Cuatro poetas haitianos*
El caos haitiano
René Depestre
A Yvonne Bador
Abierta está una desdicha-tigre
entre la vida y yo: ¿puede uno
dominar el caos haitiano de sus días?
¿puede uno contener en sus venas de nómada
el flujo existencial de tiempos de soledad?
todo el ultramundo mundial de nocturna desolación
sigue ofreciendo brazos de mar que cruzar.
Un mal-estar no interrupto se enrosca sin fin
en adiós de ternura al golfo de Jacmel.
Uno puede pasar su vida de poeta vencido
exiliado en los siete días de la semana.
Teniendo ante mí los años contados,
soy el caballo sudoroso de mis raíces.
Ceremonia de los adioses
René Depestre
A Sophanna y Miguel Igout
He aquí su vida llevada por el flujo magnético
que regula sus días y sus viajes de poeta;
un trote de burro en camino de cabras
un vuelo espiral de aeroplano sobre
el viejo cementerio marino de infancias
un tratado de erotismo chino justo antes
de irse en los gritos de amor de las mujeres,
de la campana basilical al carillón
vaciado en el metal en fusión de la mujer.
El porvenir pereció en la frente del viajero.
El horizonte se fue, quedó solo en el mundo:
¿qué tiempo de esperanza hará en el país natal?
Un radiante otoño de sabiduría responde
al espíritu protegido contra la morriña.
Muy de mañana corre a lomos de rucio
por tortas de yuca y leche del recuerdo.
Con el cuerpo cerrado a utopías de presa toma
la senda de la vida donde todo se envida.
Un gran jardín de ensueño aporta a sus trabajos
el embeleso de un perpetuo mes de junio.
Es memoria de la vida y de la muerte.
Es el acmé adulto culmen de la madurez.
En la tarde del retorno al polvo
la poesía de un eterno sol del membrillo
abre sus exequias al adiós de las mujeres.
Brillará su sol largo tiempo en sus cenizas.
Retorna al limo loco del bien y del mal:
a su vez se extingue en el lecho de tinieblas
sobre sus islotes de sombra cae sin piedad la noche.
Versiones del equipo de traducción dirigido por
Joëlle Guatelli-Tedeschi y Adoración Elvira Rodríguez
René Depestre (Haití, 1926) es poeta, novelista y ensayista.
Cursó estudios en Francia, de donde fue expulsado. Sufrió
cárcel en el régimen dictatorial de François Duvalier. Durante
dos décadas vivió exiliado en Cuba. Es autor, entre otras obras,
de los poemarios Mineral negro (1962), Poeta en Cuba (1976)
y las novelas El palo ensebado (1979) y Hadriana
(Premio Renadout 1988).
Poema
Anthony Phelps
Pero dónde pero dónde
adónde se va a retumbar la tormenta
Pero dónde pero dónde
adónde se va a aullar el viento
viento revocador tumbador de estrellas
Había una vez una Ciudad
Había una vez un País
Cuando la boca como luna soñadora
esconde la cara bajo las palabras
Cuando la vida en ropas de Príncipe
voltea la espalda a la ventana
hasta el sol
hasta el sol está desnudo
Había una vez un País
Había una vez una Ciudad
Pero dónde pero dónde
Pero dónde
Mi memoria tiene tanto dolor
de garganta
Versión de Lazlo Moussong.
Antonhy Phelps nació en Puerto Príncipe en 1928. Vivió
durante muchos años fuera de su país. Fue cofundador
del grupo poético Haití Littéraire en 1962, que marcó un
hito en las letras de su país. Destaca también su obra
Méme le soleil est nu.
Poema
Jacques Roumain
África he guardado tu recuerdo África
estás en mí
como la astilla en la herida
como un fetiche tutelar en medio de la aldea
Haz de mí la piedra de tu honda
de mi boca los labios de tu llaga
de mis rodillas las columnas rotas
de tu humillación
Sin embargo
no quiero ser más que de vuestra raza
obreros campesinos de todos los países…
obrero blanco de Detroit peón negro de Alabama
pueblo innumerable de las galeras capitalistas
el destino nos yergue hombro con hombro
y renegando del antiguo maleficio
de los tabúes de la sangre
pisamos los escombros de nuestras soledades
Si el torrente es frontera
arrancaremos al declive su cabellera irrestañable
Si la sierra es frontera
romperemos la mandíbula de los volcanes
que refuerzan las Cordilleras
y la llanura será la explanada de la aurora
donde reunir nuestras fuerzas descuartizadas
por la astucia de nuestros amos
Como la contradicción de los rasgos
se resuelve en la armonía del rostro
proclamamos la unidad del sufrimiento
y de la rebelión
de todos los pueblos en toda la superficie de la tierra
y mezclamos el cemento de los tiempos
fraternales
en el polvo de los ídolos.
Versión de José M. Valverde.
Jacques Roumain nació en Puerto Príncipe en 1907. Fue asesinado
en plena lucha política en 1944. Sus obras, consideradas maestras,
como Bois d’ébéne y Gouverneurs de la rosée, se editaron poco
después de su muerte y revelan instancias sensibles de la historia
y la cultura hatianas.
Nada permanece tanto como el llanto VII
Jacques Viau
Hemos ido acumulando corazones en nuestro corazón,
palabras en nuestra voz quebrantada por azadones.
Hemos dejado huellas por todos los caminos
y algunos de nosotros ya no estamos.
Hemos ido de manos con las sombras.
Nuestro andar es un grito estacionado.
Por cada paso, un día que transcurre.
Por cada palabras, mil palabras que vocifera la prole.
¿Qué será de nosotros después de esta larga travesía?
Poco importan si el mármol o la piedra eternizan
nuestro corazón de húmedo barro.
Nos basta con que nuestra voz perdure en la voz
del amigo, en la del compañero de rutas que nos tendió
la mano cuando se aproximaba la caída.
Hemos llenado muchos de los vacíos que nos legaran.
A otros toca llenar los que nosotros dejamos.
Apenas tuvimos tiempo para remendar la herencia.
¿qué corazón irá nuestro corazón a depositarse?
¿A qué silbido irá nuestro silbo a renovarse?
Nada sabemos,
cumplimos una jornada que empezó antes que nosotros
y que no concluirá con nosotros.
Tomado de Nada permanece tanto como el llanto
(dieciocho poemas), escrito en español.
Jacques Viau nació en Puerto Príncipe en 1942. Perteneció a una
familia de perseguidos políticos que se refugiaron en Santo Domingo.
Fue abatido durante las insurrecciones de 1965 cuando aún no había
cumplido veintitrés años.
* Tomado de El Cultural, España.