«Trabajamos buscando lectores,
no público»
Manuel Borrás iba para psiquiatra infantil, pero terminó de editor. «Es posible que aquella primera vocación me haya ayudado en el trato con los escritores», apunta con ironía. Lo dice en el restaurante Nicolás, que en Madrid es casi una extensión del comedor de su casa. Pre-Textos, la editorial que Borrás, valenciano de 56 años, fundó en 1976 junto a Manuel Ramírez y Silvia Pratdesaba, celebra allí todos sus encuentros con autores, periodistas y amigos. El editor, que conoce tan bien la carta del restaurante como su propio catálogo, lamenta hoy que no haya hígado de rape. Valgan, pues, unas cigalas antes del suquet.
El editor valenciano se ha convertido en un puente cultural con América Latina
Estos meses, la verdad, no le faltan motivos de celebración. Hace unas semanas Pre-Textos recibió en México el Reconocimiento al Mérito Editorial de
El título es ya una rareza en una nómina en la que hoy comparten estantería Gilles Deleuze y Walter Benjamin, José Luis Pardo y Tomás Segovia, Eugenio Montejo y José Antonio Muñoz Rojas, Andrés Trapiello y Juan Bonilla. «Salimos con ese libro», explica Borrás, «porque nos caducaban los permisos. Mi padre firmó la plena patria potestad para que pudiéramos montar la empresa. En dos años teníamos que estar en la calle y se nos echaba el tiempo encima».
Desde entonces, Pre-Textos ha publicado de todo: filosofía, poesía, novelas, memorias, diarios, música y arquitectura. «No creo en los compartimentos estancos», dice el editor. «Las distinciones son mercantiles, no culturales. ¿Que nuestros libros no están hechos para los supermercados? Nosotros trabajamos buscando tener lectores, no tener público».
Hoy Pre-Textos es una marca de prestigio, pero también tuvo sus momentos de zozobra: «A los cinco años de empezar estábamos deprimidos. Habíamos sableado a la familia y económicamente estábamos al límite». En ésas ocurrió el milagro: casi al tiempo que entraban por la puerta las cajas con Las voces de Marraquech, que podía haber sido el último título de la editorial, la radio anunciaba la concesión del Premio Nobel de Literatura a su autor, Elías Canetti.
El número 1.000 de Pre-Textos serán las Obras completas de Ramón Gaya. La elección no es gratuita porque «recuperar la memoria del exilio republicano» fue una de las razones que impulsaron el nacimiento de la editorial: «Antes de empezar contactamos con muchos autores, pero casi todos esperaban que le mandásemos un catálogo que todavía no existía. Sólo Juan Larrea nos envió un inédito sin pensárselo».
Gran editor de poesía latinoamericana, Manuel Borrás se ha convertido con el tiempo en un puente entre España y América Latina. Y entre los propios países americanos. Como apunta el poeta Darío Jaramillo, autor de la casa y discreto invitado al almuerzo: «A los colombianos nos enseñan el Perú desde Valencia». Poco antes de levantar la mesa, el cocinero sale a saludar a Borrás. Mañana hay cena de Pre-Textos y el chef se compromete: habrá hígado de rape.