Hacienda La Laborcilla escenario escultórico. HORUS-BAR
Eefinge egipcia con cuerpo de león y cabeza humana, que según la mitología egipcia, eran mezcla de inteligencia y potencia física.
Foto Manuel Medina.
Diario de Querétaro.
Laura Portillo
Alrededor de setenta réplicas de las más bellas creaciones escultóricas, realizadas en el Museo de Lovre, París Fr., forman parte de la colección y decoración de Hacienda La Laborcilla, espacio protegido por el INAH, propicio para el fortalecimiento del espíritu cultural. Gala de los Dioses del Olimpo, en donde se ofrece el placer culinario, en mitológica atmósfera de arte y belleza sin igual.
Hacienda La Laborcilla, fastuoso escenario histórico que ofrece obras de los artistas más destacados de todos los tiempos, quienes reflejaron el acontecer de extraordinarias culturas que inmortalizan el exitoso paso del tiempo de la humanidad, como la egipcia, hindú, griega y la romana.
En el plano frontal del espléndido edificio de «Hacienda la Laborcilla», se encuentra el afamado «Horus- Bar», recreación egipcia que alberga numerosas obras escultóricas, que en la mitología hacen gala de extraños poderes.
Al pasar la puerta principal de HORUS, aparece en el primer pasillo del mágico edificio, la figura del hijo de ZEUS, «APOLO», soberano de la luz y el sol; la verdad y la profecía; el tiro con arco; la medicina y la curación; la música, la poesía y las artes, el pensamiento intelectual. Escultura realizada en el período Arcaico, personificaba el ideal de la belleza masculina (kouros).
Este APOLO Arcaico, es obra del escultor griego Polimedes de Argos, pareciera ser el guardián de la hacienda, ya que en su mirada expresa profunda frialdad. Su acentuada musculatura enmarca la perfecta simetría de su cuerpo, muy requerida en esa época. Y con sus puños cerrados y su pie izquierdo adelante, muestra su poderío como en Delfos (centro religioso más importante del mundo griego). Como dispuesto a evitar cualquier alteración en el lugar.
En seguida, se distingue un grande y bellísimo salón, la morada del Dios HORUS, o bien podría ser el recinto propicio para su templo Edfu contemporáneo, lugar que es celosamente custodiado por dos esfinges, instaladas en el arco que enmarca la entrada del lugar. Según la mitología egipcia, estas criaturas con cuerpo de león y hermoso rostro humano, combinaban la inteligencia y autoridad de un faraón con la potencia física del león. En el bar probablemente se encarguen del derecho de admisión.
Adentro del suntuoso salón, junto al ventanal y a un lado de una cálida sala estilo oriental, aparece el anfitrión del bar, HORUS, Dios de los Cielos: HORUS «El Elevado». En la mitología egipcia Hor. Nombre latino Horus, representado como un halcón, o un hombre con cabeza de halcón. La doctrina antigua decía que tenía por ojos al sol y la luna.
HORUS, fue un Dios de la realeza que tutelaba a los monarcas. Hijo de los hermanos Isis y el resucitado Osiris, que gracias a sus poderes mágicos aún muerto concibió a HORUS. Al llegar a la mayoría de edad, Hor luchó contra Seth, su tío, para recuperar el trono de su padre, asesinado por el mismísimo Seth.
En el centro del territorio de HORUS, se aprecia la barra hecha de granito color marfil, espacio donde impera la ley del faraón AMON ó Amen, según la mitología egipcia «El oculto», símbolo del poder creador y «Padre de todos los vientos». Ilustrado con un tocado de dos largas plumas segmentadas y su postura sedente (sentado). Deidad tebana, cuyo culto se popularizó cuando la ciudad de Tebas, se convirtió en una de las más influyentes de Egipto.
Frente a la barra, en las columnas de los ventanales destacan las siluetas de AMENOPHIS IV -AKHENATON, sedente (sentado), décimo Faraón de la dinastía de Egipto, cuyo nombre significa «Aton está satisfecho»; y
SEJMET (Sekhmet), fue el símbolo de la fuerza y de poder, en la mitología egipcia. Guerrera de la venganza, representada con cuerpo de mujer y cabeza de leona coronada con el disco solar.
(Información escultórica brindada por hacienda la laborcilla).