«Aquellos tiempos» de Mario Rodríguez

“AQUELLOS TIEMPOS”.

Mario Rodríguez Estrada.- 

“EL HOMBRE SE ELEVA POR LA INTELIGENCIA, PERO NO ES HOMBRE MAS QUE POR EL CORAZON”.-Henry-Frederic Amiel.-(1821-1881).-filósofo Suizo. 

Amigos, debo confesarles que soy un gran admirador de la mujer, sobre todo de aquellas que con muchas faldas y pantalones, muy bien puestos, defienden a capa y espada las mas altas cotas de los ideales impuestos por el mas escaso de los sentidos, el sentido común…en estos tiempos, me declaro fan de Denisse Drecker, de Denisse Dresser y de Carmen Aristegui…¡Qué mujeres, qué mujeres!…sus comentarios llenos de humanidad y de amor al prójimo y a la sociedad en general, se han hecho poseedoras de mi mas alta consideración y afecto, las sigo en el radio y en la televisión en donde quiera ellas se presenten, pues ya sé, que donde ellas estén, la cosa se pone muy buena…es así que en la pasada emisión televisiva del día 24 de junio, Carmen Aristegui presentó a un joven y atildado jovencito, que a su vez presentaba un libro de su autoría:”MEMORIAS PROHIBIDAS DEL NIGROMANTE”…de inmediato me posesioné del tiempo y del espacio y fui todo ojos y oídos…pues el tema me es altamente interesante y querido…pues uno de mis mayores íconos humanos, es precisamente Don Ignacio Ramírez Calzada…conocido y …temido por el seudónimo del Nigromante. 

Pues resulta que el tal jovencito es bisnieto de Don Ignacio, de quien se declara su admirador, no solo por el parentesco, sino por la calidad humana que tuvo…y que gracias a los apuntes y diarios íntimos familiares, amorosamente cuidados por su familia, se dio cuenta de la gran importancia que para la historia de Querétaro y de México, tuvo el Nigromante, Emilio Arellano se llama el jovencito, y relató a Carmen Aristegui, que poco a poco tuvo acceso a ellos, y leyéndolos y releyéndolos se dio cuenta, que muchas de las páginas de tal historia, no es como nos la cuentan los que la escribieron, que don Ignacio tuvo un papel mucho mas protagónico que el que le atribuyeron…comenzando desde sus tiempos infantiles y juveniles en la ciudad de Querétaro, lugar donde debió nacer, no en la vecina San Miguel Allende, que se ufana y enaltece por haber sido su cuna…lo que es cierto, lugar al que sus padres tuvieron que pasar algún tiempo, lejos de su habitual hogar que fue, y por muchos años la ciudad de Queretarín…ya que en ella, Don Ignacio vivió hasta los 18 años…transladándose posteriormente a la ciudad de México …lugar en la que absorbió cuanto libro le cayo entre sus manos y que le dieron sabiduría tal, que lo hicieron descollar muy alto, aún entre aquella pléyade de grandes hombres y personalidades de la Reforma. 

  Don Ignacio tuvo sus primeros contactos con el liberalismo, siendo secretario amanuense a los 16 años de su padre, Don Lino Ramírez y de Don  Valentín Gómez Farías, que visitando a su amigo en la ciudad de Querétaro, le dictaban lo que había de ser los antecedentes de las leyes de Reforma…auspiciadas por otro ex escolar Queretano, el Dr. Don José María Luis Mora…con su tesis acerca de la desamortización de los bienes de la iglesia y otras…posteriormente Don Ignacio tuvo los pantalones suficientes y el ánimo, para presentarse, muy joven, a los integrantes de la Academia de Letrán, formada por lo mas granado del liberalismo de su tiempo, que se escandalizaron y no creían lo que oían, pues Don Ignacio les dijo:”Dios no existe…las cosas se sostienen por si solas…”.-Tuvo tal peso moral que causó irritaciones y envidias, aún entre sus propios círculos, pues el mismo Don Benito Juárez le hizo menos, no dándole el debido crédito en la promulgación de las propias Leyes de Reforma, prefiriendo a Don Melchor Ocampo y otros…aún así Don Ignacio cambió textos y les dio la debida y puntual redacción, quitando sobre todo la referencia a cualquier mención de los hados o hadas sobrenaturales a las leyes y la propia Constitución del 57…todo esto y muchas mas cosas están vertidas en el referido libro del bisnieto de Don Ignacio…cuyo ejemplar desde hoy me dedicaré a conseguir…si usted amigo lector, sabe donde puedo conseguirlo, se lo agradeceré de todo corazón…saludos y abrazos a Carmen Aristegui y al joven Emilio Arellano…Denisse Maerker y Denisse Dresser…y claro a Don Ignacio…se despide su amigo de “Aquellos tiempos”…Mario RE.