La Hacienda de La Llave
La primera propietaria del mayorazgo de La Llave fue Beatriz de Andrada y Cervantes desde 1585 que lo constituye, que hereda a su sobrino Lucas de Lara Cervantes; citó en conferencia la antropóloga Aurora Castillo Escalona, el pasado sábado en las instalaciones de la Hacienda de La Llave.
Al inicio de la ponencia la Sra. Castillo, basada en minuciosa investigación que ha venido realizando en varios documentos del Archivo General de la Nación, entre otros, para entrar al tema del Mayorazgo de La Llave, citó interesantes datos desde la situación de San Juan del Río antes de la llegada de los españoles, la instauración del virreinato y la primera etapa de colonización de San Juan del Río, la que dijo, estuvo ligada a la encomienda de Jilotepec que hasta 1533 quedó a tres encomenderos: Hernando de Castilla, Francisco de Quevedo y Juan Núñez Sedeño.
Posteriormente estuvo a cargo de Juan Jaramillo Salvatierra, capitán de conquista. «A su muerte la encomienda quedó dividida en dos partes: una en propiedad de doña María (hija de Jaramillo y de Malitzin) y su esposo Luis de Quesada, quienes entraron en posesión en la mitad de la encomienda en el año de 1563, que pasó a su hijo Pedro de Quesada en el año de 1575 que conservó hasta 1604; y otra mitad de la encomienda, en 1550, a Beatriz de Andrada, segunda esposa y viuda de Jaramillo, y a su esposo Francisco de Velasco, hermano del virrey Luis de Velasco, quienes no tuvieron descendencia, por lo que su parte pasó a la Corona.
Y así la Sra. Escalona, citó que la primera dueña del mayorazgo de La Llave fue Beatriz de Andrada Cervantes, quien formó parte de la aristocracia novohispana, nacida en Burguillos España en 1513… En primeras nupcias se casó con Juan Jaramillo Capitán de conquista de Hernán Cortés, al enviudar se casó con Francisco Velasco, de quien también enviudó… por ambos enlaces reúne una posición de prestigio social, económico y político, «con sus propiedades logra un contexto social y económico privilegiado en la región de San Juan del Río, dando inicio el mayorazgo de La Llave en 1585, una de las propiedades más importantes de Querétaro».
Juan Jaramillo, por agradecimiento al apoyo en las diferentes luchas hasta la toma de Tenochtitlán, recibe por parte de Hernán Cortes, la encomienda en Jilotepec. Se casa con Marina a quien erróneamente conocemos como «La Malinche», ya que, cita la antropóloga Castillo Escalona «con ese nombre se le reconocía a Cortés, no a ella, a él, porque andaba con Malitzin» quien le sirvió como intérprete y fue un elemento muy importante, con quien tuvo un hijo a quien llamó Martín.
Posteriormente doña Marina (La Malinche) se casa con Juan Jaramillo, quienes vivieron en la Cd. De México, y tienen una hija que se llamó María, (La Malinche muere en 1532). Juan Jaramillo se vuelve a casar con Beatriz de Andrada y Cervantes, quienes vinieron a radicar a la Nueva España, asentándose en términos del Pueblo de San Juan del Río, y ellos, no tuvieron hijos. Al enviudar Beatriz de Andrada, astuta, dice «la encomienda me corresponde» y es como entra en pleito con doña María (hija de Doña Marina y Juan Jaramillo); finalmente la decisión es que la encomienda se partiera en dos, y así, la mitad queda para Beatriz de Andrada y la otra para María Jaramillo.
María se casa con el español Luís de Quezada y Beatriz de Andrada, al enviudar de Jaramillo se casa con Francisco de Velasco. María y Luis tienen un hijo a quien llaman Pedro de Quezada, quien viene a ser el cuarto encomendero de Jilotepec, uno de los hombres más ricos con más tierras en San Juan del Río en el siglo XVI.
Beatriz no tiene hijos. Así «estaba estipulado que las tierras regresaran a la corona de España, así se convierten en tierras realengas, es decir, que pertenecían al Rey».
Finalmente, quien funda el mayorazgo es Beatriz de Andrada quien tiene muchas propiedades que las que vincula en mayorazgo (suma de tierras y bienes). Con las tierras de los dos personajes que fueron sus esposos y las de ella hace una gran propiedad a la que va a constituir como mayorazgo en 1585, y que al final logra con todas esas propiedades, hasta 1613.
En 1856 hay información sobre un dueño (de la ahora Hacienda de La Llave) con el nombre de José Leonel Gómez de Cervantes y la Higuera, a quien corresponde cumplir con la ley de desamortización de los comunales conocida como Ley Lerdo de Tejada. En este mismo siglo Francisco Iturbe compra la casa principal y las tierras colindantes y manda destruirla y construir otra a 500 metros de distancia al norte, copia del estilo arquitectónico de Francia plasmado en el palacio de Versalles. Este palacio o casa es la construcción que se conoce hoy en día.
La construcción contaba con espacios para la casa habitación donde llegaban los dueños y familiares, aposentos para el administrador, patios posteriores, troje para el almacenamiento del grano, cuartos para los utensilios de trabajo y cuartos para algunos de los trabajadores. Finalizó.