DECLARACIÓN DE LOS DEFENSORES
Y DEFENSORAS DE
DERECHOS HUMANOS DESDE
En el marco del quinceavo aniversario del Centro de Derechos Humanos de
La clase política que se ha montado en el potro de la impunidad y son los autores intelectuales de estas atrocidades y del terror causado por las fuerzas represivas del Estado, han traicionado los ideales democráticos de la sociedad. Los partidos políticos han permitido que el Ejecutivo “legisle y juzgue” con despotismo y arbitrariedad, que utilice al Ejército para que ejerza las funciones de ministerio público y de policías ministeriales para imponer la ley marcial y un ambiente de terror y de miedo. El Congreso federal se ha prestado para aprobar reformas policiales para tratar a los ciudadanos como delincuentes, implantando un derecho penal que trata a los ciudadanos como enemigos, que busca tener el control de la población porque percibe a la población civil como una amenaza permanente a la gobernabilidad de las castas gobernantes.
Las leyes y las instituciones no están diseñadas para proteger al ciudadano, por el contrario, están siendo reorientadas para defender un sistema impune y preservar los privilegios de las élites económicas. Esta perversidad gubernamental ha hecho crecer los poderes de facto vinculados con la delincuencia organizada y con los mercados ilegales, por eso se ha consolidado el imperio del crimen y el espectáculo de la violencia.
Con instituciones débiles por ser antidemocráticas, con leyes que atentan contra los derechos fundamentales, con el Ejército que actúa impunemente y sin ningún control, con una clase política voraz y con el poder creciente de la delincuencia organizada incrustada en las estructuras del Estado, los ciudadanos y ciudadanas hemos quedado atrapados en el laberinto de un sistema violento que le hace la guerra a los hombres y mujeres que buscan romper las murallas del autoritarismo.
Ante esta avalancha que amenaza nuestra seguridad y nuestra misma intimidad como personas libres, nuestra sociedad se organiza para contener esta barbarie y transformar este sistema antidemocrático que para seguir sobreviviendo apela al endurecimiento de las leyes como expresión de su debilidad institucional y su agotamiento como modelo societal. La lucha por la democratización de nuestra sociedad y por la reivindicación de nuestros derechos como pueblos y como individuos, cimbra las estructuras de un sistema político obsoleto, desenmascara sus tropelías y lo interpela para obligarlo a cumplir con sus responsabilidades constitucionales y a exigir que respete a la ciudadanía.
Los defensores y defensoras de derechos humanos así como los comunicadores, frente a esta sismicidad política nos enfrentamos a grandes peligros y con un riesgo inminente de ser aplastados por este sistema opresor por atrevernos a transformar de raíz las estructuras de la muerte y de la injusticia.
En Guerrero, los defensores y defensoras son vilipendiados y criminalizados por un gobierno carente de sensibilidad y compromiso con las necesidades y demandas de la clase trabajadora. A los pueblos indígenas y a sus defensores se les trata como delincuentes, a los que se atreven a alzar la voz para denunciar las violaciones a los derechos humanos se les fabrican delitos y se les encarcela. Los que ejercen sus libertades, expresan sus ideas en las calles y plazas públicas se les persigue y se les integran averiguaciones previas y se les coloca fuera de la legalidad para judicializar su movimiento. A los que se atreven a defender su territorio sus bosques y sus recursos naturales se les reprime y se busca someterlos políticamente; a los que ejercen el derecho a poseer sus propios medios de comunicación para preservar sus lenguas y sus culturas y hacer públicas sus ideas del mundo que se quiere construir, se les hostiga y se busca desmantelar su precaria infraestructura para amordazar la libertad de expresión de pueblo amuzgo. A los pueblos que se organizan para construir un sistema de justicia alternativo, que tenga como fundamento legal la matriz del derecho comunitario se les integran averiguaciones previas y se les trata como autoridades que delinquen, como ha sucedido con los compañeros de
Los defensores y defensoras de derechos humanos exigimos:
· Castigo a los responsables del asesinato de los compañeros Raúl Lucas Lucía y Manuel Ponce Rosas
· Castigo a los responsables del asesinato de Lorenzo Fernández Ortega, integrante de
· Que cese la persecución, el hostigamiento y las amenazas contra los compañeros de
· Que se investigue el atentado del que fue víctima Margarita Martín de las Nieves cuando se dirigía a su comunidad y se garantice su seguridad.
· Que cese la militarización en las regiones de Ayutla y la sierra de Coyuca de Catalán y Tlacoachistlahuaca que ha causado graves violaciones a los derechos humanos por parte de militares del Ejército.
· Que sean las autoridades civiles las que juzguen a los soldados que asesinaron al joven naua Bonfilio Rubio Villegas en un retén militar
· Que cese la criminalización contra las organizaciones sociales, que ejercen su derecho a la protesta.
· Que el Estado garantice el ejercicio pleno de las libertades y se abstenga de reprimir el derecho legítimo a protestar
· Que el Estado mexicano cumpla a cabalidad con las medidas provisionales otorgadas por
· Que se implemente un programa para garantizar el trabajo libre y seguro de los defensores y defensoras de derechos humanos.
· Que se investiguen las amenazas propaladas a Rommel Cain Chacan Pale, defensor de derechos humanos de Monitor Civil de
· Que cese el hostigamiento y persecución contra Bruno Placido Valerio y se respeten sus derechos humanos.
· La liberación inmediata del maestro Máximo Mojica, María de los Ángeles Hernández y Santiago Nazario Lezma, presos en Acapulco.
Organizaciones firmantes:
Autoridades comunitarias de Mini Numa- Guerrero
Asamblea Permanente del Ejido de Carrizalillo- Guerrero
Asamblea Popular de los Pueblos de Guerrero (APPG) – Guerrero
Asistencia Legal (Asi-Legal)- DF
Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas -Chiapas
Consejo de Ejidos y Comunidades Opositores a
Centro de Derechos Humanos Victoria Diez
Centro de Estudio Ecuménicos,
Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos AC (CADHAC) –Nuevo León
Consejo Ciudadano de Chilapa- Guerrero
Colectivo Contra
Comité Estudiantil de
Consejo de Jornaleros Agrícolas- Guerrero
Comité Cerezo- DF
Centro de Derechos Humanos de
Centro Regional de Derechos Humanos José María Morelos y Pavón -Guerrero
Comité de Familiares y Amigos de Secuestrados, desaparecidos asesinados en Guerrero
Estudiantes de
Estudiantes de
Enlace, Comunicación y Capacitación AC
FUNDAR, Centro de Análisis e Investigación – DF
Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia -DF
Instituto Nacional para
Instituto Guerrerense de Derechos Humanos AC – Guerrero
Justicia y pluralidad- UNAM DF
Monitor Civil de
Movimiento de Campesinos Indígenas de
Organización del Pueblo Indígena Me´phaa (OPIM)- Guerrero
Organización para el Futuro del Pueblo Mixteco- Guerrero
Organización de Mujeres Ecologistas de
Organización de Mujeres Na savi de Metlatónoc Kimitaxa – Guerrero-
Policía Comunitaria-Guerrero
Proyecto PAIR-DF
Programa de Derechos Humanos de
Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos
Humanos Todos los Derechos para Todas y Todos -DF
Red Guerrerense de Organismos Civiles de Derechos Humanos – Guerrero
Ririki Intervención Social SC- DF
Radio Ñomndaa
Servicios y Asesoría para
Taller de Desarrollo Comunitario (TADECO)- Guerrero
Una voz para Todos- DF
Pueblos y comunidades firmantes
Mini Numa (Metlatónoc)
Yuvinani (Metlónoc)
Ayotzinapa (Tlapa)
Chiepetepec (Tlapa)
Ojo de Agua (Malinaltepec)
San Luis (San Luis Acatlán)
Zitlaltepec (Metlatónoc)
Tixtla
Real de Limón (Cocula)
Huetetepec (Atlamajalcingo del Monte)
Metlatónoc
Malinaltepec
derechos humanos desde la Montaña de Guerrero, con la que concluye hoy
el foro Defensores: entre el dolor y la esperanza, que organizó
Tlachinollan (cuya sede está en el municipio de Tlapa) en el marco de
su 15 aniversario de fundación.
Hoy por la mañana los defensores que acudieron de distintas partes del
estado y del país, realizaron mesas de trabajo, no obstante, cerca del
medio día se registraron actos intimidatorios por parte del 93
Batallón de Infantería con sede en Tlapa, quienes instalaron dos
retenes de revisión en las inmediaciones del inmueble conocido como
Casa Católica, lugar en donde más de 200 defensores de derechos
humanos, desde el viernes 26, comparten sus experiencias organizativas
y la situación de riesgo que enfrentan.