“AQUELLOS TIEMPOS”.
Mario Rodríguez Estrada.
“LOS VERDADEROS AMIGOS NO SON LOS QUE SE HACEN EN MOMENTOS DE ALEGRIA, SINO LOS QUE HAN LLEVADO CON NOSOTROS PENA Y SACRIFICIOS”.- Keir Hardie.-
El pasado mes de diciembre, como todos aquellos que están llenos de festejos, fue especialmente rico en maravillosos encuentros con personas muy ligadas a nuestros afectos; habiéndome decidido visitar a mi hijo Mario Jr. en la ciudad de Xalapa, Ver., aproveché la ocasión para hacer lo mismo con dos de mis mas queridos y estimados compañeros de mi antigua generación de Profesores en Educación Física, egresados de la gloriosa ENEF…de hace ya 51 inviernos…al primero Gregorio Castañeda Orozco, oriundo de Taxco, Gro., el que hace más de 30 años eligió para vivir y formar su familia a la bella y culta capital del estado de Veracrúz, me lo encontré poseedor de una hermosa y educada familia, tres hijas y un hijo, apoyado por una inteligente y diligente esposa, Doña Mary, Maestra de Educación Primaria, ambos ya jubilados…me recibieron con los brazos abiertos en la serena paz de su confortable hogar, mismo al que han dotado de todos los conforts necesarios para una vida digna y amable…excelente ama de casa, ella, me regaló con los mas exquisitos platillos de Xalapa y sus alrededores…café de Coatepec…queso de
Se dividía para cumplir los entrenamientos y dirección de aquellos equipos de basquetbol y voleibol…evocando en cada sitio sus alegrías y sus tristezas…y las caritas infantiles de algunas de ellas como Emma Domínguez, Yolanda Tapia, Teresita Vega, Josefina Pozas, ahora, con la excepción de la malograda Teresita, todas, convertidas en excelentes personas y amantísimas madres de familia.
Mi otro amigo y compañero, al que no veía desde hace cincuenta y un años, pues se me desapareció en su lucha por convertirse en un excelente y gran maestro, Guillermo Vallejo, oriundo del Estado de Puebla, recaló así mismo, después de jubilarse, hace más de veinte años en Xalapa, casándose en segundas nupcias, pues lamentablemente quedó viudo y a cargo de dos niños, con una excelente y bella dama, oriunda de un afamado pueblito veracruzano llamado “Colonia Manuel González”, famoso por ser sus habitantes descendientes de una vieja ola de inmigrantes italianos, arribados a las bellas y feraces tierras veracruzanas, en la penúltima década del siglo XIX…serios y trabajadores, ellos, bellas y donosas, ellas, fundaron nobles y extensas familias…casándose, al principio, solo entre sus pares, o eventualmente con individuos pertenecientes a su otra colonia hermana de Chipilo…Los galanos hijos y hermosas hijas y sobrinas, de mi amigo Vallejo, nos regalaron con una grata comida campirana, transladándonos junto con la familia de mi amigo Gregorio, a un sofisticado terreno en las estribaciones de la ciudad, mismo que utilizan para frecuentes reuniones familiares, en las que campean la solidaridad y el calor humano…del que hicieron gala al recibir a otros excelentes miembros de su familia…quienes ya adentrados en la plática, resultaron ser parientes del señor Don Mario Gasperín Gasperín…apellido también de la esposa de mi amigo…y algo nos unió aún más…pues Don Mario ya lleva en Querétaro sus buenos 21 años de ser Obispo católico de mi amado estado…mi amigo Guillermo en conjunción con su esposa han educado a sus hijos de una forma maravillosa a través de una bien surtida tienda en su colonia, en la que venden desde una aguja hasta motonetas…haciendo que ellos se hagan cargo de su administración, lo mismo que de dos o tres grandes salones para eventos y fiestas…modesto en su trato, como siempre lo fue, Guillermo no me quiso decir (me lo comentó Gregorio), que en terreno anexo a su casa y comercio, había comprado y habilitado una cancha pública para que los niños y jóvenes de su colonia, jugaran fútbol de dimensiones reducidas…pagando de su bolsa el empastado y torres de luz, lo mismo que su cuidado, la que ahora corre a cargo de una asociación de jóvenes usuarios…que guiados por él y sus hijos organizan torneos de todas las edades en ambos sexos…
Para terminar les comentaré que los tres viejos amigos quedamos en asistir, días más tarde, a la comida de nuestra generación, única que por cincuenta y un años se ha reunido, Guillermo no se quiso separar de su familia y obligaciones y no nos acompañó…así que solo Gregorio y Mario RE hubimos de asistir a un Restaurant de la ciudad de México a nuestro amigable festejo anual…donde convivimos con nuestros ahora, viejos amigos y amigas… las viandas eran exquisitas…y como se trataba de servicio de buffet, más de uno nos pusimos al borde del infarto por la riquísima ingesta…y eso a pesar del estrés que Gregorio me provocó al manejar como bólido en su hermosísima nave, un Jeep Patriot del año, por las curveadas carreteras de Veracrúz y Puebla…¡Hombre! Se aventó menos de cuatro horas, contando una parada de veinte minutos en