Cinismo e impunidad, sello oficial a 4 años de la tragedia en Pasta de Conchos, expresa
Fustiga el obispo Vera al gobierno porque “destruye” a trabajadores
Descalifica
Fabiola Martínez
Periódico
Sábado 20 de febrero de 2010, p. 29
Corrupción, impunidad, mentira y cinismo integran el símbolo de la actitud gubernamental en los cuatro años transcurridos desde el accidente en la mina Pasta de Conchos, que causó la muerte de 65 mineros, advirtió el obispo de Saltillo, Raúl Vera.
Durante los actos para recordar la tragedia, lamentó que el gobierno de Felipe Calderón esté creando un “polvorín” por aferrarse a una “ceguera” para conducir la nación.
“Están desbaratando las fuentes de vida. Están creando un polvorín. ¡Una tras otra, una tras otra! Ahí está lo que hicieron en Cananea [con la huelga minera], en Luz y Fuerza, en Pasta de Conchos, en la lucha contra el narcotráfico, que genera más violencia. Es inaudito.
“El responsable es el equipo que tiene [Calderón] quien, pese a ello, no quiere cambiar su estrategia”, dijo el prelado ante familiares de las víctimas en la mina 8, unidad Pasta de Conchos.
Mesa de trabajo por plantón
Antes, el dirigente de El Barzón Popular, Crescencio Morales, anunció que establecerían un plantón permanente frente al domicilio particular del secretario del Trabajo y Previsión Social (STPS), Javier Lozano, como medida de presión para que se autorice el rescate de los cuerpos en Pasta de Conchos.
De inmediato, el secretario particular del funcionario llamó al líder barzonista por teléfono y al anochecer se reunieron con el subsecretario de Trabajo, Álvaro Castro, quien se comprometió a establecer una mesa de trabajo para analizar los problemas en materia de seguridad e higiene en la zona carbonífera y, además, abordar ahí el caso Pasta de Conchos.
Con esa “apertura”, refirió Manuel Fuentes, abogado del colectivo Familia Pasta de Conchos, se desactivó el plan de acción de los barzonistas, a la espera de resultados del análisis conjunto con los funcionarios de
Junto con integrantes de organizaciones sociales, Vera y el obispo emérito Samuel Ruiz encabezaron una homilía frente a las oficinas corporativas del Grupo México, concesionario de las minas más importantes del país, entre éstas donde ocurrió el accidente el 19 de febrero de 2006.
Desde ahí, frente al inmueble central del corporativo, ubicado en Polanco, el obispo Vera reiteró sus declaraciones de que el gobierno federal no permite el rescate de los cuerpos sepultados en Pasta de Conchos porque con ello quedaría al descubierto que gran parte de los mineros no murieron al momento del desplome de las estructuras internas del socavón, sino que perdieron la vida ante la cancelación de las tareas de rescate, ordenada precisamente por las autoridades federales.
“¿Qué están escondiendo? Lo que pretenden es que no se conozca la verdad acerca de las causas y la fecha exacta de la muerte de nuestros hermanos. Los huesos tienen memoria y eso es lo que están ocultando, y eso se llama corrupción, impunidad y mentira: durante cuatro años, la misma actitud de desprecio a la vida humana.
“¿Qué nos espera mañana? Ahí está Cananea, el SME, ahora van por los telefonistas; es una actitud de destrucción [del gobierno] contra los trabajadores, quienes son los que construyen la riqueza del país. ¿Adónde irán cuando terminen [la actual administración calderonista]? ¿Se irán a Irlanda otra vez?”, expresó Vera, al tiempo de instar a la organización del pueblo “dentro de los límites éticos” para destrabar las estructuras de corrupción.
Sin responsabilidad ética
Lo dijimos hace cuatro años y tuvimos razón, agregó. “Pasta de Conchos era un paradigma. No hay responsabilidad ética del gobierno, sino un cinismo tremendo, expresó, luego de conocer un comunicado de
“Si él contara con estudios serios sobre el asunto –anota el boletín de
Familiares, organizaciones civiles, sindicales, ministros de culto y trabajadores afirman que existen las condiciones para rescatar los restos de los mineros.
Después de la concentración frente a las oficinas de Grupo México, mineros, integrantes del SME y familiares, entre otros, marcharon del Monumento a