de una de las familias más importantes de Querétaro en el ámbito económico, político, católico, académico, social, empresarial y, en una palabra, es el poder en el poder.
No sobra decir que tanto las víctimas y testigos del crimen, desde el día en que enterraron a su amigo, en la misa misma de cuerpo presente, así como los segundos abogados de las víctimas, pues los primeros renunciaron, han sido presionados e intimidados por fuerzas oscuras pero reales. Si Federico Ruiz Lomelí no es el culpable del crimen y de estas intimidaciones, ¿quién es el responsable, señor procurador Juan Martín Granados Torres? ¿Quién es ese Espíritu Maligno Queretano abstracto y concreto? Sin duda el agresor y homicida. ¿Quién?
Quienes suscriben esta carta abierta simplemente quieren saber qué sucedió esa fatal madrugada del 27 de noviembre y quién y por qué mató a un joven mexicano que le decían, por su enjundia en la vida y en el deporte, “El Kikín Queretano”. Queremos saber y queremos que se haga justicia (la poca y pobre justicia humana sobre la tierra) y se aplique la ley contra quien resulte responsable en el lamentable caso del presunto homicida de
Suscriben esta carta: José Emilio Pacheco (poeta); Carlos Monsiváis (crítico cultural); Hugo Gutiérrez Vega (embajador cultural y director de
México, DF, mayo de 2005.