5 de enero de 1909
El Imparcial*
Centenaria
Los abusos en las cantinas y el Consejo S. de Salubridad
En nuestro deseo de hacer un positivo servicio al público, no hemos vacilado en tomar cuantos datos sean pertinentes á fin de darle a conocer las medidas que próximamente tomarán las autoridades para evitar rígidamente, que los parroquianos de las cantinas sigan siendo burlados por los expendedores.
Dimos a conocer pormenorizadamente los “ardides” ó fraudes que cometen los cantineros; y ahora daremos cuenta de la entrevista que tuvimos con el señor secretario del consejo Superior de Salubridad, Dr. Huici.
La entrevista
Cuando informamos al señor Huici de los procedimientos usados por cantineros, de los “rellenamientos” de botellas, de las bebidas tóxicas que expenden y de otros pormenores que deben tomarse en consideración, nos dijo:
“Hay varios inspectores cuya obligación es la de visitar esos expendios de vinos y tomar nota de las irregularidades que sorprendan. Su trabajo es activo y ha dado buenos resultados; pero como los cantineros se están valiendo de medios ocultos y difíciles de comprobar, ya el consejo estudia un reglamento que próximamente será expendido y que servirá para evitar terminantemente, que sigan cometiendo esos fraudes.”
Preguntamos al señor Huici cuál era ese reglamento, y nos contestó:
“Está redactado en tal forma y tiene tales prevenciones que una vez puesto en vigor será muy difícil que los cantineros sigan engañando al público. En ese reglamento se prescribirá terminantemente, so pena de severos castigos, que el expendedor de vinos exprese claramente si la bebida es legítima o imitada. Así, por ejemplo, si venden jerez auténtico, deben ponerle una etiqueta que así lo exprese; pero si con el nombre de jerez venden, como sucede ahora, composiciones que ellos mismos fabrican, deberán poner en cada botella una etiqueta que diga “Imitación de Jerez.” Lo mismo habrá de suceder con el wisckey, coñac, vermouth, y todos los vinos extranjeros.”
CAL
*Se publicó de