Honran al narrador Juan Goytisolo
con el Premio Nacional de las Letras
Españolas
Recibirá el primer galardón de relevancia en su patria, “por toda su obra”
Armando G. Tejeda
El escritor Juan Goytisolo fue reconocido hoy con el Premio Nacional de las Letras Españolas, en lo que constituye el primer galardón de prestigio que recibirá en su país de origen, donde desde muy joven fue visto con recelo y ha sufrido el escarnio de las camarillas literarias.
Considerado un escritor outsider, Goytisolo decidió autoexiliase primero en París, donde se alejó de la severidad y oscuridad de la dictadura franquista, y después a Marraquech, donde vive actualmente y descubrió la prosodia de la literatura medieval, la mística sufí y el festín de sonoridad de la plaza del pueblo.
Goytisolo nació en
Desde joven cultivó, al igual que sus hermanos José Agustín y Luis, la narrativa y la poesía, si bien el autor de Paisajes después de la batalla también se interesó por el hiperrealismo de los reportajes en zonas de conflicto bélico –como su Cuaderno de Sarajevo– o sus incursiones en los campos de cultivo del sureste español, donde los migrantes viven en condiciones de semiesclavitud.
Al respecto, el jurado subrayó que el reconocimiento se le confiere por “toda su trayectoria”, no por una obra en particular.
Tratándose además de Goytisolo, es una sorpresa, puesto que hasta la fecha el prestigioso novelista y pensador siempre había estado en la ternas de los premios Príncipe de Asturias de las Letras o el Cervantes, pero perdía en las votaciones. Eso explica que con cierta resignación haya reconocido en varias ocasiones que siempre se ha sentido más y mejor valorado en dos países: en México, donde presentó la semana pasada su reciente novela, El exiliado de aquí y de allá (Círculo de Lectores-Galaxia Gutemberg), y en Francia, donde goza del reconocimiento y la admiración tanto de la crítica como de sus colegas.
La noticia de la concesión del premio sorprendió a Goytisolo durante el regreso de México a España. En tierras mexicanas mantiene una profunda y dilatada relación que se inició en gran medida por la complicidad intelectual que tuvo con el Nobel Octavio Paz.
Goytisolo, además, sostiene un diálogo vivo e intenso con algunos de los escritores y pensadores más críticos y sugerentes del mundo, como lo demuestra su complicidad literaria e ideológica con Orhan Pamuk, J.M. Coetzee o con los fallecidos Susan Sontag y Edward Said.
Goytisolo reconoció su sorpresa y hasta “perplejidad” por ser distinguido con el citado galardón, al señalar que “una obra no es mejor ni peor porque tenga premios. Estoy absolutamente al margen de esto. Agradezco la buena intención de quienes me han votado, pero…” Con estas palabras recibió la noticia del primer premio de prestigio de su país a su obra, 54 años después de su primera novela y a 33 de que decidiera autoexiliarse para alejarse de la oscuridad del régimen franquista.