El catálogo fotográfico se presenta mañana en la feria del libro del Palacio de Minería
Historias de prensa, 18 lentes que consolidan el estilo de
Los reporteros gráficos dan a la información del diario personalidad periodística y creativa única en México y Latinoamérica, escribe Rodrigo Moya en el prólogo del volumen
La Jornada
Imagen de María Meléndrez, cuando el 12 de diciembre de 2005, después de dar la patada inaugural de un torneo de futbol en un centro de tratamiento para varones, en el Distrito Federal, El Roñas le puso cuernos al entonces presidente Vicente Fox
Sobre esta labor, Rodrigo Moya apunta en el prólogo del volumen: “Han consolidado cada uno un estilo propio y al mismo tiempo colectivo, que confiere a la información gráfica de
La presentación será en el contexto de la 30 Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, a las 11 horas, en
La obra de estos trabajadores de la lente va desde el registro, como José Carlo González y su ensayo sobre la celebración de Semana Santa de los indios rarámuris en la sierra Tarahumara, en Norogachi, Chihuahua, hasta la obra de la joven fotógrafa Yazmín Ortega Cortés, quien da cuenta de las distintas tribus urbanas que coexisten en la ciudad de México.
En una reflexión sobre el auge de la fotografía en la era
digital, donde prácticamente todos tenemos acceso a una cámara y vivimos el avasallamiento de la tecnología, Moya escribe: “Más allá de este maremágnum de usuarios eventuales de cámaras fotográficas, existe un gremio especial, cuya función en el universo de la comunicación y la noticia –piedras angulares de la sociedad de nuestro tiempo– consiste en algo muy contrario a esas imágenes fugaces de las cámaras-juguete. Son los fotógrafos de prensa, llamados también fotorreporteros o reporteros gráficos, que atienden la otra cara de la noticia periodística: la de su ilustración con imágenes verídicas, realistas, de carácter documental, que en su nivel más simple pueden aportar tan sólo un elemento visual al texto noticioso, pero que con frecuencia suelen tener su propia autonomía o incluso una lectura paralela, distinta y tan importante o más que el texto que ilustran”.
Estas palabras quedan plenamente justificadas con el
trabajo diario que desempeña Francisco Olvera, como cuando con su lente cubrió la batalla campal entre integrantes de
Otro ejemplo del carácter documental y posteriormente autónomo que adquiere la labor fotográfica, se refleja en el trabajo de Marco Peláez, quien da cuenta de las tragedias y calamidades que afectan a los sectores sociales más desprotegidos, como los familiares de los mineros muertos en Pasta de Conchos o los desastres que causó el huracán Emily en Playa del Carmen, o el desbordamiento de la prensa
En otra franja de importancia equiparable está María Meléndrez, quien capturó los varios desfiguros del ex presidente Vicente Fox Quesada. Asimismo, el trabajo de Carlos Ramos Mamahua, quien siguió por toda
Quedan también más allá del registro las acrobacias de los trabajadores de la compañía de Luz y Fuerza del Centro, captadas por Guillermo Sologuren Juárez, quien convierte su labor cotidiana en instantánea memorable.
Rodrigo Moya refiere que “los fotógrafos de prensa son hombres o mujeres, jóvenes o maduros, pero capaces siempre de resistir el rudo ajetreo que implica perseguir la realidad día tras día y sumergirse, con los sentidos alertas en los acontecimientos, los personajes y el devenir de la sociedad que los rodea. Puede parecer lugar común, pero en realidad los fotógrafos de prensa son cazadores especializados de imágenes. Tiradores, que cuidadosa, pero velozmente, reflexionan y sueltan sus disparos, porque cada ‘presa’ cobrada, cada imagen, debe corresponder a un contexto noticioso, a una necesidad informativa, a un compromiso con los miles de lectores diarios que, además de las noticias, las opiniones y las reflexiones de los columnistas, necesitan alimentar sus conocimientos de la marcha diaria de México y el mundo mediante la contundencia única que proporciona la imagen fotográfica.
De Yazmín Ortega Cortés, una chica emo en los alrededores del tianguis sabatino del Chopo.
La imagen corresponde a Luis Humberto González, quien captó a dos perros en la entrada de la pulquería
Experiencia visual que queda sustentado en las placas de Cristina Rodríguez sobre los simulacros de partos y diagnósticos con robots que se realizan en
Qué decir del experimentado José Antonio López con las instántaneas captadas de la toma de una supuesta Alhóndiga de Granaditas que los indios tejocoteros llevan a cabo desde
Reveladoras son las fotogra-fías tomadas por Víctor Camacho a niños chiapanecos, las cuales realizó durante la cobertura del conflicto en ese estado de
El trabajo de los fotógrafos de se complementa con la vivencia que quedó registrada en las gráficas de José Núñez al fotografiar a niños indígenas, quienes forjan día a día una nueva identidad nacional.
Millones de negativos, cientos de fotógrafos
Moya, agrega: “En
“En los seis millones de negativos argénticos y ocho millones de imágenes digitales que conserva el Archivo Fotográfico de
Así, bajo resguardo, pero latentes, se encuentran la novela urbana gráfica diaria de Alfredo Domínguez; las postales nocturnas tomadas por Roberto García Ortiz, asignado a la fuente policial; los retratos y obras a diferentes artistas, desde Marcel Marceau y José Saramago hasta Elena Poniatowska y Gabriel García Márquez, bajo la lente de Carlos Cisneros; los momentos que con oportunidad registró María Luisa Severiano, así como la añeja y lúdica obra de Luis Humberto González.
El libro está a la venta en las librerías de