Plaza de Armas
José Félix Zavala
Campana de mi lugar /
tú me quieres bien de veras /
cantaste cuando nací /
llorarás cuando me muera.
Es la plaza principal, pequeña, hermosa, risueña llena añoranzas, de arte en sus palacios y casonas que la trazan, en sus artistas, en las cafeterías y comedores que la rodean, en sus conciertos que la armonizan, en los portales que la distinguen y los laureles bien formados que la encuadran
En el lado norte se encuentra La Casa de la Corregidora construído por el Corregidor Martín de la Rocha en 1770 y la casa y portal de Los Samaniego.
Esta Plaza de Armas esta rodeada de casonas y portales del s. XVIII, como la de Manuel López de Ecala, no se encontrará otra mejor decorada en su cantera y fachada, la antigua casa de Domingo Iglesias o la de Timoteo Fernández de Jáuregui.
Al centro la fuente del Marqués, constructor del Acueducto, Antonio de Urrutia Y Arana, con su caja de agua, los perros de cantera y manos queretanas, que de su boca la surten y dejan entrever calles y callejones por donde este rincón maravilloso y privilegiado por los dioses y la mano de los artesanos que vienen de La Cañada que da entrada a la ciudad.
La Enmarcan tres grandiosos portales: El Portal de Samaniego, que custodia y entabla diálogo con las antiguas casas consistoriales, dando un señorío único y desde sus balcones le dan a la vista la inmortalidad a la belleza.
El Portal de Flores o de Dolores, donde el penúltimo viernes de cuaresma, se llena de flores, aguas de guamiche y de múltiples sabores, dejándose pintar de los artistas que se cobijan con él; Este portal da entrada para tocar los aldabones las casas señoriales a las que protegen.
El Portal de Mercaderes o Quemado, da abrigo al Mesón de Santa Rosa, con sus bebederos para las recuas y sus portales internos para el buen descanso, le seguirán hacia el norte casonas que fueran de rancia alcurnia allá por el siglo XVlll.
Se llega por impresionantes y diezochescas casas, calles y callejones todos nostálgicos de un Querétaro que cambió para siempre partiendo de la segunda mitad del siglo XX y gira por el XXl hacia unqa nueva ciudad que no dejará recuerdo de Las Glorias de Las Glorias de Querétaro cantadas por Sigüenza Y Góngora
Desde las torres cuatas del templo de los congregantes, donde comienza la loma de Don Diego, se admira La Plaza de Armas, de reojo las pinturas de Miguel Cabrera, la caja-arte del órgano, construida por Ignacio Mariano de Las Casas y el monumento y fuente al benefactor, Juan Caballero y Osio, entre el olor de los tradicionales buñuelos y atole de puzcua, que se toma al unísono del ritmo del rosario.
El callejón del Biombo, conduce del Convento Grande, que repica la campana grande y se alegra la fuente del Conchero, dando entrada al ondulante andador, lo mismo hace la Plaza de Abajo o jardín Zenea, pasando por la ya afamada Casa de los 5 patios, callejón serpentiante, entre nieve de mantecado del Cisne, comerciantes de frutas cristalizadas y el jamoncillo, dando la forma a un biombo que hace feliz el ascenso a La Plaza Mayor, no por su tamaño, sino por su hermosura, a la Plaza de Armas.
De la Loma del Sangremal baja La Calle de 5 de Mayo a la Plaza de Armas, otrora calle de viviendas de ilustres queretanos y ahora vuelta hoteles, cafés, galerías, comercios y gente nueva que admira lo que no fue y trata de imaginarla
La Calle de Pasteur
La Casa de Don Bartolo
El Callejón de Cabrera o Libertad
La Casa del Presidente De La Peña y la Casa leyenda de Don Bartolo
El 1810
Chucho El Roto
La Galería Libertad
Pintores y artesanos
Las famosas piedras semipreciosas del semidesierto queretano
Inicio de las famosas teatralizaciones de leyendas queretanas
La Casa de Don Bartolo
Cafés Gloria Jean s
Baskin Robbins – Nevería
Italian Coffee
Conciertos y la Banda del estado
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