Pierde la India a su más venerable dramaturgo
Organización Editorial Mexicana
Prensa Latina
La India perdió este lunes a su más ilustre dramaturgo: Habib Tanvir, descrito como un hombre de mente abierta, progresista, que reflejó en su obra la sociedad que le tocó vivir y por cuyo desarrollo luchó.
Poeta, escritor, actor, Tanvir escribió memorables piezas como «Agra Bazar» (1954) y «Charandas Chor» (1975) con la que ganó el primer premio en el Festival Internacional de Drama de Edinburgh de 1982, y en 1959 fundó la compañía teatral Naya Theatre en
Bhopal.
También le otorgaron el Premio de la Academia Sangeet Natak en 1969 y en 1996 lo hicieron miembro ilustre de esa prestigiosa institución. Además, le confirieron el Galardón de Padma Shri en 1983.
Nacido en Chhattisgarh en 1923, Tanvir falleció este lunes a la edad de 85 años debido a complicaciones renales y respiratorias en el Hospital Nacional de Bhopal.
Se distinguió por combatir el fundamentalismo hinduista en la sociedad india, predicado por las fuerzas conservadoras y por enfocar sus obras hacia los problemas del pueblo usando de base la tradición folclórica, explicó a Prensa Latina el activista
teatral Sudhanva Deshpande.
«Fue un intelectual con una visión social, de gran determinación, indetenible ante las adversidades, que luchó por una India secular, libre de trabas comunales», señaló Deshpande, escritor y editor en la casa editorial LeftWord, quien estuvo asociado con
Tanvir durante mucho tiempo.
Personalidades políticas y de la vida cultural elogiaron por igual al fallecido teatrista. La ministra Jefa de Delhi, Sheila Dikshit, lo calificó de «leyenda de las tablas indias», mientras Sonia Gandhi, presidenta de la oficialista Alianza Unida por el Progreso,
alabó su trayectoria.
Citada por el Servicio Indo-Asiático de Noticias, la experimentada actriz Sohag Sen comentó que Tanvir «es uno de esos raros directores que creen en el teatro total el cual hace uso del escenario, los bailes folclóricos, la actuación física, la mú
sica y aún de los silencios».
«Usó las tablas con magia; incluso introdujo en el reparto de actores a pobladores de aldeas y el lenguaje local; sin embargo esto no representó una barrera en la comunicación y la expresividad», concluyó la también profesora de artes escénicas.