Quinta Gameros monumento artístico nacional
Hoy, Centro Cultural Universitario Quinta Gameros.
Foto: El Heraldo de Chihuahua.
El Heraldo de Chihuahua
A finales del siglo XIX, majestuosas quintas suplieron la belleza natural de los álamos que daban vida a la Alameda de Santa Rita, por una belleza arquitectónica que forman parte del actual Paseo Bolívar. Entre las quintas destaca hoy el Museo Cultural Universitario Quinta Gameros, cuya construcción fue concluida en agosto de 1911. Manuel Gameros, ingeniero de profesión y originario de esta capital, mandó construir la lujosa residencia para ocuparla como casa habitación.
Ubicada en la calle Cuarta y paseo Bolívar, surgió soberbia la Quinta Gameros. El colombiano Julio Corredor Latorre fue el encargado del proyecto de la construcción del edifi cio. Los trabajos de cantería estuvieron a cargo de Romualdo González, quien también construyó la casa de la hacienda de Bustillos y el trabajo de yeso los realizó Librado Alamos. Fue poco el tiempo que los dueños vivieron en la quinta, debido a que tuvieron que emigrar al extranjero porque llegó la Revolución constitucionalista. Manuel Gameros era senador por Chihuahua en el Congreso de la Unión.
La Quinta Gameros fue intervenida en diciembre de 1913 por las autoridades revolucionarias del Estado y en ella se instaló la residencia ofi cial y privada del prior jefe del Ejército Constitucionalista, Venustiano Carranza. El 13 de abril de 1914 Carranza llegó a la ciudad de Chihuahua, procedente de Juárez, durante su cruzada en contra de la dictadura militar del general Victoriano Huerta. Fue recibido con entusiasmo por el pueblo chihuahuense. Desde el balcón central del Palacio de Gobierno, anunció las reformas sociales que demandaba la revolución y fue alojado en la Quinta Gameros.
Al día siguiente recibió el informe del gobernador del estado, general Manuel Chao, sobre el estado de la administración pública y el 3 de marzo siguiente se trasladó a la ciudad de Torreón. Durante ese tiempo, en la Quinta Gameros se registran los dos primeros incidentes entre Carranza y el general Francisco Villa, y meses más tarde culminaron con la división de la revolución constitucionalista. Dichos incidentes fueron: Las declaraciones que hizo Villa ante la prensa de El Paso, Texas, con motivo del atentado cometido por las fuerzas navales angloamericanas en el puerto de Veracruz y el altercado entre ambos con motivo del frustrado fusilamiento del gobernador del estado, general Manuel Chao, ordenado por Villa e impedido con energía por Carranza. También en este periodo, Venustiano Carranza despachó desde la Quinta Gameros, residencia oficial y privada, con los poderes de la revolución.
La Historia:
La Quinta Gameros se convirtió en uno de los edifi cios más bellos de la ciudad de Chihuahua y en una de las mansiones más hermosas del país. El 18 de febrero de 1907, Gustavo Zork vendió la propiedad donde se ubica la Quinta, a Manuel Gameros Ronquillo por la cantidad de 4 mil pesos plata del cuño mexicano. La ciudad de Chihuahua tenía entonces 20 mil habitantes. Y en 1904 Gameros realizó un viaje por Europa. Cuando estuvo en el sur de Francia, conoció una residencia tipo Art Nouveau y regresó a Chihuahua con la idea de construir una finca similar.
Julio Corredor fue enviado a Francia para tomar datos sobre el diseño y construcción de la finca. Cuando concluyó la construcción, Manuel Gameros tenía 61 años de edad. Cuando estalló la Revolución Mexicana, la obra estaba casi concluida, sólo faltaban los pisos y la instalación de las cuatro figuras que se ubican en los frontones. En noviembre de 1913 Manuel Gameros fue nombrado senador de la república y en diciembre de 1913, Francisco Villa ocupó la ciudad. Gobernaba en el estado Manuel Chao, a quien Villa le otorgó el puesto por petición de Venustiano Carranza. Chao tuvo consideraciones con Carranza, lo cual le ganó su estimación y mantuvieron amistosa comunicación.
Durante un viaje que realizaron por la Sierra, Chao le dio la queja a Carranza de los asesinatos y arbitrariedades cometidas por Villa, actos de los que Chao era testigo y le pidió que lo destituyera del mando. Un testigo de esas pláticas dio aviso al general Villa, quien dejó para mejores tiempos la venganza. Cuando el Centauro del Norte regresó a la ciudad de Chihuahua se dirigió a saludar a Carranza; estaba por realizarse la intervención francesa al sur de México. Cuando Villa llegó a Chihuahua se encontró al general Felipe Ángeles, y cuando Venustiano Carranza conoció las intenciones de Villa para viajar a la fronteriza Ciudad Juárez en compañía de Felipe Ángeles, les encomendó que a su llegada a la ciudad evitaran hacer declaraciones o comentarios sobre el incidente de Veracruz.
El 23 de abril de 1914, al llegar a Ciudad Juárez, Villa hizo declaraciones sobre el caso del puerto de Veracruz ante el agente norteamericano Carothers y en presencia de periodistas estadounidenses. Carranza llamó a Villa y en su despacho ubicado en el segundo piso de la «Quinta Gameros,» le reclamó y le hizo ver que los asuntos internacionales los debía tratar solamente la primera jefatura. Acabó de herir la susceptibilidad de Villa y desde ese día se terminó la cordialidad entre ambos jefes.
Las relaciones entre Villa, Chao y Carranza se deterioraron, por lo que el Centauro del Norte movilizó a sus fuerzas revolucionarias en el Paseo Bolívar con la clara intención de atacar la Quinta Gameros. Se impidió el ataque, las armas estuvieron de por medio y el secretario de Gobierno logró mediar la discusión entre los jefes revolucionarios. Villa restableció sus relaciones políticas con Chao. Es así como la Quinta Gameros fue testigo de sucesos que tuvieron un profundo impacto en las relaciones entre los líderes revolucionarios y en el desarrollo mismo de los actos de guerra.
Después de este incidente, la Quinta siguió el desarrollo de los acontecimientos revolucionarios, sirvió de prisión y hasta de cuartel general de Francisco Villa. Una vez concluida la Revolución y establecido el nuevo orden nacional, la mansión fue habitada por el matrimonio Russek Gameros a partir de 1921 hasta septiembre de 1926. El 9 de noviembre de 1926, la vendieron a Gobierno del Estado. A partir de entonces tuvo varios usos, como edifi cio público. Fue sede del Palacio de Justicia y Educación Pública. Ahí quedaron instaladas las ofi cinas superiores del ramo de Educación Pública y la Oficina Central del Registro Civil. Posteriormente fue destinándose para estación de radio, Junta Central de Aguas, la Junta Local de Caminos y el hospital de Sangre. Cuando nació la Universidad de Chihuahua (hoy Universidad Autónoma de Chihuahua), en diciembre de 1954 se instala en la Quinta Gameros la Rectoría y las escuelas de Ingenieria Civil, Derecho y Música.
La Rectoría permaneció en este lugar hasta 1958, año en el que se trasladó a un nuevo recinto. El 9 de mayo de 1958, el gobernador Teófi lo Borunda celebró un contrato de comodato por 25 años con la Universidad de Chihuahua y el Instituto Nacional de Antropología e Historia, para instalar en la Quinta Gameros el Museo Regional del Estado de Chihuahua, con la condición de que se respetara la exposición minera ya instalada. El museo fue inaugurado por Adolfo López Mateos, presidente de la República, el 22 de noviembre de 1961. Además de la colección de minerales, exhibía pinturas antiguas, vestimentas eclesiásticas y piezas arqueológicas de culturas indígenas de nuestro país.
El 19 de octubre de 1968, Oscar Flores, gobernador del Estado, otorgó la Autonomía a la Universidad de Chihuahua y la Quinta Gameros pasó a formar parte del patrimonio del Alma Máter. En 1971 se fi rmó un comodato con Pedro Fossas Requena y el Instituto de Nacional Antropología e Historia, para que los muebles de la Colección Requena le dieran mayor realce a la Quinta. En septiembre de 1991, el Consejo Universitario de la Universidad Autónoma de Chihuahua, determinó cambiar el nombre de Museo Regional Quinta Gameros por el actual de «Centro Cultural Universitario Quinta Gameros». El 5 de agosto de 1999, la Comisión Nacional de Zonas y Monumentos Artísticos declaró a la Quinta Gameros como «Monumento Artístico Nacional». En la actualidad, el recinto viste eventos culturales de la sociedad chihuahuense y es escenario perfecto para que prestigiados fotógrafos capten imágenes de diversos acontecimientos de la capital.