y otros mausoleos
Las tumbas de Conín, Diego su Hijo y de su nieta María Luisa.
Los osarios de los conventos de Santa Clara y Santa Rosa.
El antiguo panteón del atrio de San Francisco El Grande
Las criptas de los obispos queretanos en Catedral.
El Panteón de los Hombres Ilustres.
El mausoleo a Doña Josefa Vergara, en la capilla de
La capilla de los Habsburgo para el príncipe Maximiliano de Austria,
La cripta de los Díaz Ramírez en
El antiguo Panteón de San Sebastián
El panteón del Cimatario
El antiguo panteón del Espíritu Santo
El Panteón de San Pedrito Peñuelas
Las criptas en los templos
Cuando el camino al panteón, se llena de
comerciantes de flores y los campos cercanos de
amarillo cempanzúchitl, los campos santos del
Cimatario y San Pedrito Peñuelas, se vuelven una
fiesta, las calles un mercado, donde las monas, las
máscaras y los caballitos de cartón, salidos de las
manos de los yeseros en papel, le dan colorido y
mestizaje a la fiesta de «todos santos».
Mientras el alfeñique, azúcar vuelto calaveras,
azúcar vuelto graciosas figuras de borregos,
gallinas, platillos de enchiladas, canastitas de
frutas.
Es el tiempo de pasear por el Querétaro de los
antepasados y su culto. Son los epitafios, los
monumentos, los mausoleos, las criptas, los
nombres de las grandes familias en las lápidas de
los muros de los templos, los que dan el
testimonio a la posteridad.
Conin, el indio casique, descansa al lado del
evangelio, en el templo de San Francisco el
Grande, su hijo Diego de Tapia, hace lo propio
pero en Santa Clara y en el coro bajo de este
oratorio monástico, descansa para siempre la india
cacica, María Luisa de Tapia. Son los antepasados
de este pueblo.
Celebran con alegría el día de los muertos, por todos los pueblos de indios, haciendo muchas ofrendas por sus antepasados, para hacer los sufragios por sus difuntos, añaden antes del nombre del finado, la palabra Teúl, que quiere decir santo.
Unos ofrecen maíz, otros mantas, comida, pan, gallinas, y en lugar de vino, dan cacao y sus candelas, cada uno las provee como puede y tiene, porque aunque son pobres, literalmente buscan de su pobreza y sacan para una candelilla.
En Querétaro, como en todas las tierras
mesoamericanas, trasladaron de sus hogares y
centros ceremoniales a sus antepasados, al
«camposanto», era la nueva «costumbre».
Los campos santos se encontraban en los atrios
de las iglesias, como lo recuerdan los cronistas,
los hubo a las afueras del templo de San
Francisco, en las ayudantías de la parroquia de
Santiago, como fueron los campos santos de San
Sebastián y de la capilla del Espíritu Santo.
Enterraban y lloraban al difunto y después a los veinte días, tornaban a llorarle y a ofrecerle comidas y flores, encima de su sepultura y cuando se cumplían ochenta días hacían otro tanto, así cada ochenta días por cuatro veces, lo mismo acabado el año hacían recuerdo por él y le lloraban y le hacían ofrendas y esto por cuatro años, después lo nombraban Teul.
Tenemos en nuestra ciudad, lugares con tumbas
muy hermosas, como es la capilla-cripta del Cerro
de Las Campanas erigida en honor del príncipe
Maximiliano, terminada en
año, un 10 de abril, por el obispo Rafael Sabás
Camacho y con asistencia de los representantes
de los gobiernos de Austria, Bélgica, Alemania,
Suecia y Noruega.
La cripta de los obispos queretanos, en Catedral,
antiguo oratorio de San Felipe Neri, la presiden
tres esculturas, la fe, la esperanza y la caridad, dos
urnas funerarias en madera bellamente labrada,
con osamentas de los mártires cristianos, San
Severo y San Magno.
Allí se encuentran lo mismo las criptas de los
padres felipenses, fundadores de este oratorio, en
donde por más de cien años estuvieron.
Una lápida en cantera, decorada con una lira,
anuncia el lugar del descanso de los tres grandes
músicos queretanos, Cirilo Conejo Roldán, J.
Guadalupe Velázquez y Agustín González, es
majestuosa, a lo alto un lienzo con la muerte de
Cristo, a los pies de su madre.
Al Entrar del lado izquierdo, una pared con criptas,
donde reposan los canónigos penitenciarios,
arcedianos y deanes, de esta Catedral.
Arcedianos:
Jesús Ma. Barbosa
Algunos de los grande hombres del clero queretano
Vicente Acosta
» Praeclaris episcopis, sponsis suis, qui in pace
Christi requiesqunt, ecclesia queretanensis
permanenter dedicat».
Es el texto de una placa de mármol que anuncia los restos de los siete obispos que ha tenido la diócesis de Querétaro y que se encuentran en esta impresionante capilla-cripta, son:
Bernardo Gárate López Arizmendi
Con el recuerdo del obispo queretano, pastor de
Otro monumento funerario significativo en la ciudad, es el de la benefactora Josefa Vergara, quien tiene un mausoleo en la capilla de
Atrás de la antigua huerta del Convento de Propaganda Fide, se encuentra el antiguo Panteón de Dolores, convertido desde 1988, en el Panteón de los Hombres Ilustres y donde principalmente se encuentra el Mausoleo a Josefa Ortíz de Domínguez, esposa del Corregidor de Letras de Querétaro y heroína de
En las doce columnas que se levantaron en este antiguo panteón, se encuentran esculturas en bronce, del Pbro. Félix Osores, del insurgente Epigmenio González, del insurgente Ignacio Pérez, del Arquitecto Mariano de las Casas, entre otros.
Las panaderías de la ciudad encienden los hornos
para la elaboración del pan de muerto y los buñuelos de viento, se adquieren por millares, velas y veladoras, el papel picado se vuelve arte.
Existen en nuestra ciudad, dos hermosos lugares donde se guardan los restos de nuestros antepasados, son los coros bajos de los templos de Santa Rosa de Viterbo y de Santa Clara de Asís.
Las monjas coronadas, fueron sepultadas con solemnes ritos, con mortajas bellamente bordadas y adornos de flores en papel, se aprecia en pinturas que visten los conventos.
De tu ira, de las penas del infierno, de todo lo malo, de la potestad del demonio, en el día del juicio, ¡ Líbralas Señor!
Instando la muerte se hará la señal para la recomendación del alma, a que debe concurrir toda la comunidad, pidiendo a Dios la favorezca en aquel trance.
Habiendo expirado se le cantará responso y las enfermeras amortajando con toda honestidad el cadáver, lo pondrán en el lugar destinado a este fin, para que corriendo ya por cuenta de la sacristana disponga el funeral y de las providencias convenientes para el entierro.
Mientras comienzan los rezos en el templo de
Dos criptas gemelas, una frente a la otra, en este mismo lugar y con magnifica factura se encuentran los restos, según se lee en la lápida funeraria: » Exmo. Sr. Lic. Fernando Díaz Ramírez, fundador de
Para los pueblos chichimecas, habitantes inmemoriales de esta región, como para los pueblos del sureste mesoamericano, que siempre invocaron a los dioses de la muerte, representados en Mictlantecutli en lo masculino y a Mictecacihuatl, en lo femenino y al lugar del destino de los muertos como el Mictlán.
En el antiguo templo de