Teotihuacán la ciudad más grande de México y una de las más grandes del mundo
Ana Mónica Rodríguez.
La Jornada
En medio de varios enigmas que se intentan revelar, la zona arqueológica de Teotihuacán cumple mañana lunes 100 años de su apertura al público.
Por ese motivo, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) organizó un ciclo de actividades que, entre otros aspectos, incluye conferencias magistrales y exposiciones sobre la historia y las excavaciones en la Ciudad de los Dioses.
El programa se iniciará el 23 de septiembre, 10 días después de la efeméride, con la develación de una placa alusiva y la inauguración del ciclo de conferencias 100 años de la Pirámide del Sol, además de la apertura de la muestra fotográfica Museo de sitio, 100 años de historia.
La exposición consta de 32 fotografías históricas provenientes de la Fototeca Nacional del INAH, la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia y la Hemeroteca Nacional de México.
Museo de sitio abrirá con una fotografía emblemática tomada el 13 de septiembre de 1910, en la que aparecen Porfirio Díaz y Justo Sierra, en esa época presidente y secretario de Educación Pública, respectivamente, y el arqueólogo Leopoldo Batres, durante la inauguración oficial de Teotihuacán, acto que formó parte de los festejos del centenario de la Independencia de México.
En tanto, Tras la huella de Tláloc, exhibición organizada de manera conjunta por el INAH y la Universidad Nacional Autónoma de México, mostrará la importancia de esta deidad en la cosmovisión mesoamericana.
En cuanto a las conferencias, destacados investigadores que han trabajado en Teotihuacán, como Eduardo Matos Moctezuma, Rubén Cabrera, Alejandro Villalobos, Linda Manzanilla y Arturo Menchaca participarán en con sus ponencias los días jueves 23 y 30 de septiembre y el 7 de octubre, mediante las que harán un recorrido por la historia de los hallazgos arqueológicos más relevantes a lo largo de un siglo.
Como parte de las actividades alternas, el INAH hará una serie de recorridos y pláticas para los niños y jóvenes de las comunidades aledañas al sitio prehispánico, el más visitado del país con alrededor de 2 millones de personas al año, y declarado Patrimonio Mundial por la Organización de Naciones Unidas para la Ciencia, la Educación y la Cultura en 1987.
Desde hace 100 años, en la zona arqueológica de Teotihuacán se realizan investigaciones de manera ininterrumpida, las cuales han arrojado información sobre esta urbe que desapareció sin dejar rastro.
Ahora, la mira esta puesta en la Ciudad de los Dioses, donde recientemente se descubrió un túnel con más de mil 800 años de antigüedad que podría llevar hacia depósitos funerarios debajo del Templo de la Serpiente Emplumada.
Las pirámides del Sol y de la Luna han sido objeto de excavaciones realizadas por especialistas del INAH y de expertos de otros organismos.
A lo largo de este siglo, las investigaciones realizadas en esta área prehispánica, ubicada en el estado de México, han permitido profundizar en el conocimiento de esa civilización (150 aC-650 dC), la cual llegó a ser la sexta ciudad más grande del mundo, detrás, entre otras, de Constantinopla y Alejandría.
En la época porfirista, luego de intensos trabajos de exploración, excavación, restauración y conservación en la pirámide del Sol, realizados entre 1905 a 1910 por Leopoldo Batres, el área finalmente se abrió al público. Posteriormente, as exploraciones corrieron a cargo de múltiples especialistas, entre ellos Manuel Gamio, Sigvald Linné, Alfonso Caso, Pedro Armillas, Eduardo Noguera, Ignacio Bernal, Jorge Acosta, Rubén Cabrera, Eduardo Matos Moctezuma, Guadalupe Mastache, Juan Vidarte y Laurette Séjourné. Luego fueron Leonardo López Luján, Saburo Sugiyama, Rubén Cabrera y Sergio Gómez quienes aportaron numerosos hallazgos.
Teotihuacán también se ha visto envuelto en diversas polémica. Cabe recordar las disputas que se generaron por el Proyecto Especial Teotihuacán 1992-2004, así como por la edificación de la Plaza Jaguares; después, por la intención de construir un centro comercial Walt Mart muy cerca de la poligonal del sitio y, a finales de 2008, por el plan del gobierno del estado de México de realizar el espectáculo nocturno Resplandor teotihuacano, para el cual se comenzaron a montar elementos multimedia y luminarias en las pirámides del Sol y de la Luna, y cuya realización se encuentra suspendida.
En la primera década del siglo XX, el antropólogo mexicano Manuel Gamio descubrió en La Ciudadela la fachada del Templo de la Serpiente Emplumada, detrás de otra estructura conocida como la Plataforma Adosada. A pocos metros, en 2003, Sergio Gómez descubrió el acceso al túnel que actualmente se investiga.
Antes, Sigvald Linné, Alfonso Caso, Pedro Armillas, Eduardo Noguera, George Vaillant y Jorge Acosta investigaron en áreas residenciales y ceremoniales del sitio; pero a partir de la década de los 60 se dio un auge de proyectos que cambiarían la fisonomía y el conocimiento sobre Teotihuacán.
La plaza de la pirámide de la Luna y la Calzada de los Muertos, el Palacio del Quetzalpapálotl, el Templo de los Caracoles Emplumados y los barrios de La Ventilla y Tetitla son algunos de los lugares donde se han desarrollado investigaciones arqueológicas. Asimismo, en el Proyecto Teotihuacán 1980-1982, coordinado por Cabrera, se excavaron conjuntos habitacionales en La Ciudadela, talleres de cerámica, el Complejo Oeste de la Calle de los Muertos y el Templo de la Serpiente Emplumada, éste con la colaboración de George Cowgill y el japonés Saburo Sugiyama.
Entre 1992 y 1994, Eduardo Matos Moctezuma puso en marcha el Proyecto Especial Teotihuacán, mediante el cual se rescataron varios sitios de la urbe prehispánica, en especial el Templo de la Serpiente Emplumada; además, se excavó la gran plataforma que rodea la pirámide del Sol.
No obstante, para Sergio Gómez, “La Ciudadela es uno de los tres principales santuarios de la ciudad de Teotihuacán, y podría ser el eje en torno al cual gira el mundo creado por esta civilización”. Las exploraciones en La Ventilla, agregó, han arrojado infinidad de información sobre la vida en Teotihuacán.
También se han investigado los túneles en la pirámide del Sol y los hallazgos de sacrificios humanos en la pirámide de la Luna.