Llevan al teatro la vida
de Teresa de Cabora,
santa y revolucionaria
Olvidada por la historia oficial, es venerada por sus poderes curativos
La hechicera del norte es de Úrsula Tania y se escenifica en Tijuana
Antonio Heras
A pesar de su importancia, Teresa de Cabora –curandera, milagrosa y revolucionaria– es una mujer olvidada por la historia de México, afirma Úrsula Tania, investigadora, escritora y autora de la puesta en escena La hechicera del norte.
La sabiduría y la tradición oral mantienen viva a Teresa Urrea o
La hechicera del norte obtuvo en 2004 el premio al mejor espectáculo extranjero del Festival de
La vida de
“En México, existen pocos documentos que aborden la vida de Teresa Urrea; sabemos de ella por La rebelión de Tomóchic (escrita al calor de las balas), crónica de Heriberto Frías ; Del púlpito a la trinchera, del estadunidense Paul Vanderwood, y por La insólita historia de
Precursora de una lucha
Úrsula Tania da vida a este personaje, cuyo recuerdo está vivo en las comunidades indígenas del norte de Sinaloa y el sur de Sonora. Teresa Urrea, hija ilegítima del hacendado Tomás Urrea, pidió protección a su padre durante la adolescencia, luego de que su madre la había abandonado. En San Antonio de Cabora aprendió el oficio de curandera, para más tarde trascender como la taumaturga venerada por tarahumaras, yaquis y mayos, así como la precursora de las luchas contra el Ejército porfirista a finales del siglo XIX.
El periodista Lauro Aguirre introdujo a Teresa en la lucha social y de esa manera ella participó en la promulgación del Plan de Nogales, en el que se proponía el derecho de la mujer al voto, la restitución de las tierras a las comunidades indígenas y su pleno respeto hacia ellas, agrega Úrsula Tania.
Profundamente conocedora de su pueblo, por sus curaciones casi milagrosas logró gran popularidad. En Alamos, Sonora, llegó a reunir más de 10 mil personas, situación inusitada para su tiempo, con caminos tan difíciles en territorio desértico. “Teresa fue el aliento, la chispa de la rebelión. Los indígenas se levantaban al grito de Viva
Teresa vivió en Arizona, donde una compañía de médicos la conoció y la llevó por diferentes lugares de Estados Unidos, entre ellos Nueva York, para mostrar sus poderes curativos.
Úrsula Tania asegura que en la historia de Teresa de Cabora se entrelazan la vida de Cajeme y el niño Damián. Su vida, llena de misterio; sus curaciones milagrosas, visiones, sueños, predicciones y viajes astrales, así como su actividad política, hacen de ella una leyenda.
Es precisamente esa leyenda la que escenifica la actriz tijuanense por medio de una obra expresionista, en la que por medio de una sola voz encarna todos los personajes que intervienen en la historia. El concepto minimalista de la escenografía y la iluminación llenan la atmósfera de misterio y símbología.