Queré-tha-ro
La ciudad
del juego de
pelota
“
Las mas de 1500 canchas de juego de pelota
halladas hasta hoy demuestran que, además de ser una práctica deportiva milenaria, tuvo un papel ritual, político y posiblemente económico que lo sitúa en la esfera del poder y de la historia mesoamericana.”
“Tiene una faición y hechura del cercado do los indios juegan a la pelota” dice
“El juego de pelota se llamaba Tlaxtli o tlachtli que eran dos paredes, que había entre la una y la otra veinte o treinta pies y serían a lo largo hasta cuarenta o cincuenta pies; estaban muy encaladas las paredes y el suelo y tendrían de alto como estado y medio del juego de pelota estaba una raya que hacía el propósito del juego, y en el medio de las paredes, en la mitad del trecho del juego, estaban dos piedras como muelas de molino agujeradas por medio, frontera la una de la otra y tenían sendos agujeros tan anchos que podía caber una pelota por cada uno de ellos”.
“Y el que metía la pelota por allí ganaba el juego, no jugaban con las manos sino con las nalgas herían la pelota; traían para jugar unos guantes en las manos y una cincha de cuero en las nalgas, para herir la pelota.”
Bernardino de Sahagún.
Muchos de los habitantes de esta hermosa
ciudad de Santiago de Querétaro no hemos
profundizado suficientemente en la doble
identidad de este nombre, uno es el patrocinio de
Santiago Matamoros, el otro es el de Querétaro,
que en español es El Gran Juego de Pelota, o
Tlachco, Nandamaxei, y Queréndaro, en nahuatl,
otomí o tarasco respectivamente.
Querétaro ha sido un valle propicio para la
prosperidad desde la época que han llamado
preclásica. Querétaro ha mantenido desde
siempre una población permanente, nos lo señala
la presencia de la cultura de Chupícuaro en
San Juan Del Río y las ruinas en Ranas y
Toluquilla, de canchas de juego de pelota y la
explotación minera en
de 200 tiros de bocaminas encontrados.
Prosperidad que ha durado hasta la fecha para
propios y extraños
“Durante el período clásico, la
cultura mesoamericana se extendió
más hacia el norte. En los siglos V,
Vl, y Vll, hubo un importante
asentamiento urbano en el Valle de
Querétaro donde ahora se encuentra
El Pueblito. Allí hay un basamento
troncopiramidal escalonado, de
dimensiones impresionantes…” dice
David Wright.
Con este error involuntario consistente en olvidar
el valor cultural del nombre original de esta
comunidad que es y ha sido Querétaro, error
dado principalmente por desconocimiento e
ignorancia de nuestros valores, a pesar de que lo
nombramos en forma familiar y cotidiana, no nos
recuerda a la gran cultura mesoamericana y sus
formas de pensamiento, ni nuestra pertenencia a
esta raza y civilización.
La alegoría de la vida, el ritmo de los astros, la
luz y la obscuridad,
filosóficos todos, unidos al rito y deporte del
juego de pelota, que junto con la forma
particularísima y exacta de contar el tiempo, el
uso y domesticación del maíz, son centro mismo
de una cultura original y valiosa para la humanidad
como es la mesoamericana
El juego de pelota, – nombre que de
sobra sabemos lleva nuestra ciudad -,
como rito o como deporte entre los
antepasados de esta región, dio pie, a
la construcción de innumerables
canchas para el llamado Tlachtli, en
gran parte de norte y Centro América.
Se conocen hasta ahora mas de 2000
canchas del juego de pelota en
territorio americano.
otomí de Andamaxei el encomendero de
Acámbaro, Hernando Pérez de Bocanegra.
Entonces los tarascos que venían con él
pusieron el nombre de Querétaro “lugar en
donde se juega a la pelota”, al lugar
traduciendo el topónimo otomí a su lengua.”
Sigue diciendo D. Wright en su obra “Querétaro
en el siglo XVl”
y el Juego de pelota, forman la trilogía de esta
civilización primigenia y genuina de América, por
lo que llamar así a nuestra población es síntoma
de arraigo y orgullo para un pueblo aportador a la
humanidad.
son
aledañas a la ciudad de Querétaro, que juntas le
han dado su nombre, por sus aportaciones como
poblaciones prehispánicas y de frontera entre los
pueblos mesoamericanos y los de
entorno un gran teocalli o pirámide hecha a mano
y de argamasa además de una cancha de “juego
de pelota”, y dicen los que saben que en el lugar
que ocupa la capilla de indios llamada del Espíritu
Santo, en la ciudad de Querétaro, existió una
cancha para juego de pelota que fue destruida en
tiempos de
habitados por nuestra civilización mesoamericana
en forma inmemorial, es el valle de Querétaro o
Nandamaxei, Tlachco o Queréndaro, de donde le
viene el nombre a la ciudad.
patronazgo, como fue el de Santiago
Matamoros, a la fundación española
de esta ciudad, el nombre antiguo de
este valle, conocido por sus vecinos
como Nandamaxei, Tlachco o
Queréndaro. El nombre español de
Santiago pasó a ser para los invasores
solo simbolismo y forma de
colonización, como sucedió con otros
nombres mesoamericanos de
poblaciones que sufrieron una
refundación como la nuestra.
predominantemente otomí, con pocos
nahuas y tarascos y algunos chichimecas y
una pequeña minoría española”.
en uno de los barrios de
Agua Fría, ubicado en la cabecera “del natural
juego de pelota” que allí se forma, una
comunidad indígena precolombina, lo mismo
debemos ver en “
mismo barrio, la posibilidad de existencia de un
Cuesillo que fuera derrumbado por los españoles
durante la refundación, para levantar un
humilladero o cruz de camino, cosa común en
esos días.
documentación de la vida mesoamericana en la
zona y la comprensión de su resistencia indígena
a partir de la invasión.
Dios, levantado por los otomíes del lugar a la
llegada de los españoles, con “su entierro” y sus
tres fechas de remodelación, 1529,1709, 1804. o
“
de
dulce”.
violencia a partir de 1550, ante la
invasión masiva de sus tierras
ancestrales.
La guerra chichimeca duró unas
cuatro décadas”.
de habitación inmemorial de estas tierras y él por
qué de los asaltacaminos o la guerra de los
cincuenta años o chichimeca o el mote de
salvajes, a los moradores de estas tierras,
cuando fueron invadidas por extraños.
de cerca las zonas arqueológicas de
del Cerrito, en El Pueblito, para reconocer en
ellas el “cruce de caminos” que ha sido Querétaro
desde mucho tiempo antes de la invasión
española y la presencia de las culturas
Teotihuacana y Tolteca en esta nuestra
morada.
nuestra región desde la época de Moctezuma
Ilhuicamina o el culto inmemorial hasta la fecha,
de
reafirmado desde 1632.
concepción, como contra parte española de la
divinidad indígena.
del Tascame o del Pan Blanco o de febrero, de
memoria también milenaria y precolombina y de
tanto arraigo hasta la fecha en el Pueblito y que
es la fiesta indígena a
culto.
dice el historiador Manuel Septién, pero este
desconocimiento no es por falta de evidencias
claras y precisas, sino de ignorancia o miedo a
reconocernos en un pueblo que ha sido humillado
por 469 años en nuestra ciudad y que es
necesario volver a valorarlo.
debe ser el que los animales híbridos como los
caracoles, los moluscos en general o los sapos,
los animales que se transforman, como son las
mariposas y los animales que señalan el valor
como son los jaguares y las flores como la ninfa
que se abre al amanecer y se cierra por las
tardes, representan desde siempre la dualidad,
concepto mesoamericano, que se ha unido al rito
y al deporte llamado “ juego de pelota”. Cuyo
nombre lleva nuestra ciudad
queretano que encontraron los españoles en la
busca de la plata, encontrada en Zacatecas,
Guanajuato y San Luis Potosí.
de los siglos y sus 469 años de
mestizaje e invasión, es un patrocinio
al que no debemos renunciar y al que
debemos de adentrarnos en su
significado y ejecución todos los
habitantes actuales de esta
ciudad.
con una traza urbana reticular y un convento
franciscano con cierta monumentalidad”.
propiedad lo que tan hermosa ciudad encierra dentro de tan
florido círculo para el recreo”, dice de Querétaro el jesuita
Francisco Navarrete en