Vigente la Carta Magna
Diario de Querétaro
5 de febrero de 2009
José Luis Rodríguez
Querétaro, Querétaro.- No es necesaria una nueva constitución porque la de 1917 tiene los elementos básicos de una constitución democrática; en todo caso, lo que falta es una constitucionalidad, es decir, que se cumplan las normas y no estar buscando recovecos legales para incumplirla, manifestó César García Ramírez, director de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Querétaro.
Entrevistado en el marco de la conmemoración de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos aprobada en el Teatro Iturbide (hoy de «La República») de esta ciudad, el Doctor en Derecho señala que pueden hacer falta muchas modificaciones, «pero de que hay vigencia constitucional, es un hecho».
La de 1917, dice, nos ofrece elementos democráticos como es la división de poderes, así como un órgano electoral independiente y diversos organismos constitucionales autónomos, aunque probablemente hagan falta más de éstos, como el Ministerio Público.
«Y es que está visto que el Ministerio Público, M.P., muchas veces se llega a ocupar malamente a determinaciones de carácter político; la sociedad contempla al Ministerio Público como un arma del Estado, esto hay que acabarlo, me parece que la tarea del ministerio es muy noble y que esa característica debería de tener», argumenta.
El abogado universitario explica que el Ministerio Público puede estar sujeto a los intereses del poder ejecutivo, pues éste tiene la facultad de destituirlo si no hace lo que le pide. «Al Ministerio Público lo nombra el gobernador en muchos con la aprobación del poder legislativo, pero la destitución es libre», acota.
Pero en lo general, García Ramírez asegura que la constitución actual es vigente. «Tenemos una ley con aportaciones muy grandes al Estado mexicano, que venía de una gran Constitución también (la de 1857) de corte liberal impresionante».
«La de 1917 ha tenido muchas adecuaciones pero no hay leyes que sean la panacea, la propia Constitución no cambia de manera directa y tajante el modo de una sociedad, le da orden, tratará de ubicarla en cierto sentido, pero no es la norma lo que ordenará las conciencias», añade.
Hoy por ejemplo, asevera, «se apuesta a una inmediata reacción a la violencia y se invierten recursos en muchas cuestiones de seguridad, pero no es más que un reactivo, y lo que tenemos que hacer es planear las próximas generaciones; tendríamos que empezarnos a cuestionar cuál es la concepción de lo normal en nuestros niños y adolescentes, qué principios les estamos generando y cómo los estamos formando».
«La nueva constitucionalidad es que se haga lo correcto, y lo correcto es lo que está plasmado en la ley para que todos la cumplamos de manera directa y sin buscar recovecos para incumplirla, porque muchas veces se busca la justificación, el recoveco, el discurso, y no sólo por parte del gobernante sino los gobernados», advierte.
El Director de la Facultad de Derecho de la UAQ dijo finalmente que «se trata de tener normas para que se cumplan, no estar buscando el recoveco legal para incumplir la norma, me parece que estamos hablando del estado de derecho constitucional, un estado basado en principios educativos, me parece que ahí es donde México tiene que apostar hoy en día, la educación será indiscutiblemente el único medio para cambiar al país».