La Procesión del Silencio
en San Luis Potosí
Las plazas en el centro de la ciudad se llenaron a toda su capacidad. Se abarrotaron las calles de gente, de viandas, de dulces, de reliquias, de manzanilla y pan bendito, de globeros, de recuerdos, todo huele a Semana Santa.
Impresionante manifestación de duelo popular. Un cortejo silente de cerca de tres mil personas entre niños, jóvenes, damas y varones, llevando en andas, imágenes veneradas, que son el motivo de la aglomeración. Es la noche del Viernes Santo.
El pueblo forma el cortejo, también es el espectador. Los rebozos de Santa Maria lucen en oro, rojo, azul, gris, palomo, blanco, amarillo. El luto es riguroso en las damas, -peineta, rebozo trenzado- cofrades con vestidos talares, -capuchas en negro y oro, blanco y morado, gris y rojo, blanco y azul, amarillo y rojo, vino y oro, negro y morado, marfil y amarillo- farolas y un devoto silencio, solo interrumpido por el duelo del tambor y el clarín.
Presentes los barrios de Tlaxcala, Santiago, San Miguelito, San Sebastián, El Montecillo, San Juan de Guadalupe y Tequisquiapan. También están presentes los Conventos: El Carmelita, El Agustino, El Franciscano y el que fuera de los Jesuitas,
Niños, jóvenes, profesionistas, ferrocarrileros, tablajeros, -todos vueltos cofradías- además los Charros y las Adelitas,
Son las ocho de la noche del Viernes Santo, todo mundo espera el inicio del duelo, la salida de
Al medio día gente de coleta se había reunido en el Camerín de
Ese medio día estaban presentes además de la memoria de Fermín Rivera, las tumbas de los Cossío Lagarde, Quijano, Pitman, Othón y De
En este edificio único como es el templo del Carmen, tiene en su interior un retablo fastuoso en piedra que por su hermosura parece de cera, da acceso al Camerín donde se “viste” a
Los doctores de
Al interior del Colegio de Niñas, contiguo a
En punto de las ocho de la noche del viernes santo, el clarín, desde la escalinata del Teatro de
Ocho campanadas, tres toques a la puerta y un brioso corcel montado por su jinete, frente a la plaza y seguido de un banderín labrado en plata, una Cruz Alta y ciriales mas
Viene la imagen barroca tallada en el siglo XVlll titulada “El divino preso”. Los ferrocarrileros hacen su aparición, lo mismo que los nazarenitos y damas de San Agustín que siguen el peregrinar del grupo escultórico “La oración del huerto”, un ángel consuela al Salvador en conmovedora escena y la gente contempla asombrada, mientras aparece “El Señor de la columna” robusto, musculoso, doliente, bien tallado, que presenta la inocencia de culpa de quien ha sido flagelado, lo saben quienes miran absortos la procesión, de tanto escucharlo desde niños.
El atrio repleto del templo de San Agustín espera el paso del Cortejo, mientras viene a la memoria el Padre Castroverde que iniciara
La torre del templo agustino, es orgullo potosino, se ve por todos lados donde se mire hacia el Convento, es el barroco en todo su esplendor, -medias columnas tritóstilas, follaje, vano de medio punto, estípites lobulados y en el cuerpo de la nave una Cruz esbelta rodeada de hojarasca ligera, la bóveda de la sacristía tiene sus danzantes con plumas en la cabeza, policromados-
Del Montecillo trajeron al Señor de
Saeteros y pregoneros cantan el dolor de Maria, mientras la procesión es una invitación a la contemplación de los cinco misterios dolorosos del rosario y las catorce estaciones de la “Vía Crucis”, con signos, esculturas y Cofradías en desfile, con tambores cubiertos de telas negras y estandartes vistosos.
De
En este convento al comienzo de la historia de
La construcción de este edificio es lenta, se da por etapas, va dejando estilos, desde el clasicismo, pasando por el barroco mexicano, el renacimiento hasta el helenismo. En él se abrigaron los doctrineros, los conventuales, los novicios y quienes leían gramática, latín, lenguas mexicanas, geografía, teología, mientras los pintores renombrados de la época dejan su arte, son Miguel Cabrera, Antonio Torres, Vallejo, Francisco Martínez entre otros muchos.
De este convento ya mutilado, nos detiene su sacristía churrigueresca, llena de lienzos en todos sus espacios, la entrad tiene un capialzado estofado, que da la impresión de ser una fiesta de arte. También es motivo de alegría a pesar del agravios recibido,
El conjunto conventual se acompaña con el templo de
Del norte de la ciudad esculpido recientemente, baja una talla llamada “Jesús del silencio”, en poco tiempo milagroso, de gris y rojo viste su cortejo. Irrumpe la belleza del dolor entre los espectadores de esta noche maravillosa de viernes Santo en San Luís.
Los conventos femeninos no existieron en el San Luís Potosí de
Cercano a la algarabía de la procesión esta el templo que fuera de los Juaninos, llamado San Juan de Dios, cuyos muros atestiguan que hubo valor artístico en él, su hospital ya no existe a su lado y cerca también esta
La escolta pretoriana con paso marcial abre paso a la impresionante escena que dan las tallas que forman “El ecce homo”, parecen hablar, platicar entre ellas, flanquean la imagen de Jesús, Pilatos y el Centurión. El pueblo se conmueve, las andas requieren de veinticuatro costaleros para llevar en hombros este grupo escultórico a la vista de todos.
De inmediato de vuelve la mirada de los concurrentes al “Padre Jesús” que lleva la cruz acuestas venerada esta imagen en el templo de
De este colegio y templo jesuita viene el “Jesús Nazareno”, en ese mismo sitio se encuentra un Cristo de caña, realizado a la usanza indígena. Allí también esta un lienzo de
Algarabía en
La procesión camina, las mujeres que la integran traen sobre sus manos el rosario y un devocionario, mas de alguna
Dos filas interminables marcan las calles de Villerías, Universidad, Galeana, Independencia, Carranza y Othón. Los fotógrafos se dan vuelo, luces, relámpagos aparecen por todos lados.
Ya viene del barrio de Santiago una Talla del siglo XVlll, “El encuentro”, es Jesús con la cruz acuestas y Maria llena de dolor, como testigo Juan Evangelista, improvisado con una capa pluvial en desuso.
Del barrio de Tlaxcala viene “El Cirineo y Cristo” que cae por el peso de la cruz, las flores hacen menos dramática la escena, el pueblo mira y remira, todo esta bellamente realizado, es donde el dolor se extrema y donde más de algún cofrade lleva los pies encadenados.
Jovencitas vestidas a la usanza judía se integran a la manifestación, son las verónicas, dan un toque de feminidad y alegría al monótono ritmo del tambor.
De
Tiene un San Sebastián bajo el ara del altar y la tumba del obispo ilustrado destaca dentro de este edificio.
La casa de Nuestra Señora de los Dolores o la llamad de Las Recogidas es ya solo en la ciudad un recuerdo.
Frente a la multitud aparece de repente rodeada de hábitos y capuchas, en morado y blanco, “
Cuenta entre las obras potosinas destruidas el Convento de los mercedarios, que estuviera en la antigua capilla de san Lorenzo ahora el Mercado Tangamanga. Dicen que tenia un hermoso campanario coronado, también fue derruida la iglesia del barrio de Teques dedicado a
Esta ciudad esta sitiada desde sus inicios por los antiguos conventos franciscano, agustino, carmelita, juanino, mercedario, jesuita y el beaterio, mas el antiguo seminario y la casa de las recogidas, añadiendo el Santuario,
Todos estos monumentos observan siempre admirados el cortejo fúnebre. Ya viene yaciente “Jesús en el sepulcro”, sus acompañantes visten de luto riguroso y demuestran piedad conmovedora. Tendido sobre flores un Cristo muerto, las andas pesan, los crisantemos buscan lucir, la gente llora y alguien pide perdón.
Las vírgenes de Loreto, del Rosario, de
Aparece
Es
Las damas que ricamente están ataviadas y que la acompañan no se notan ante la presencia de la taumaturga católica, los miles de fieles la han esperado por horas, se ponen de pie y los edificios que la enmarcan se ven mas iluminados que nunca.
Es la provincia de la grana abundantísima, del oro y de la plata, de las haciendas prosperas, de las grandes huertas conventuales, familiares y de barrio, de las tunas cardonas, del suave clima que nada tiene de incomodo, llena de plazas, desaparece por momentos para dejar lugar a