Inauguran la exposición «Los tenangos. Relatos, mitos y ritos bordados»

Inauguran la exposición «Los tenangos. Relatos, mitos y ritos bordados»
*** Reabren para la muestra la Sala Cristina Payán del Museo Nacional de Culturas Populares


*** “Los tenangos son una de las manifestaciones culturales más hermosas de México, un patrimonio cultural que felizmente está vigoroso, propositivo, recreado y produciendo a muchos artistas populares”, dijo Miriam Morales Sanhueza


La Sala Cristina Payán del Museo Nacional de Culturas Populares de Conaculta fue reabierta este jueves tras una remodelación que permitirá mejores condiciones para la exhibición de las diversas tradiciones que tiene México. Esta reapertura estuvo enmarcada por la exposición Los tenangos. Relatos, mitos y ritos bordados, en la que se expone el trabajo de diversas bordadoras de Tenango de Doria, Hidalgo.

 

Los tenangos son mantas con dibujos bordados de múltiples colores. En ellos se representan la cotidianeidad de los poblados hidalguenses, como la siembra y la cosecha, sus ritos (como la petición de agua), sus plantas y animales, sus celebraciones, como las bodas, el carnaval y el Día de Muertos.

 

      La exposición Los tenangos. Relatos, mitos y ritos bordados, muestra el trabajo de las bordadoras de las comunidades otomíes San Pablo el Grande y San Nicolás, dos de las 58 que conforman el municipio de Tenango de Doria, el cual permite adentrarse al universo simbólico representado por los artesanos en sus telas, donde están plasmadas tradiciones y costumbres.

 

      En la reinauguración de la Sala Cristina Payán participaron Fernando Serrano Migallón, secretario Cultural y Artístico de Conaculta; Miriam Morales Sanhueza, titular de la Dirección General de Culturas Populares; Rodolfo Rodríguez Castañeda, director del Museo Nacional de Culturas Populares; el periodista Carlos Payán y las bordadoras Flor Carrillo Rivera y Martha Coro Castillo.

 

      El doctor Serrano Migallón destacó que la originalidad de los temas, la profundidad de su tratamiento y la singularidad de cada una de las obras hacen que pudieran considerarse como piezas de un museo en el más amplio sentido de la palabra. “Pero sin el calificativo que muchas veces se emplea, si no despectivo, como de una segunda categoría, de popular”.

 

      Miriam Morales Sanhueza recordó que la Dirección General de Culturas Populares tiene la misión de generar las condiciones para la creación y recreación de las expresiones contemporáneas de las diversas tradiciones que tiene México. “Lo que vamos a ver es un ejemplo de un viejo arte reconvertido a una expresión totalmente contemporánea que da cuenta de las condiciones de la vida de todos nosotros, sólo que en esta ocasión estamos ante el micromundo que representan las bordadoras del estado de Hidalgo.

 

     “Este arte textil es una de las manifestaciones culturales más hermosas de México, un patrimonio cultural que felizmente está vigoroso, propositivo, recreado y produciendo a muchos artistas populares, artesanos y artesanas que como en las comunidades del municipio de Tenango de Doria, del estado de Hidalgo, dibuja, tejen, bordan sus ideas, sus sentires y concepciones de la vida”, señaló.

 

      Durante mucho tiempo los tenangos fueron vistos como prendas de ornato que sostenían la economía de de San Pablo el Grande y San Nicolás, en Hidalgo, sin embargo, de unos años a la fecha los artesanos volvieron a apropiarse de tales objetos como parte de su identidad, es decir, dejaron de verlos sólo como mercancías y ahora las consideran como elementos que les dan identidad, que los distinguen no sólo al interior de Hidalgo sino en todo el país.

 

      Rodolfo Rodríguez Castañeda, director del Museo Nacional de Culturas Populares, precisó que la muestra es un pequeño homenaje en la memoria de la destacada promotora cultural Cristina Payán, una persona que dejó un gran ejemplo para quienes hoy trabajan en el ámbito museístico.

 

      Finalmente, el periodista Carlos Payán se manifestó visiblemente emocionado por el homenaje a quien fue su compañera de muchos años y directora del Museo Nacional de Culturas Populares. “Ella tenía un amor despiadado por la gente, por los artesanos. En cierta ocasión que paseábamos por algún pueblo de la República vimos unas pinturas que intentaban ser naif pero que para mi gusto eran bastante malas. Ella me dijo: vamos a comprarlas. Yo le respondí: pero Cristina, son muy malas. A lo que ella contestó: sí, pero es para ayudar. Eso da la dimensión de cómo se manejaba con sus emociones”.

MAC México / Distrito Federal
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