La Imagen del Apóstol Santiago en “La Parroquia Mayor de Santiago” en Querétaro
Es muy importante que sepamos el significado y el valor de las imágenes que tenemos en los templos católicos, pues son la manera como captamos el crecimiento y profundización en la fe y su consecuente expresión en la cultura de un pueblo.
La imagen de Santiago que se encuentra en “La Parroquia” para muchas personas pasa inadvertida y no la identifican. Este pequeño artículo pretende clarificar cuál es la imagen del Apóstol, que es Patrón y Titular de la Primera Parroquia y de esta ciudad Santiago de Querétaro.
En los primeros tiempos del cristianismo no se aceptaron las imágenes porque se consideraban parte del culto pagano. Las primeras representaciones cristianas aparecieron en las catacumbas; como símbolos ya fuera pintados o gravados. Algunos de ellos, el pez, la paloma, el ancla o áncora, la palmera, las uvas, el pan, el trigo; siempre elementos simbólicos que representaban la salvación o, en algunos casos, a Cristo mismo como el pez.
A partir del siglo IV comienzan a multiplicarse las imágenes de Cristo, de la Virgen María, de los Mártires y de los Santos, cuyo culto se fue generalizando. Algunos Concilios como el III de Constantinopla y el II de Nicea permitieron el culto a las imágenes y al mismo tiempo clarificaron que el culto de adoración únicamente debe rendirse a Dios, el culto de especial veneración a la Virgen María, y el culto de veneración a los Santos.
Establecieron, asimismo, que las imágenes deben ser veneradas no por el material de que están hechas sino por lo que representan.
Una imagen debe ser la manera como cada uno captamos a Dios que se ha hecho hombre y se ha manifestado en algún ser humano, mujer u hombre, que ha sabido ser transparencia de Dios, que lo han hecho presente a Él y a su Salvación, con su vida y sus obras.
Así, toda imagen nos ayuda a considerar al ser humano como una imagen de Dios, porque está hecho a imagen de Dios y está llamado a santificarse y a salvarse; por eso las imágenes nos motivan para saber imitar la vida y ejemplo de aquellos a quienes representan, pues representando a Jesús, a María y a los Santos, la imagen los hace presentes. El lugar de esta presencia no es la madera o el material, sino la semejanza a la persona a quien la imagen representa.
Partiendo de estos presupuestos para comprender es simbolismo de las imágenes, reflexionaremos un poco sobre la iconografía de las imágenes del apóstol Santiago que tenemos en el interior de los Templos de la Parroquia de Santiago, de Catedral y de Santa Clara. Lo primero que hay que observar es que en estos Templos no está la Imagen del Señor Santiago a caballo, como muchas personas la quisieran ver: en estos templos la imagen del Apóstol Santiago está representada como apóstol y no como peregrino.
La imagen es la del Apóstol Santiago el Mayor, el hermano del Evangelista y Apóstol San Juan, aquellos dos a los que Jesús llamó “los hijos del trueno” (Mc. 3, 17).
Esta imagen representa al Apóstol Santiago hincado; está con las manos abiertas expresando en su rostro maravillado el éxtasis y el gozo de contemplar la Gloria de Dios. Así, ya glorificado, lo que está manifestando en una nube que cubre sus pies, está vestido como peregrino, por eso tiene una esclavina de color azul, es decir una capita que cobija sus hombros en la cual lleva dos conchas cuya finalidad era ayudarse a calmar la sed. Es de observar que lleva dos para poder compartir el agua con otro hermano peregrino, lo que nos recuerda el mandamiento del amor al prójimo; seguramente también le servía para bautizar a los que se convertían como fruto de su tarea evangelizadora.
Así, la imagen de Santiago Apóstol en “La Parroquia” tenemos el modelo del cristiano que va peregrinando por esta tierra, que tiene necesidad de contemplar, en los momentos de fatiga y desconsuelo, la gloria a la que está llamado, como el Apóstol Santiago, para llenarse de entusiasmo, fuerza, intrepidez, audacia y ardor para vivir y predicar los valores del Evangelio de Jesucristo, que transmitan la vida y la salvación a nuestra Ciudad y a nuestro mundo.
En las imágenes del Apóstol Santiago que están en Catedral y en Santa Clara, trae un bastón de peregrino o báculo de donde cuelga un guaje o calabacín para transportar el agua y así poder calmar la sed en el camino cuando no hay a la mano algún manantial o arroyo. El Santiago a Caballo que a veces se representa, como en la fachada del Templo de San Francisco, con una espada y a sus pies rueda la cabeza de un moro, es el Santiago Matamoros que nos legó la tradición española y su interpretación debería ser la necesidad de luchar por los valores de la justicia y la libertad y por las virtudes de la caridad, la humildad y la fe, cuando se han agotado todos los medios pacíficos del diálogo, el razonamiento, la mediación y no se ha logrado la paz, no quedando más remedio que el uso de la fuerza contra un agresor actual, injusto, ineludible y ventajoso.
Cuentan los señores mayores, que hace mucho, pero mucho tiempo, el 25 de Julio, día del Señor Santiago, se hacía en la Parroquia de Santiago la representación del Gran Capitán y el Gran Turco que ahora se hace en Febrero para las fiestas de Nuestra Señora del Pueblito.
Este año, el 28 de Julio, en la Rinconada de San Francisco, se presentaron los ejércitos del Gran Capitán y el Gran Turco en una batalla que duró gran parte del día en honor del Señor Santiago.